Fotografías paranormales de principios de siglo XX

El folclore vintage se entremezcla con aparentes entidades metafísicas que emergen en retratos de personas capturados a principos del siglo XX por William Hope.

La psicofotografía o fotografía de espíritus comenzó en la segunda mitad del siglo XIX con el trabajo de William H. Mumler. Esta técnica se ha vuelto relativamente popular en la actualidad ya que es una de las principales herramientas de los buscadores de fantasmas para comprobar la presencia de una de estas entidades en torno a una persona o un sitio determinado.

El investigador paranormal William Hope (1863-1933) se convirtió en uno de los más diestros fotógrafos de espíritus a principios del siglo XX, al punto que llegó a fundar el grupo de espiritistas Crewe Circle Spirtualists, el cual cotidianamente invocaba sesiones para interactuar con fantasmas. Gracias a ello Hope tuvo acceso a retratar decenas de personas o familias que alegaban estar siendo acechados por entidades del más allá.

Afortunadamente para nosotros el trabajo de Hope ha sido conservado, gracias a lo cual hoy podemos compartirles eta serie de imágenes que muestran a personas físicamente presentes acompañadas de seres cuya presencia es aparentemente metafísica. Obviamente Hope fue acusado de farsante, pero su legado fotográfico, más allá de que posiblemente represente un documento visual sobre entidades fantasmagóricas (lo cual bien puede creerse o simplemente considerarse como trucos ópticos), lo cierto es que, desde un punto de vista puramente artístico, la estética implícita en estas imágenes es verdaderamente inspiradora, e incluso, desde una perspectiva tal vez un tanto funesta, pueden manifestar una alta sensualidad. Continuar leyendo «Fotografías paranormales de principios de siglo XX»

¿Hay Vida Despues de la Muerte?

Esta es la eterna pregunta que siempre se a hecho el ser humano desde tiempos remotos y es en gran medida uno de los mayores miedos del hombre. La filosofía y la religión han sabido dar respuesta a ésta pregunta desde su más intrínseco razonamiento.

El final de la vida representa un viaje hacia el misterio, hacia algo que excede nuestra propia conciencia y nuestro saber mundano. La respuesta, aunque certera para nuestra idiosincrácia, estará impregnada de cierto grado de de inseguridad.

Aun así, trataremos de indagar un poco más sobre la muerte, dándole vida una serie de relatos e historias verdaderas que van dejando abierta una esperanza para aquellos que aún no tienen por seguro lo que les espera más allá de ésta vida.

La visión doble

Al morir, el hombre no inmediatamente se percata del hecho. Y sólo después de ver a su doble yaciendo inanimado allá abajo y cuando se convence que no puede comunicarse, se da cuenta que su alma salió del cuerpo. A veces, en caso de un accidente, cuando la separación con el cuerpo es instantánea e inesperada, el alma no reconoce su cuerpo y piensa que ve a otra persona, parecida. La visión del doble y la imposibilidad de comunicarse crean un fuerte golpe en el alma, ella no está segura de si es realidad o es sueño.

Conciencia ininterrumpida

Todos los que pasaron la muerte temporal atestiguan que conservaron plenamente su «yo» junto con las capacidades intelectuales, sensitivas y volitivas. Más todavía, notaron que la vista y el oído se agudizan, el pensamiento es más nítido y extraordinariamente enérgico, y la memoria se aclara. Personas que perdieron algunas de sus facultades, a causa de la enfermedad o de la edad, sienten que las recuperaron. El hombre comprende que puede ver, oír, pensar, etc., sin órganos corporales. Es notable que un ciego de nacimiento, al salir de su cuerpo, vio todo lo que hacían los médicos y las enfermeras con su cuerpo y luego contó con todo detalle lo que pasaba en el hospital. Al volver a su cuerpo volvió a ser ciego. A los médicos y psiquiatras que identifican las funciones del pensamiento y sentir con los procesos químico-eléctricos del cerebro, les sería útil tomar en cuenta estos datos actuales reunidos por los médicos-reanimadores, para entender correctamente la naturaleza del hombre.

Una sensación de alivio

Habitualmente la muerte está precedida por la enfermedad y los sufrimientos. Al salir del cuerpo, el alma se alegra de no sentir más el dolor, la presión, la asfixia, en cambio percibir que el pensamiento trabaja claramente y los sentidos están apaciguados. El hombre se identifica con su alma, su cuerpo le parece como algo secundario y ya innecesario, así como todo lo material. «Yo salgo y mi cuerpo es una funda vacía» explicaba un hombre que pasó la muerte temporal. Él miraba la operación de su corazón, en curso, como un «observador ajeno.» Los intentos de reanimar a su cuerpo no le interesaban en absoluto. Aparentemente él mentalmente se despidió de la vida terrenal y estaba listo para comenzar una nueva vida. Sin embargo le quedaba el amor a sus parientes y la preocupación por sus hijos.

Hay que hacer notar que no se producen cambios importantes en el carácter del individuo. El hombre queda como estaba. «El concepto de que dejando el cuerpo al alma, enseguida sabe y entiende todo, es erróneo. Yo llegué a este nuevo mundo, tal como salí del viejo» — relataba K. Ikskul. Continuar leyendo «¿Hay Vida Despues de la Muerte?»

El tunel de los accidentes

Existen lugares en donde los accidentes ocurren con mayor frecuencia, así lo determina el azar. Hay lugares más propensos a que ocurran éste tipo de sucesos, lo bueno es conocerlos para así poder evitarlos. Por ejemplo, éste tunel ruso.