Agujeros Misteriosos: Ahora en Alemania

A pocos meses de que se produjeran dos enormes hoyos de manera inexplicable en Guatemala (El misterioso Crater de Guatemala) y China (Hoyos gigantes en China), los habitantes de la localidad alemana de Schmalkalden del estado de Turingia, en el este del país, han sufrido éste misterioso fenómeno en carne propia durante la madrugada del 2 de noviembre cuando un enorme hueco, de 40 metros de largo y entre 20 y 25 metros de profundidad, se formó en medio de una de las calles.

El suceso se produjo a las 03:00 de la mañana, momento en el que los vecinos fueron sorprendidos por un gran ruido. Por fortuna el siniestro no dejó víctimas. Las únicas pérdidas fueron un automóvil y la parte de un garaje que se encontraba en las proximidades.

La policía local acudió de inmediato tomando medidas de emergencia en la zona para evitar accidentes, mientras que las autoridades de la ciudad prometieron reparar con prisa la situación y no descartaron nuevos derrumbes en las proximidades. 23 residentes de las cinco viviendas más cercanas fueron evacuados por temor a que en las próximas horas el hueco se expanda.

Anualmente se registran en la zona afectada unos 20 socavones de tierra aunque no de la magnitud del ocurrido los primeros días de éste mes. La razón parece ser el corrimiento de tierra frecuente en el área aunque se desconocen los motivos de la magnitud del siniestro.

Las profecias de Julio Verne

Julio Gabriel Verne, (08/02/1828 – 24/03/1905) – Es considerado el padre de la ciencia ficción y un gran visionario, ya que describió en sus novelas, mundos futuros y aparatos increibles que supieron cobrar vida incluso muchos años después. Aunque algunos, pensaran en el pasado, que sus ideas eran propias de una imaginación portentosa, otros nos sorprenderíamos en el futuro, de ver sus inventos y sus predicciones hechas realidad en nuestro presente. Estas características lo postulan como uno de los profetas con más aciertos en la historia de la humanidad.

Pero, fue Julio Verne realmente un profeta o su gran genialidad estuvo ligada a una serie de casualidades afortunadas. Verne logró anticiparse con más de un siglo de antelación a numerosas situaciones como el primer viaje a la luna, o la invención del fax.

Adivinó, entre otras cosas que las grandes ciudades del futuro estarían iluminadas por luces eléctricas de gran potencia. Profetizó la llegada del hombre a la Luna un siglo antes de que el Apolo 11 la hiciera realidad. Predijo la existencia de un tren metropolitano que, con diferentes líneas, recorrería la capital francesa en el siglo XX. En 1863, adelantó la existencia, a finales de nuestra centuria, de un equivalente al actual correo electrónico. Habló de un sistema de comunicación a distancia automático y secreto.

El Nautilus, creado en 1870, con el que el Capitán Nemo navegaba bajo los mares del mundo en 20.000 leguas de viaje submarino, parece ser el prototipo del primer submarino atómico construido por los Estados Unidos en el año 1955. Y en relación a los viajes lunares, estimó la longitud y el diametro de su bala de cañon en cifras casi idénticas a la cápsula norteamericana. También fijó la velocidad de «escape» en unos 11.000m/s, con poco error a la velocidad verdadera. Para Julio Verne la ubicación de su «cañon sideral» en el momento del disparo debía estar en algún país que se extienda entre los 28 grados al norte y los 28 grados al sur del Ecuador. El paralelo 28 de latitud norte cruza el continente americano un poco más abajo de Cabo Kennedy. El sitio de lanzamiento para la ficción de Julio Verne estaba a menos de 140 millas del lugar real donde se hizo el lanzamiento del Apollo II»

Acerto al anticipar el vuelo experimental de los perros en la investigación astronáutica; y que sean precisamente tres los viajeros del espacio que él se inventa, lo mismo que ocurriría un siglo después con los tripulantes del «Apollo», y que sus tres protagonistas caigan a la Tierra en un punto del Océano Pacífico casi exacto al que fue escenario del amerizaje de Amstrong, Aldrin y Collin.

El estado de ingravidez en el espacio exterior lo imaginó con una certeza y una serie de detalles reales que asombran; y también pensó que sería Estados Unidos quien lograra la gran hazaña. Por eso colocó en su bala a dos norteamericanos y un francés…con poco error ya que dos de los tripulantes del triunfal viaje a la Luna son norteamericanos y uno, Collins, es nacido en Roma. Es decir, no es estadounidense sino latino (siquiera por el lugar de nacimiento). Continuar leyendo «Las profecias de Julio Verne»