Megalitos : Las Tablillas de Glozel

Glozel es una localidad situada a veinte kilómetros de Vichy en Francia. El 1marzo de 1924, un agricultor llamado Emile Fradin encontró restos arqueológicos (piedras, tablillas de arcilla, vasijas de cerámica y piezas de hueso) que mostraban una extraña escritura que pasó a denominarse la escritura de Glozel.

Fradin, que por aquél entonces contaba con 17 años, se encontraba junto a su familia trabajando las tierras cuando por casualidad hundió una de las patas de la vada que utilizaba para arar la tierra en el terreno, abriendo un agujero que contenía una fosa con restos de cerámica, huesos y figuras. Pensando que habría algo más, y con ayuda de sus familiares, escabaron la zona.

Encontraron una tumba con dos vasijas. Como esperaban hallar algo de ayor valor, rompieron éstas vasijas para descubrir que en su interior solo contenían tierra. Tambien encontraron piedras grabadas y tablillas de arcilla cocida con inscripciones y algunas piezas fabricadas en hueso.

El Campo de los Muertos

A partir de ese momento, Emile comenzó a coleccionar y catalogar las piezas encontradas a la vez que trataba de restaurar las vasijas que había roto con anterioridad. Por otra parte, su abuelo dió a conocer los hallazgos, invitando a la gente a realizar sus propias excavaciones en la zona que pasaría a ser denominada «El campo de los muertos».

Algunos años más tarde, el médico Antonin Morlet, aficionado a la arqueología, estudio el conjunto de los restos encontrados en Glozel. La antiguedad de los mismos, estudiada mediante analisis termolumínico y de Carbono-14 se situa entre 17.000 y 2.000 años, aunque otros análisis como la radio termoluminiscencia han asegurado que la antigüedad varía entre los 2.600 años y 1.650 años.

La escritura que aparece en los restos encontrados no es igual a ninguna otra aunque muestra ciertos parecidos con muchas de ellas, lo que podría quizas indicar que se trate de algún estilo de preescritura a partir de la cual se han desarrollado otras como la tartésica, la sumeria, la fenicia, la ibérica o la etrusca. Las tablillas con la escrituras se encuentra en el museo de la localidad.

Algunos detractores de Glozel afirman que los métodos utilizados para conocer la antiguedad permiten aproximarse a la edad del material, pero no a la fecha excacta en que fueron realizadas las inscripciones, por lo que los grabados en los objetos podrían ser posteriores a las fechas que arrojan los análisis.

Otro método de datación, la radiotermo-luminiscencia también fué empleada con estos objetos indicando que su antigüedad podría estar entre los 2.700 y los 1.650 años.

Otras pieza curiosa de la colección es una piedra que contienen el dibujo de un reno. El misterio radica en que éstos animales habían desaparecido en Francia hace unos 10.000 años.

La escritura Glozel.

Sin duda, lo más fantástico de los restos de Glozel es la escritura que se encuentra en las tablillas y en la mayoría de los demás objetos, conocida ya como escritura glozeliana.
Esta escritura no es igual a ninguna otra aunque muestra numerosas similitudes con muchas de ellas. Para algunos estudiosos, esto no haría sino confirmar que la escritura glozeliana está detrás del origen de la escritura, esto es, que fue la raíz desde la cual se desarrollaron las demás, como por ejemplo la sumeria, la fenicia, la ibérica o la etrusca.