Pensamientos colaterales sobre las vidas pasadas

Ya en otros artículos he hablado sobre las técnicas que permiten alcanzar la memoria espiritual. Vimos que vivimos muchas existencias en diferentes cuerpos y transcurrimos cierto tiempo entre vidas sin encarnar.

Algunos, van llegando a las cúspides del desenvolvimiento espiritual y ya no encarnan, son los Seres de Luz. Pero la mayoría, deberemos seguir negociando muchas re-encarnaciones. Por eso que esto deberá conocerse por la mayoría, porque hasta ahora el simple voluntarismo no ha producido el mundo igualitario y justo que casi todos aspiramos.

En un mundo con cada vez más personas indigentes, con carencias de toda índole, durísimas vidas y falta de desarrollo físico y mental nos darán cada vez menos prospectos para vidas de mayor provecho y avance espiritual y de la civilización en su conjunto, cada vez que debamos re- encarnar.

Negociar re –encarnar con mayorías de nuevos concebidos de movida tan desgraciados, harán de nosotros verdaderos habitantes de un “purgatorio” y para peor con pocas esperanzas de mejorar, tal vez en siglos.

Siquiera por esto, deberíamos ser más solidarios, porque en la próxima existencia podríamos pasarla muy mal y no descargarnos de los inevitables karmas que venimos arrastrando desde la animalidad.

Es perentorio que estas vivencias cognoscitivas de las vidas pasadas sean por todos experimentadas, porque así, un mejor mundo se abriría para todos los habitantes del planeta Tierra.

Todo lo espiritual se encuentra más allá de los fenómenos cuánticos. Esto lo digo, por que las causas y los efectos en estos planos parecen trastocarse. Mi experiencia akáshica denota que- contrario a lo que podemos suponer-, también el futuro-que “también está escrito”-, influye en el presente, como lo hizo en el pasado.

Será muy difícil torcer este presente si ya está muy cohesionado. (Si la de -coherencia ha ya cumplido buena parte de la historia de nuestro espacio tiempo).

Estado paradojal

…Estaba entrando a una sucursal bancaria, iba a cobrar su exigua jubilación…

Miró el reloj, eran las 10: 30 de un martes. Colocó la tarjeta, en el cajero automático. Por suerte había dinero. Marcó en la pantalla, apoyando los dedos lo que deseaba hacer; retiró la suma y se apresuró a encontrar un «café» para descargar una gran urgencia. (Un baño).

La urgencia era enorme, pero al empezar la operación, asombrado se despertó en su cama. Se incorporó, la luz invadía todo el cuarto. Aún atontado por este «descubrimiento», sintió que la urgencia persistía,… «despertador» era la tarde; las 14 horas precisamente.

Apenas logró abrir la puerta del baño y levantar la tapa del inodoro… un dolor intenso le muestra que sus piernas y el trasero están acalambrados… Con mayor asombro aun nota al abrir sus ojos, que se había dormido en un sillón del comedor, con la televisión encendida, luego de almorzar. El reloj pulsera indica las 15 horas.

Apenas llegó al baño para calmar su necesidad, pero con una desazón, tiene el pantalón indiscretamente mojado. Recordó que había decidido ir al Banco al día siguiente.

Nunca antes tuvo una experiencia parecida: soñaba, sin saberlo, despertó, pero aún, sin apreciarlo seguía soñando, volvió a despertarse y ahora si, a hacerlo de verdad. Bueno, muy convencido no está, ahora, sigue preguntándose… en que momento percibirá que despierta en otra realidad.

Una pregunta martilla su mente (y debo confesar que a mi también): ¿Estará dormido aun y finalmente se
despertará? Será este mundo que conocemos, algo real o solo será un mundo virtual, a semejanza de lo que nos muestra la famosa película «Mátrix»?