La «sirena momificada» del museo de Buxton

Los estudiantes de la Universidad inglesa de Lincoln están tratando de llegar al fondo del misterio de una sirena momificada descubierta en el siglo 19.

La Sirena de Buxton

La sirena de Buxton, es una creación extraordinaria que data del siglo 19 y que en apariencia se compone por partes de distintos animales unidos entre sí. El cabello de la mítica criatura es de origen humano, mientras que la cola parece ser de un pez.

«Ella pudo haber venido de Japón y el Lejano Oriente», dijo Anita Hollinshead, una de las estudiantes del proyecto. «Los pescadores de esa zona, construían éste tipo de críptidos y los vendían como auténticas sirenas para incrementar sus ingresos»

Docentes y alumnos de dicha Universidad estarían realizando pruebas de ADN para descubrir los orígenes de ésta pieza momificada que el museo de Buxton conserva desde hace más de diez años.

Los exámenes de rayos X han demostrado que la parte superior del cuerpo de la sirena es una estructura de madera y las costillas están hechas de alambre.

«Los dientes son huesos tallados y creemos que los ojos son en realidad una especie de concha de moluscos», dijo la Sra. Hollinshead.

En algunos otros casos similares, se demostró que la parte superior de los cuerpos pertenecían a simios, sin embargo, este no es el caso de la Sirena de Buxton. El equipo seguirá realizando pruebas para determinar como está hecha la piel de la sirena.

La investigación, sugiere que hasta el año 1982, la sirena Buxton estuvo con otro ejemplar de su especie, «un tritón» en el Instituto de Historia de la Medicina, en Londres. El tritón está ahora en el Museo Horniman, también en Londres.

La sirena y el tritón se reunirán en el Museo de Buxton y la Galería de Arte para una exposición del 19 de marzo al 13 de mayo del año 2012.

El monstruo marino de Nueva Zelanda

En abril del año 1977, las redes del barco de pesca japonés Zuiyo Maru hicieron una extraña captura frente a la costa de Nueva Zelanda: Se trataba de un animal marino desconocido, de unos quince metros de largo, que a todos les pareció como un monstruo extraído de los relatos fantásticos de Julio Verne en 20.000 leguas de viaje submarino.

La tripulación sacó aquel cuerpo del agua y tomó fotografías en color del «monstruo de las profundidades», pero el capitán del barco, temiendo contaminar la carga, ordenó que fuese arrojado por la borda.

El profesor Tokio Shikama, especializado en el estudio de animales antiguos, en la Universidad Nacional de Yokohama, estudió las fotografías y declaró que aquel cuerpo no correspondía a ningún mamífero o pez conocidos. En realidad, lo comparó con el de un plesiosaurio que había morado en el océano, pero se había extinguido hacia más de 100 millones de años.

Otros varios barcos de la zona buscaron los restos de la criatura arrojada al mar por los japoneses, pero sin éxito. Lo triste es que un solo ejemplar de plesiosaurio habría valido mucho más que todos los peces ordinarios capturados por el capitán.

Un alien encontrado en Brasil

El 26 de septiembre de 2011, un lugareño de Itajubá, Brasil, grabó un video en el que aparece una extraña criatura desconocida en aparente descomposición. Según el relato del autor del video, durante dos noches concecutivas su perro (Spoke) no paraba de ladrar, pero os intentos por descubrir que sucedía se encontraban frustrados al salir a inspoccionar la zona. Pero esa mañana sintió primero un olor pútrido casi insoportable, y al soltar el perro de su encierro, el mismo fue directo donde se encontraba el cadáver de un presunto extraterrestre.

Este extraño ser, que podemos ver en la filmación, media aproximadamente 45 cm, poseía dos dedos en los pies, y 3 dedos en cada mano. El cadáver permaneció 4 días en el lugar hasta que así como llego, se fue, lo que si quedo en el ambiente fue el desagradable olor por varios días más.