Desalentador descubrimiento en la Antártida

Detectan por primera vez agua tibia bajo un glaciar de la Antártida

Un grupo de científicos investigadores realizaron un impactante descubrimiento en la zona  terrestre del glaciar, en el lugar en que el hielo hace la transición entre descansar completamente sobre el lecho de roca y flotar en el océano, zona clave para evaluar la tasa general de retirada de un glaciar.

Por primera vez en la historia del continente austral, se registró la presencia de agua tibia en un punto vital debajo del glaciar Thwaites, particularmente sensible a los cambios climáticos y oceánicos.

Las aguas registran más de dos grados por encima del punto de congelación, fluyen debajo del glaciar Thwaites -del tamaño de Gran Bretaña- que es parte de la capa de hielo antártica occidental.

«Las aguas cálidas en esta parte del mundo deberían servirnos como una advertencia sobre los posibles cambios terribles en el planeta provocados por el cambio climático», explicó David Holland, director del Laboratorio de Dinámica de Fluidos Ambientales de la New York University.

«Si estas aguas están causando el derretimiento de los glaciares en la Antártida, los cambios resultantes en el nivel del mar se sentirán en las partes más habitadas del mundo», se advirtió.

La desaparición del glaciar Thwaites puede tener un impacto significativo a nivel mundial porque drenaría una masa de agua que es aproximadamente del tamaño de Gran Bretaña y representaría al rededor de un 4% del aumento global del nivel del mar. Algunos científicos creen que su colapso puede elevar el nivel del mar en casi un metro.

«El hecho de que nuestro equipo haya registrado agua tibia en una sección de la zona de puesta a tierra de Thwaites, donde hemos sabido que el glaciar se está derritiendo, sugiere que podría estar experimentando un retroceso imparable que tiene enormes implicancias para el aumento global del nivel del mar», señaló. Holland.

Lugares asombrosos: Socotra, La Isla Extraterrestre

Conocida como la «Isla extraterrestre», existe un lugar muy extraño que llama la atención de los viajeros y aventureros que viajan por el sureste de las costas de Yemen. Se trata de la isla de Socotra.

Su rareza radica en las más de 700 especies de flora y fauna completamente extrañas y únicas en el mundo. Debido a ésta rica biodiversidad Socotra fué declarada Patrimonio de la Umanidad por la Unesco en el año 2008 .

Localización de la Isla Extraterrestre

Socotra se encuentra ubicada a 350 kilómetros al sureste de las costas de Yemen. Socotra pertenece a éste país y está emplazada en el cuerno de África. En la actualidad, el paradisíaco lugar peligra debido al cambio climático.

Entre sus variedades de vegetación resaltan el dracaena cinnabari, un árbol espectacular cuya forma recuerda a un paraguas. Las rosas del desierto yemení solo presentes en las montañas de Haghir y su más preciado “árbol pepino” (dendrosicyos socotrana) que puebla sus acantilados y sus colinas.

Tiene una superficie de alrededor de 3.600 kilómetros cuadrados. Está conformado por las pequeñas islas Abd Al Kuri, Samha y Darsa. Pero la principal es Socotra.

En peligro de extinción por el Cambio Climático

Sus altas temperaturas, la falta de agua y el aislamiento del lugar son lo que la hacen especial. Hasta 1999 solo se podía llegar en barco. Esto se complicaba mucho entre junio y septiembre por la fuerza del viento y el oleaje generado por los monzones. En julio de 1999 abrió el aeropuerto, en un lugar en el que la mayoría de los habitantes (hoy suman 44.000) ha vivido durante generaciones sin electricidad, agua corriente ni rutas . La principal ciudad es Hadiboh que tiene alrededor de 9.000 habitantes.

Su flora es magnífica, pero muy vulnerable a las modificaciones, especialmente a las especies introducidas, como las cabras, y el cambio climático. Por eso, está en peligro: estudios realizados sobre su fragilidad sitúan a Socotra entre las 10 floras isleñas con mayor peligro de desaparición en el mundo.

Apareció una «zona muerta» en el Índico

Las llamadas «zonas muertas» son áreas marinas extensas que no tienen oxígeno y que apoyan los procesos microbianos que eliminan grandes cantidades de nitrógeno, un nutriente clave para la vida de los océanos.

La nueva «zona muerta» hallada en el océano Índico podría tener un impacto en el equilibrio futuro de los nutrientes marinos, indica hoy un estudio divulgado en la revista científica Nature Geocience.

Se tiene constancia de la existencia de esas áreas en las costas occidentales de Norteamérica y Sudamérica, en las de Namibia y en las del Mar de Arabia en el océano Índico.

El nuevo estudio muestra que la Bahía de Bengala (o Golfo de Bengala), ubicada al noreste del Océano Índico, también alberga una «zona muerta» de 60.0000 kilómetros cuadrados, con una profundidad de entre 100 y 400 metros.

La investigación fue realizada por expertos de la Universidad del Sur de Dinamarca, el Instituto Max Planck para la Microbiología Marina, en Bremen, y el Instituto Nacional de Oceanografía de India.

La científica Laura Bristow, responsable del estudio, explicó en declaraciones a Nature que «la Bahía de Bengala ha sido desde hace tiempo un enigma porque las técnicas habituales (de estudio) sugieren que no hay oxígeno en las aguas, pero, pese a esto, no ha habido indicios de que haya pérdidas de nitrógeno como en otras «zonas muertas» de los océanos».

Empleando nuevas tecnologías, este grupo de expertos demostró que existe algo de oxígeno en aguas de la Bahía de Bengala pero en concentraciones mucho menores que las que pueden ser detectadas por las técnicas estándar y 10.000 veces menores que las halladas en las aguas de la superficie, que están saturadas de aire.

Según la revista, los científicos también descubrieron que la Bahía de Bengala alberga comunidades de microbios que pueden eliminar nitrógeno así como otras «zonas muertas» e incluso hallaron alguna prueba de que se erradica nitrógeno pero a una tasa muy lenta.

Bristow apuntó que en la Bahía de Bengala «los microbios están dispuestos a eliminar mucho más nitrógeno de lo que hacen, pero las cantidades de oxígeno evitan que lo hagan».

Por su parte, Wajih Naqvi, co-autor del estudio, afirmó que si desaparecieran «las últimas cantidades de oxígeno, la Bahía de Bengala podría convertirse en un actor global principal en la eliminación de nitrógeno de los océanos», lo que podría afectar al equilibrio marino y a sus tasas de productividad.

A nivel global, se prevé que el calentamiento de la atmósfera derivado del cambio climático lleve a una expansión de «zonas muertas» en los océanos.