Un elefante que habla coreano

Y en sintonía con el artículo anterior, presentamos a otro integrante del Reino Animal que al parecer, también se ha obstinado en decirnos algo a las personas: Se trata de Koshnik, un elefante coreano que puede pronunciar perfectamente palabras como “sí”, “hola” o “siéntate” en la lengua de su país natal, Corea del Sur.

La explicación científica para este notable caso, relatada en un artículo publicado por la revista Current Biology, está vinculada con la biografía particular de Koshnik y su necesidad de comunicarse con humanos, ya que vivió desde su nacimiento en un zoológico, solo rodeado por cuidadores y eventualmente personas del público.

Los investigadores aseguran que este elefante debe realizar un prodigio de la imitación para lograr estas palabras, ya que a pesar de la inmensa diferencia de tamaño y de tracto vocal, es capaz de reproducir el habla de sus entrenadores en tono y timbre.

Para lograr este efecto, Koshnik ha inventado su propia técnica: introduce su trompa dentro de su tracto vocal, lo que le permite redondear su labio superior (naturalmente unido a la nariz, formando así la trompa) y de este modo emitir las vocales con gran precisión. En definitiva, una extraordinaria demostración de cómo la habilidad, vinculada a la necesidad de comunicación, puede llevar a un individuo a superar, con la dosis necesaria de atrevimiento, las limitaciones más básicas de su especie.

Noc; La ballena que aprendió a hablar

Hace poco más de una semana se dio a conocer el caso de NOC, la ballena capaz de emitir sonidos humanos para comunicarse. Científicos de California, Estados Unidos, lo demostraron a través de análisis acústicos. Para lograrlo, el cetáceo modificó la forma en que emitía los sonidos, en un esfuerzo real por comunicarse.

La ballena que aprendió a hablar

Es la primera vez que un equipo de investigadores logra demostrar con registros acústicos que las ballenas, o al menos una ballena blanca en particular, pueden imitar voces humanas.

«Fue una observación accidental», admitió Sam Ridgway, investigador de la Fundación Nacional de Mamíferos Marinos (California, Estados Unidos) y referente mundial en la materia.

Todo comenzó un día en que Ridgway y su equipo notaron sonidos poco comunes en el entorno de donde nadaban una ballena blanca y un delfín en estado de cautiverio. De acuerdo a cómo lo describieron, sonaba como si dos personas estuvieran conversando a la distancia; como cuando se escucha una charla pero no se comprenden las palabras. Continuar leyendo «Noc; La ballena que aprendió a hablar»

Misteriosos círculos bajo el agua

Yoji Ookata; Un experto en buceo y fotógrafo, se sumergió en las aguas de Amami Oshima, una isla semi-tropical en el archipiélago de Ryukyu (o Islas Nansei) en el sur de Japón. Cuando vio lo que contaremos frotó sus ojos: a 24 metros de profundidad había una figura geométrica extraña y hermosa, como esculpida sobre el lecho marino; más que una figura, una estructura, ya que cuando nadó hasta su contorno descubrió múltiples crestas simétricas sobre la arena. El círculo tenía unos 2 metros de diámetro y parecía obra de un artista submarino especializado en fractales. Llamó a su hallazgo «círculo misterioso», a semejanza de los famosos crop circles que comenzaron a aparecer desde 1980 en cientos de campos del sur de Inglaterra, y más allá.

El paralelismo de estas estructuras de arena con los crop circles era demasiado obvio. Por eso muchos medios relacionaron los dibujos detectados por Ookata con los círculos ingleses. Gracias a esa mezcla de desinformación y deseo de creer, el primer misterio parecía legitimar al segundo. Sin embargo, las diferencias eran muchas. Los artistas que se atribuyeron los crop circles —un movimiento de arte colectivo que comenzó con Doug Bower y Dave Chorley y continuó, más profesionalmente, con el team Circle Makers- creaban formaciones cambiantes, entre otras razones por los diversos estilos cultivados por los artistas. Los círculos descubiertos en las costas de Amami Oshima, en cambio, son perfectos y radiales.

Ahora bien, los «dibujantes» de los campos de cultivo usan unas planchas de madera amarradas con cuerdas, unos ovillos de hilo para tomar las medidas y gorras con visor hechas con alambre…. ¿cómo reproducir el mismo efecto bajo el agua? Para comprender cómo fueron realizados los círculos submarinos había que buscar otra explicación ¿verdad?
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