El Cosmonauta Perdido y el Fenómeno OVNI

Hay quienes creen que en algún lugar de la vasta oscuridad del espacio, cerca de nueve mil millones de millas del Sol, el primer ser humano está a punto de cruzar la frontera de nuestro Sistema Solar en el espacio interestelar. Su cuerpo, perfectamente conservado, se congela a -454ºF; su diminuta cápsula en el inconmesurable silencio navegando lejos de la Tierra a 18.000 kilómetros por hora durante los últimos 45 años. Él es el cosmonauta perdido, cuyo cohete subió y, en lugar de volver a la tierra, simplemente siguió adelante. Es lo último en leyendas de la Guerra Fría: que en los albores de la era espacial, a finales de 1950 ya lo largo de la década de 1960, la Unión Soviética tenía dos programas espaciales, uno un programa público, el otro «oculto», y mucho más audáz ya que muchas veces se intentaron misiones francamente suicidas.

Youtubes Stargazer publicó un video interesante en cuanto a lo que se conoce como los cosmonautas perdidos o Phantom. Es su afirmación de que tienen un video con uno de estos supuestos cosmonautas perdidos diciéndole al mundo lo que sabe sobre el fenómeno OVNI. Continuar leyendo «El Cosmonauta Perdido y el Fenómeno OVNI»

El Ojo de Horus: algo más que un simple amuleto

Todos hemos visto este ojo en joyas, como amuletos e incluso como símbolo de muchas clínicas oftalmológicas, pero pocos saben que en el Antiguo Egipto se utilizó además… como medida de volumen.

El Ojo de Horus, o Udyat “el que está completo” proviene del mito de Horus, hijo de Osiris, el dios que asesinó Seth, su hermano. Para vengarle se enfrentó con Seth perdiendo Horus su ojo izquierdo. Fue entonces cuando Thot lo sustituyó por el Udyat, para que el dios pudiera recuperar la vista. Pero este era un ojo especial dotado de cualidades mágicas que hicieron devolver a la vida a Osiris.

Existen dos tipos de ojos, el derecho que representa el sol (blanco) y el izquierdo que representa la luna (negro). El ojo derecho es al que me referiré a partir de ahora. Gozó de gran popularidad en el Antiguo Egipto siendo considerado el amuleto más poderoso. Protegía a los muertos, contrarrestaba los efectos del “mal de ojo”, ayudaba a la visión y protegía de las enfermedades -tan frecuentes- oculares. ¡Incluso en la actualidad se sigue utilizando con estos fines! Continuar leyendo «El Ojo de Horus: algo más que un simple amuleto»