Los origenes de la magia

La Magia es el conjunto de artes y métodos antiguos de conocimientos misteriosos que mediante la praxis empírica ha ido acumulando conocimientos herméticos y transformándose a través del tiempo, dando lugar, antes de nuestra era, a diversas formas de magia, después, desde mediados del siglo XIX, al nacimiento de la Meta psíquica y finalmente, con la moda del cientificismo de principios del XX, a la nueva denominación de Ciencias Ocultas, aunque su terminología genérica correcta es la de Ocultismo.

Dentro de estos conocimientos se engloban todos los del mundo de la magia, los cuales están formados por métodos, sistemas, técnicas y artes esotéricas que se han perpetuado secretamente a través de los tiempos y han dado lugar a las hoy llamadas Ciencias Ocultas, que si bien no son ciertamente ciencias exactas, sin embargo son métodos empíricos que frecuentemente funcionan con éxito a través de la voluntad, el gesto, la palabra y la mente del Hombre.

La Magia como filosofía está formada esencialmente por la escuela de pensamiento «mistérico» que se ocupa de ciertos hechos extra naturales y cuya génesis parece trascender las leyes de la naturaleza. Sin embargo, la magia como praxis empírica se fundamenta en el funcionamiento de la denominada Magia Simpática.

Bajo estas premisas la magia incluye también la manifestación secreta de rituales mágicos compuestos de invocaciones, conjuros y sacrificios destinados a influenciar al resto de los seres y cosas del mundo que nos rodean, porque en realidad, el verdadero objetivo primordial de la magia, desde su nacimiento, ha sido el de pretender influir en la Naturaleza y en las criaturas que en ella habitan, provocando que la evolución de los hechos sean siempre causales y nunca casuales, es decir, hechos provocados de forma predeterminada y producidos como consecuencia de la generación de un acto mágico previo. Además, la magia engloba un conjunto de disciplinas mistéricas que son utilizadas como formas de magia práctica, ya que el hombre desde su nacimiento siempre ha buscado conocer los misterios de la vida. Las primigenias formas de magia estaban encaminadas al conocimiento del futuro (Por ejemplo, nunca emprendían una larga cacería en busca de comida, sin antes el hechicero o chamán haber llevado a cabo un ritual mistérico en el que predecía el momento en que esta iba a ser fructífera). Pero para entender este proceso hay que remontarnos a los orígenes de la magia. Continuar leyendo «Los origenes de la magia»

Esotérica: Brujo, mago y hechicero

Si bien los términos esotéricos: brujo, mago y hechicero son sinónimos, en el mundo de la wicca se utilizan reifiréndose a personas con poderes similares, pero de características algo distintas. A continuación definimos éstos términos:

Brujo: se le dice así al wiccano que ha sido iniciado en la Antigua Religión en un coven o por vía familiar, y que sus prácticas las realiza en grupo. En su vida o en momentos determinados, pertenece a un coven o crea uno. Asimismo, opta por tener discípulos.

Mago: se le dice así al wiccano que ha tenido su iniciación en un coven o con un maestro o maestra en la brujería, pero que prefiere practicar la wicca solo/a. Eventualmente (y por desición propia), tiene discípulos o no.

Hechicero: este término se utiliza para referirse a los wiccanos que no forman parte de un coven, que no han tenido un maestro quien los inicie y que se han iniciado en la wicca por cuenta propia (lo cual no es nada malo, como muchos piensan) También se refiere a quien prefiere no tener discípulos ni formar un coven.

¿Que nos demuestra esto?, que los caminos que la wiccanos brinda son diversos y nunca impuestos: cada uno practica la Antigua Religión como mejor se siente al hacerlo.