Algunos mitos sobre el cuidado de los niños

Utilizar zapatos ayudará a que el bebé aprenda a caminar más temprano.

Falso. Justamente lo contrario es cierto en este caso. Mantener a un bebé descalzo puede que le ayude a fortalecer los músculos de sus pies para que aprenda a caminar más temprano. Una vez que un infante empiece a caminar, el niño o la niña necesitará zapatos cómodos que le queden bien. No deben ser rígidos, deben acomodarse a la forma de los pies del niño y deben tener algún espacio extra para permitir el crecimiento del pie.

Un caminador o andador hara que el bebé aprenda a caminar más rápido.

Falso. Los bebés que permanecen en los caminadores durante sus horas más activas puede que aprendan a sentarse, gatear, y caminar más tarde que los niños que han aprendido estas habilidades por sí mismos cuando quieren explorar su entorno. Sentarse en un caminador para niños con su ancha bandeja y pequeños orificios para las piernas, bloquea el estímulo visual que es tan importante para que un bebé aprenda a controlar sus músculos. Mas significativo aún, los andadores son peligrosos. Cerca de 14,000 lesiones son tratadas en las salas de emergencia de los hospitales cada año como resultado del uso de los caminadores. Desde 1973 han muerto 34 niños como consecuendia del uso de los caminadores. Las caídas de las escaleras con niños en los andadores pueden resultar en lesiones severas. En un articulo de legislacion, la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda la prohibición de la fabricación y la venta de los caminadores móviles para niños en los Estados Unidos.

Los gatos pueden robar el aire de la boca de un bebé.

Falso. Este cuento data de cientos de años atrás cuando los gatos estaban asociados con la brujería y los espíritus malignos. Es anatómicamente imposible que un gato u otro animal sofoque a un bebé sellando la boca de un bebito contra la suya. Aún así, los gatos y otras mascotas deben ser presentadas a los bebés poco a poco y deben ser vigiladas cuando hay niños alrededor. Usted también debe mantener a los gatos (tal y como mantendría otros objetos como mantas y muñecos de peluche) lejos de la cuna de su bebé.

Fantasmas en la historia del teatro

En la segunda mitad del siglo XIX hacían furor todo tipo de espectáculos teatrales que, en muchas ocasiones, llevaban el dudoso adjetivo de “científico”. No cabe duda que un público ávido de emociones novedosas, antes del nacimiento del cine, necesitaba calmar su sed de sorpresas con todo tipo de ingeniosas representaciones. Tan pronto eran momias egipcias que volvían a la vida, como magos capaces de trocear a una bella dama en pedacitos para, luego, volver a tomar su figura como si nada. Todo esto, más la moda del espiritismo y sus mesas “parlantes”, junto a médiums y el gusto por lo macabro, convertía muchos teatros en auténticos antecesores de las películas de terror.

Vale, hoy día nos podría causar risa, tan acostumbrados como estamos a carísimos efectos especiales y sofisticadas puestas en escena, pero ¿qué pensarían nuestros tatarabuelos? Para alguien que no hubiera contemplado nunca algo parecido, ver una representación fantasmal en un teatro debió ser algo ciertamente impresionante. Todo esto empezó, o más bien habría que decir que llegó a su culminación, con la feria científica abierta en la británica The Royal Polytechnic, institución que con el tiempo ha pasado a formar parte de la Universidad de Westminster. La idea consistía en crear ilusiones de la forma más realista posible acudiendo a todo tipo de atilugios y técnicas científicas. Puede que no lo sospecharan al principio, pero lo que surgió como divertimento se convirtió en poco tiempo en un espectáculo de masas. Ahí estaba John Henry Pepper, un químico que llegó a la institución en 1848 con grandes ideas y un inventor, Henry Dircks, que había ideado una máquina de fantasmagorías, esto es, un generador de imágenes fantasmales. A Dircks no le iba muy bien el invento, nunca mejor dicho, pues requería teatros con una disposición especial y un equipamiento complicado. Fue Pepper quien se ofreció a crear en su feria un espectáculo de fantasmas con la técnica de Dircks, modificando el teatro ya existente. El resultado, que se dio en llamar Los Fantasmas de Pepper causó sensación.

