Transgénicos : “Unas palabras sobre tecnologías de alimentos”

Desde los albores de la prehistoria humana, la naturaleza ha sorprendido gratamente a nuestros ancestros con el jugo de las uvas fermentadas y convertidas en vino, la factura de un mejor pan, de la fabricación de un delicioso queso, o más cercano a nosotros de específicos yogures como de numerosos otros comestibles generadores de industrias de muy largo historial.

Hoy se sabe que en estos productos intervienen microorganismos, generalmente hongos simples o bacterias de tendencias simbióticas – que son pequeñísimos seres unicelulares – cuyos productos de su sinergia son útiles para nuestra vida diaria, nuestra ingesta y nuestro metabolismo.

Hay un gran número de especies de esta microflora y fauna, que intervienen en muchos procesos biológicos, en gran medida cercanos a nosotros, por sus consecuencias «benignas o malignas», ya que hay especies – por desgracia muy numerosas – causantes de enfermedades, muchas mortales y que en la antigüedad llegaron a poner en entredicho la supervivencia de nuestra especie humana.

Estas industrias primigenias, conocidas desde hace añares – tal que se la mencionan ya en los Testamentos Bíblicos – constituyen los primeros logros de la biotecnología tradicional.

No solo se usaron las enzimas microbianas para producir comestibles, sino para producir procesos industriales orientados hacia otros fines como, por ejemplo realizar el «enriado» de las fibras del algodón y del lino (separación), la hechura de la pasta del papel, operación harto olorosa, y de la fabricación de los remedios farmacéuticos «naturales». Continuar leyendo «Transgénicos : “Unas palabras sobre tecnologías de alimentos”»

Siete mitos sobre la alimentación

Alimente un resfrío y haga pasar hambre a una fiebre.

Falso. Tanto las fiebres altas como los resfríos pueden causar pérdida de líquidos. Beber líquidos como el agua, jugos de frutas, y jugos de vegetales en abundancia puede prevenir la deshidratación. Durante los procesos de fiebre y los resfriados, es conveniente alimentarse como la hace con regularidad – el privarse de nutrientes solo puede hacer que una persona se enferme más aún.

Espere una hora después de comer antes de nadar.

Falso. Segun la Cruz Roja Americana (American Red Cross), generalmente no necesita esperar una hora para poder meterse en el agua. Sin embargo, se recomienda que espere hasta que comienze la digestión, especialmente si ha comido alimentos ricos en grasa y planea nadar vigorosamente.

El café bloquea el crecimiento.

Falso. El café no afecta el crecimiento, pero la dieta de un niño no debe contener demasiada cafeína ya que su exceso puede prevenir la absorción de calcio y otros nutrientes.

El pescado alimenta el cerebro.

Verdadero. El pescado es una buena fuente de ácidos grasos del tipo omega-3, los cuales han demostrado ser importantes para el funcionamiento del cerebro. Sin embargo, algunos pescados tienen niveles significativos de mercurio. La Administración Estadounidense de Alimentos y Fármacos (Food and Drug Administration, FDA), recomienda que las mujeres embarazadas y aquellas en edad de concebir disminuyan su ingesta de mercurio bien sea evitando comer pez espada, tiburón o atún, o limitando el consumo de estos pescados a una vez por mes.

El chocolate causa acné.

Verdadero … y falso. Los estudios demuestran que no existen alimentos específicos que causen acné. Sin embargo, algunas personas puede que se den cuenta que sus brotes de acné empeoran después de comer ciertos alimentos. Por ejemplo, algunas personas desarrollan acné después de comer chocolate, mientras que a otras no les ocurre pero sin embargo desarrollan acné después de tomar mucho café.

Las comidas picantes causan úlceras.

Falso. Las comidas picantes pueden agravar los síntomas de una úlcera en algunas personas, pero esto no significa que sean la causa de esta condición. Una infección producida por bacterias o el abuso de medicamentos para aliviar el dolor como las aspirinas o los anti-inflamatorios suelen ser la causa.

Comer zanahorias mejora la vista.

Falso. Este cuento puede haber comenzado durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la inteligencia Británica propagó el rumor de que sus pilotos tenían una vista remarcable porque comían muchas zanahorias. Es que no querían que los Alemanes supieran que hacían uso del radar. Las zanahorias (y otros vegetales ricos en vitamina A) ayudan a mantener una vista sana pero consumir cantidades superiores a las recomendadas no mejora la vista.