La increible historia de los gatos de Egipto.

Uno de los animales más misterios y enigmáticos son nuestras pequeñas mascotas los gatos. Desde el antiguo Egipto, ya se les veneraba como dioses, considerándolos protectores de la familia. El nombre que los egipcios le conferían al «gato», era «Miw», la honomatopeya de  cuyo significado es «ver».

Los egipcios, colocaban estatuas de gatos fuera de sus casas para impedir la entrada de espíritus malignos pues creían en su poder mágico y protector, ya que consideraban que el gato «todo lo ve».

La popularidad del gato entre los egipcios se debía principalmente a su eficacia para librar las casas y graneros de roedores y serpientes. Más adelante se usó al gato como auxiliar en las actividades de caza, sobre todo de aves, sustituyendo al perro en estas labores. El culto al Gato, aparece en el Antiguo Egipto alrededor del año 2900 A.C., y según la mitología la diosa gata Bastet, defendió al Dios – Sol Ra contra los ataques de la serpiente Apofis, una de las deidades del mal, hija y esposa del propio Ra.

Varios eran los dioses con forma de gato en el Antiguo Egipto. La diosa Bast representada con cabeza de gato era la encargada de la fertilidad. Mientras que la diosa Sekhmet que también tenía forma de gato, representaba las fuerzas destructivas de lo divino, la negatividad, representada en la guerra, la peste y la venganza.

Un dato curioso relacionado con el profundo amor y respeto por la imágen de éstos adorables felinos, es que en Egipto se penaba con la pena capital a quien osase acabar con la vida de un gato. Tratados como auténticas deidades, recibían los máximos honores posibles y así recibían el gran privilegio de ser momificados cuando fallecían. También se guardaba largo luto como si se tratara de un familiar.

En la actualidad existen algunas de las razas de gatos egipcios que deambulaban en el pasado, entre ellas se encuentran el Sphynx, el Elfo y el Levkoy ucraniano, entre otras.

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El Misterioso Laberinto Subterráneo de Hawara

Se tienen evidencias bastante concluyentes sobre una estructura megalítica subterránea gigantesca debajo de la necrópolis de Hawara, en Egipto. Estas evidencias se basan en datos proporcionados por varios barridos de radar en la zona efectuados por la Expedición Mataha, en coordinación con la Universidad de Gante, Bélgica, y otras organizaciones oficiales.

El llamado Laberinto de Egipto ha sido citado por muchos escritores y cronistas de la antigüedad y se cree que es un monumento de dimensiones colosales y probablemente la clave que probaría la existencia de una civilización que precedió a otras culturas antiguas de las cuales se tienen vestigios en la zona.

De todos los autores que mencionaron este laberinto, cabe destacar a Herodoto, quien afirmó haber visto con sus propios ojos esta estructura subterránea y cuya descripción es sencillamente alucinante. Aquí os dejamos con este interesante párrafo extraído de Fragmentos de Historias, libro II, de Herodoto:

«He visto una obra increíble. Si alguien juntase las construcciones de los griegos y mostrase toda su obra junta, ésta parecería menos tanto en esfuerzo como en gastos en comparación con este laberinto. Incluso las pirámides son sobrepasadas sobremanera por esta gran obra.»

Y si bien hablo de las cámaras inferiores por lo que he escuchado a otros, yo mismo he visto las superiores y todas sobrepasan al quehacer humano. Continuar leyendo «El Misterioso Laberinto Subterráneo de Hawara»

El Ojo de Horus: algo más que un simple amuleto

Todos hemos visto este ojo en joyas, como amuletos e incluso como símbolo de muchas clínicas oftalmológicas, pero pocos saben que en el Antiguo Egipto se utilizó además… como medida de volumen.

El Ojo de Horus, o Udyat “el que está completo” proviene del mito de Horus, hijo de Osiris, el dios que asesinó Seth, su hermano. Para vengarle se enfrentó con Seth perdiendo Horus su ojo izquierdo. Fue entonces cuando Thot lo sustituyó por el Udyat, para que el dios pudiera recuperar la vista. Pero este era un ojo especial dotado de cualidades mágicas que hicieron devolver a la vida a Osiris.

Existen dos tipos de ojos, el derecho que representa el sol (blanco) y el izquierdo que representa la luna (negro). El ojo derecho es al que me referiré a partir de ahora. Gozó de gran popularidad en el Antiguo Egipto siendo considerado el amuleto más poderoso. Protegía a los muertos, contrarrestaba los efectos del “mal de ojo”, ayudaba a la visión y protegía de las enfermedades -tan frecuentes- oculares. ¡Incluso en la actualidad se sigue utilizando con estos fines! Continuar leyendo «El Ojo de Horus: algo más que un simple amuleto»