«El remache de oro»; La leyenda del puente carretero de Río Cuarto

La construcción del puente del Río Cuarto, en la ciudad homónima localizada en el centro de la provincia de Córdoba, se inició en el año 1911, y se completó un año más tarde. Hasta ese momento, si la gente quería cruzar el río Cuarto debía pasar por un vado de arena bastante precario que cuando llegaba alguna creciente quedaba totalmente sumergido bajo las aguas. O sobre los rieles y las tablas de un puente ferroviario que había sido construido algunos años antes.

Según señalan algunas fuentes, en 1985 el Gobierno de la provincia se encargó de la construcción del puente carretero de la ciudad de Río Cuarto, no obstante, por esas cosas que tiene la política y sus proyectos, la construcción nunca se llevó a cabo.

Pasaron cerca de 18 años para que, el intendente de Río Cuarto de aquél año, Alfredo Boasi, retomara aquella cuestión, enviándo una carta al Ministro de Obras Públicas de la Nación, en donde transmitía la enorme urgencia de la ciudad de contar con un puente que comunicara más rápidamente los dos sectores del municipio que dividía el río, ya que el mismo, dejaba completamente separadas la planta urbana de la ciudad del resto del municipio hacia el norte, quedando a este rumbo un núcleo de población importante. Por aquellos años, las frecuentes crecientes mantenían completamente incomunicados a los dos sectores de la ciudad, incluso por varios días.- Continuar leyendo ««El remache de oro»; La leyenda del puente carretero de Río Cuarto»

Las Columnas de hielo del Canal de Lemaire

Este inóspito canal, se convierte en un arquitecto natural gracias a sus corrientes de agua que van cincelando el hielo y dándole formas tan asombrosas como las de la foto, formas a las cuales debe su denominación de El Palacio de Hielo.

El canal de Lemaire se encuentra localizado en la Antártida, en donde las temperaturas bajo cero son constantes durante todo el año.

El proceso es tan interesante como único, los enormes fragmentos de glaciar que quedan «atrapados» en este canal son lentamente desintegrados por el incesable accionar de las corrientes. No obstante, las singulares formas adquiridas se dan por que el proceso tiene una matemática uniforme tras de sí.

Según el oceanógrafo polar Mark Brandon, esto ocurre ya que el agua profunda, al estar más caliente que la hallada en la superficie, derrite el hielo a un ritmo más acelerado. Esta pérdida de masa lleva a que lentamente el fragmento de glaciar vaya saliendo uniformemente a flote, exponiendo de esta manera sus partes más altas a la superficie, donde el aire frío se encarga de mantener la forma de las mismas.

Combinado con los cambios concéntricos de las corrientes del canal, se forman así los arcos y columnas uniformes que son generalmente avistadas con enorme asombro por los intrépidos viajeros que se animan a llegar hasta esta maravilla de la naturaleza.

En el sitio de Jeff Schewe, se pueden ver una gran cantidad de fotos tomadas desde distintas perspectivas. Un espectáculo realmente único e increible.