La primera prueba se realizó representando una escena de una obra de Charles Dickens. ¿Dónde estaba la gracia? Naturalmente, en los fantasmas, parecían reales o, al menos, eran tal y como los imaginaba el ideario decimonónico occidental. Los espectadores ocupaban sus butacas, como en un teatro normal, sin sospechar que todo lo que veían formaba parte de un escenario trucado, dotado con una sala oculta equipada con grandes espejos. De esa forma, camuflando inteligentemente varios juegos de grandes espejos móviles, podían proyectarse todo tipo de imágenes “fantasmales” flotantes. El resto dependía de la capacidad teatral de los actores y de la habilidad de quienes manejaran marionetas, pedazos de tela desgarrada y similares. Ante los asombrados espectadores flotaban toda clase de espectros del otro mundo, juegos de luces y puertas que dejaban a la vista criaturas infernales. El éxito del montaje de Pepper fue tan grande que terminó por ser exportado a teatros de todo el mundo. En muchos lugares se crearon túneles del terror basados en la misma tecnología de luces y espejos, se construyeron casas “encantadas”, en las que la gente llegaba a pagar considerables cantidades por disfrutar de un rato de terror. Lo que surgió a mediados del siglos XIX como sencillo divertimento, terminó convertido en todo un clásico de los parques de atracciones destinado a dar miedo, claro está, muy mejorado gracias a todo tipo de efectos por ordenador.

Fuente : Fantasmas sobre el escenario

Siete mitos sobre la alimentación

Alimente un resfrío y haga pasar hambre a una fiebre.

Falso. Tanto las fiebres altas como los resfríos pueden causar pérdida de líquidos. Beber líquidos como el agua, jugos de frutas, y jugos de vegetales en abundancia puede prevenir la deshidratación. Durante los procesos de fiebre y los resfriados, es conveniente alimentarse como la hace con regularidad – el privarse de nutrientes solo puede hacer que una persona se enferme más aún.

Espere una hora después de comer antes de nadar.

Falso. Segun la Cruz Roja Americana (American Red Cross), generalmente no necesita esperar una hora para poder meterse en el agua. Sin embargo, se recomienda que espere hasta que comienze la digestión, especialmente si ha comido alimentos ricos en grasa y planea nadar vigorosamente.

El café bloquea el crecimiento.

Falso. El café no afecta el crecimiento, pero la dieta de un niño no debe contener demasiada cafeína ya que su exceso puede prevenir la absorción de calcio y otros nutrientes.

El pescado alimenta el cerebro.

Verdadero. El pescado es una buena fuente de ácidos grasos del tipo omega-3, los cuales han demostrado ser importantes para el funcionamiento del cerebro. Sin embargo, algunos pescados tienen niveles significativos de mercurio. La Administración Estadounidense de Alimentos y Fármacos (Food and Drug Administration, FDA), recomienda que las mujeres embarazadas y aquellas en edad de concebir disminuyan su ingesta de mercurio bien sea evitando comer pez espada, tiburón o atún, o limitando el consumo de estos pescados a una vez por mes.

El chocolate causa acné.

Verdadero … y falso. Los estudios demuestran que no existen alimentos específicos que causen acné. Sin embargo, algunas personas puede que se den cuenta que sus brotes de acné empeoran después de comer ciertos alimentos. Por ejemplo, algunas personas desarrollan acné después de comer chocolate, mientras que a otras no les ocurre pero sin embargo desarrollan acné después de tomar mucho café.

Las comidas picantes causan úlceras.

Falso. Las comidas picantes pueden agravar los síntomas de una úlcera en algunas personas, pero esto no significa que sean la causa de esta condición. Una infección producida por bacterias o el abuso de medicamentos para aliviar el dolor como las aspirinas o los anti-inflamatorios suelen ser la causa.

Comer zanahorias mejora la vista.

Falso. Este cuento puede haber comenzado durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la inteligencia Británica propagó el rumor de que sus pilotos tenían una vista remarcable porque comían muchas zanahorias. Es que no querían que los Alemanes supieran que hacían uso del radar. Las zanahorias (y otros vegetales ricos en vitamina A) ayudan a mantener una vista sana pero consumir cantidades superiores a las recomendadas no mejora la vista.