¿La gran muralla china es visible desde la luna?

Durante mucho tiempo se creyó que la Gran Muralla China era el único objeto construido por el hombre que era visible a simple vista desde la Luna. Pero ésto no es cierto!. Desde la Luna no se puede ver la Muralla China, ni ninguna otra creación humana.

El origen del mito

La referencia más antigua de este mito se encuentra en una carta hecha por el anticuario inglés William Stukeley, quien en 1754 escribió:

«Esta asombrosa muralla (Refiriéndose a la Muralla de Adriano) solo es superada por la muralla china, que forma una considerable figura sobre el globo terrestre, y que podría ser vista desde la luna».

Más adelante, en 1932, una caricatura de la publicación Ripley’s Believe it or not!, describía a la muralla como «el más asombroso trabajo del hombre, el único que sería visible desde la superficie de la Luna».

También en los libros de texto de muchas escuelas alrededor del mundo era normal encontrar este tipo de afirmaciones. Sin embargo, ninguna de las referencias al mito están basadas en algún tipo de evidencia real, por el mero hecho de que nunca nadie antes había sido capaz de elevarse tanto desde la superficie de la Tierra. Continuar leyendo «¿La gran muralla china es visible desde la luna?»

Misterios resueltos; El monstruo del Mar Caspio

Muchos sucesos que parecen a primera vista misteriosos e inexplicables, suelen tener respuestas naturales. Con motivo de mostrar a nuestros lectores, alguno de éstos casos a lo largo de la historia, es que decidimos crear una nueva categoría denominada: Misterios develados. A continuación, se relata el conocido caso del «Monstruo del Mar Caspio», obtenido del blog de Asombros diarios; Fogonazos

A finales de los años 60 un satélite de la CIA detectó la presencia de un extraño objeto que se desplazaba a toda velocidad sobre superficie del mar Caspio. En las aldeas del lugar, algunos pescadores kazajos decían haber visto una espantosa criatura que volaba sobre las aguas. El satélite mostraba una sombra de dimensiones descomunales, que se movía con enorme facilidad en todo tipo de superficies; tan pronto se encontraba sobre la costa como cruzaba el mar a una velocidad endiablada. Sin saber aún de qué se trataba, los americanos empezaron a hablar del “monstruo del Mar Caspio”.

Años después, los servicios de inteligencia descubrirían que se trataba de un gigantesco aerodeslizador diseñado por los científicos soviéticos. Un híbrido entre el avión y el barco con 92 metros de eslora, 36 de envergadura y un peso aproximado de 450 toneladas.

El aparato había sido construido para aprovechar el denominado “efecto suelo”, el mismo que aprovechan las aves para planear sobre el agua. Se desplazaba a una altura indetectable para los radares a velocidades superiores a los 500 km/h. También era capaz de desplazarse sobre tierra, en superficies relativamente planas. Le bastaba aumentar ligeramente la potencia de sus motores para elevarse unos 300 metros, sortear todos tipo de obstáculos y lanzar sus misiles contra el objetivo.

El verdadero nombre de aquellos prototipos era el de «ekranoplanos», vehículos revolucionarios que combinaban las mejores cualidades de los hovercrafts y los aviones. En los siguientes años los soviéticos diseñaron diferentes modelos que les permitirían desplazar a largas distancias a centenares de soldados y carros de combate en un tiempo récord.

Finalmente, fue la falta de medios y la caída de la Unión Soviética lo que abocó a estos dinosaurios a la desaparición.

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