Tinker Bell: Fotografía de un hada en el fondo del jardín.

Phyllis Bacon quedó sorprendida cuando al ver que en la fotografía que acababa de tomar de su jardín, aparecía claramente la imagen de un ser extraño revoloteando sus alas entre las ramas de un arbusto, al fondo del jardín de su casa en un poblado de Londres llamado New Addington.

A pesar de no haber encontrado ningún rastro de plata de lo que parece ser una hada igual que las que aparecen en los cuentos de niños, se conforma con exhibir la única prueba del mágico suceso ocurrido durante una tarde de verano de 2007.

Al principio, la señora Bacon se mostró reacia a mostrar la fotografía por temor a que la opinión pública la tildara de «loca» o de «fraude». Sin embargo, desde hace un tiempo, está dispuesta a buscar una explicación racional al fenómeno, motivo por el cual decidió finalmente hacer pública la imagen.

Las hadas de Cottingley (1917)

La fotografía desató una nueva polémica sobre la existencia de las Hadas y como es habitual, están quienes afirman que es posible que estos pequeños seres existan y aquellos que recuerdan el famoso caso de las hadas de Cottingley (1917). Una fotografía que Frances Griffiths le tomó a su prima; Elsie Wright de 16 años mientras jugaba en su jardín rodeada de pequeñas Hadas. La ilusión de las hadas de Cottingley, duró varias décadas hasta que por fin admitieron que se había tratado de un truco.

Las Hadas existen?

La idea generalizada es que los cuentos de hadas pasaron de generación en generación por transmisión oral hasta que entre los siglos XIX y XX, se trasladaron al papel y se transformaron en literatura. Sin embargo, Ruth B.Bottigheimer, profesora de la Universidad Stony Brook de Nueva York defiende en ‘Fairy Tales: A New History’ (Cuentos de Hadas: Una nueva historia) una teoría diferente.

Según los estudios realizados por esta profesora, esa idea clásica sobre los cuentos de hadas es falsa. «El análisis literario lo mina, la historia de la literatura lo rechaza, la historia social lo repudia y la historia editorial lo contradice», sentencia Bottigheimer, que sitúa en la Venecia del siglo XVI el nacimiento de un tipo de cuento de hadas muy específico: el cuento de ‘ascenso’, según lo denomina.

El ejemplo más claro de este tipo de narración es el de Cenicienta, en el que, gracias a la magia, una muchacha pobre consigue la riqueza y el matrimonio con un príncipe. Bottigheimer desmitifica la historia y la enmarca en la situación económica y social de Venecia en el siglo XVI: sumergida en una grave recesión económica y con unas leyes que prohibían el matrimonio entre nobles y plebeyos.

La profesora, según informaciones del diario británico ‘The Guardian’ recogidas por Europa Press, argumenta que los elementos clásicos de un cuento de hadas -los objetos mágicos y el enriquecimiento repentino de un personaje- no eran nuevos en el siglo XVI. «Lo que fue diferente fueron esos cuentos de hadas ‘de ascenso’ construidos en ese tipo de esperanzas generalizadas de una mejora en sus vidas», argumenta.

En su libro, Bottigheimer señala que ese tipo de género fue inventado por Straparola, autor de una colección denominada ‘Le piacevoli notti’ (Las noches apacibles) en torno al año 1550, en la que se encuentra la primera versión conocida de ‘El gato con botas’. De Straparola, cuya colección se vendió bien en Italia -asegura- estos cuentos habrían dado el salto a países como Francia o Alemania.

Hadas Asesinas: Sucedió en Inglaterra en el siglo XVII

Un estudio rutinario en los archivos históricos de una parroquia inglesa ha permitido encontrar unos documentos que achacan la muerte de cuatro vecinos de la zona a la acción de unas hadas malignas que los asustaron hasta morir. «Nunca me había encontrado con nada similar», manifestó la archivera Anne Rowe después de encontrar estos documentos que hacen referencia a la causa de la muerte de las personas enterradas en el cementerio y están datados entre los años 1656 y 1663 en la parroquia Lamplugh, situada en la región de Cumbria (Reino Unido).

Además del registro de esas cuatro personas «asustadas hasta la muerte por las hadas» también hay referencias a otro individuo que fue conducido por una luz fantasmal hasta el estanque en el que se ahogó y a otros siete que murieron tras haber sido embrujados.

Rowe asegura que el documento es genuino, aunque no sabe si atribuir la citada lista a las «supersticiones» de sus antepasados o a su «sentido de humor».

La gran mayoría de las defunciones registradas en los documentos se debió a causas naturales, pero también hay constancia de las de tres ancianas que murieron ajusticiadas por practicar la brujería.

Los documentos muestran, en opinión de Rowe, «una Inglaterra del siglo XVII profundamente supersticiosa. Eran tiempos socialmente inseguros en los que la gente estaba asustada por las hadas y por otros seres sobrenaturales».

Autor: Miguel Seguí
Revista Más Allá, Febrero 2007