Una ballena casi se traga a un buzo

Dos buzos se encontraban pescando en una jornada rutinaria en Souza Rock, en la costa de California, cuando se llevaron un tremendo susto. Resulta que dos ballenas jorobadas también estaban buscando algo de cenar y emergieron de las profundidades con las bocas abiertas para capturar la mayor cantidad de peces posibles. Los cetáceos salieron a pocos pies de los nadadores y uno de ellos por poco termina siendo la cena.

Sin dudas, una experiencia aterradora. «Vas a tener que limpiar muy bien ese traje», le dice entre risas un pescador que estaba en el bote a uno de los buzos.

Descubren el virus más grande del mundo

Hace diez años, cuando se encontraron los primeros virus gigantes, se comenzó a cuestionar cuál era el mayor tamaño que podían alcanzar y cómo de grande podía llegar a ser el genoma de estos agentes infecciosos.

Ahora, ha sido identificado un nuevo virus gigante que le arrebata a Megavirus chilensis el título de virus más grande del mundo. Pandoravirus es el género propuesto para estos nuevos gigantes, tan grandes que son visibles al microscopio óptico convencional y con un genoma que supera el de muchas bacterias.

«Encontrar esta nueva familia de virus con genomas del tamaño de los eucariotas parasíticos más pequeños nos está indicando que podría no haber límites al genoma y la complejidad de estos virus gigantes», explica Chantal Abergel, una de las investigadoras que ha colaborado en el trabajo que se publica en la revista Science.

Pandoravirus dulcis, encontrada en un lago en Australia, y Pandoravirus salinus, identificado en sedimento marino en Chile, son según Abergel «los primeros virus gigantes no icosaédricos, tienen una forma ovoidal que se asemeja al de algunas bacterias». Además, según el estudio, el 93% de los genes de Pandoravirus no se parecen a nada conocido.

Mientras el anterior récord de tamaño lo ostentaba Megavirus chilensis con 0,7 micrómetros (milésima de milímetro) y un genoma de 1,26 megabases, P.salinus y P. dulcis alcanzan un micrómetro de tamaño, por lo que son visibles al microscopio óptico.

Sus genomas, de 2,5 megabases (P.salinus) y 1,9 megabases (P. dulcis), superan al de muchas bacterias y alcanzan el de algunos eucariotas parasíticos. «El material genético de P. salinus incluiría unos 2.500 genes, y el de P. dulcis unos 1.900» indica el investigador.

Los dos son capaces de infectar a Acanthamoeba, uno de los protistas más comunes del suelo y, según el estudio, el ciclo de replicación duraría entre 10 y 15 horas.

La bibliografía indica que ya habían sido observados miembros de este grupo hace 13 años, pero no se les había identificado como virus. «Los denominaron endosimbiontes y probablemente pensaron que eran bacterias ya que Acanthamoeba normalmente se alimenta de ellas», explica Abergel.

Clonación – En 5 años tendremos un dinosaurio vivo

El resultado, según el científico, será un animal completamente nuevo, una especie de «pollosaurio»

Si la idea se le hubiera ocurrido a cualquier otro, seguramente no habría merecido ni una sola línea de comentario. Pero su máximo impulsor es Jack Horner, de la Montana State University, uno de los paleontólogos más prestigiosos del mundo, el que cambió nuestra forma de ver los dinosaurios, el que demostró que, como las aves, eran criaturas sociales, el científico, además, en quien se inspiró Steven Spielberg para hacer «Parque Jurásico». Y resulta que, como en la famosa película, Horner está completamente decidido, desde hace ya varios años, a devolver a la vida a un dinosaurio. El célebre paleontólogo ha visitado estos días Madrid, para tomar parte en «El ser creativo», el III Congreso de Mentes Brillantes, en el que participa junto a otros veinte científicos de las más variadas disciplinas.

– ¿Cómo piensa usted «resucitar» a un dinosaurio?

– Desde luego no será como en Parque Jurásico… Partiremos de un embrión de pollo y, mediante ingeniería genética, le haremos dar marcha atrás en el tiempo hasta sacar el dinosaurio que lleva dentro. No será, al principio, un dinosaurio completo, pero sí que tendrá muchas de sus características.

– ¿Muchas de sus características?

– Sí. El resultado será un animal completamente nuevo, un «pollosaurio» (o «dinopollo», como prefiera), con muchas de las características físicas propias de los dinosaurios. Se trata de conseguir «dar marcha atrás» a la evolución y resucitar en el pollo una gran cantidad de rasgos propios de los dinosaurios, desde el tamaño a los dientes o las garras. Continuar leyendo «Clonación – En 5 años tendremos un dinosaurio vivo»