La extraña criatura que apareció en una playa tras el paso del huracán Harvey

En una playa de Emu Park (Queensland, Australia) un lugareño captó los restos de una criatura misteriosa, publicó la imagen en su cuenta de Facebook y provocó una discusión respecto al origen de ese animal muerto, informa el rotativo local The Morning Bulletin.

Justin Hill, quién halló esos restos el pasado 14 de diciembre, aseguró que la criatura medía un metro y medio y su cabeza era «del tamaño de una pelota de baloncesto», según recoge RT.

Además, el animal tecía dientes y una cola que estaba «casi comida» por otros habitantes del mar, supuso Hill, quien especuló con la posibilidad de que se tratara de un tiburón.

Misteriosa criatura marina aparece en las costas de China

Esta misteriosa criatura marina sembró el desconcierto entre los pescadores que la avistaron flotando en las costas de China.

El animal parecía tener dos dientes laterales y uno grande en el medio de un largo hocico cuando fue descubierto entre las enormes redes de los pescadores.

Las informaciones apuntan a que cuando lo encontraron ya estaba muerto. En un vídeo, se ve que el animal tiene una piel lisa y brillante de color gris. Sus captores lo describieron como algo “parecido a un delfín”.

El lugar en el que fue encontrado está cerca de la ciudad de Zhoushan. Como no tenía aleta, cogió por sorpresa a los dos hombres que lo recuperaron, así como a la gente que lo vio mientras era arrastrado hacia la orilla.

La revista china sobre fauna Bo Wu señaló que probablemente era un espécimen de una familia de ballenas picudas (Ziphiidae).

Identidad: varios expertos en fauna creen que el animal podría ser una ballena (CEN).

Es probable que fuese una ballena joven, ya que otros ejemplares de su especie suelen crecer mucho más.

La ballena picuda es poco frecuente en los mares de China y no está considerada como una especie en peligro de extinción.

Hallan una misteriosa pirámide bajo el océano Atlántico de 60 metros de altura

Un marinero portugués ha encontrado una pirámide bajo el océano Atlántico de 60 metros de altura y con la base de unos 8.000 metros cuadrados, es decir, más grande que un estadio de fútbol.

El marinero Diocleciano Silva localizó la estructura en las Azores (archipiélago portugués de nueve islas) entre las islas Terceira y San Miguel con la ayuda de una carta batimétrica, un procedimiento que muestra el relieve del fondo marino y aporta información adicional de navegación en superficie.

Silva afirma que la base de la pirámide abarca una superficie de unos 8.000 metros cuadrados y sugiere que la estructura no tiene un origen natural.

Este hallazgo peculiar ha despertado la intriga de la comunidad científica y del gobierno regional que ya están investigando el descubrimiento con el apoyo de la Armada portuguesa.

La Radio y Televisión de Portugal (RTP) ya evoca la leyenda de la Atlántida a raíz de este misterioso hallazgo.