Disfunción espacio-temporal

Cada tanto se tienen noticias de fenómenos muy raros. A mediados del 2010, un crucero de placer que navegaba a la altura de la Costa Azul del Mediterráneo, de muy gran envergadura, que por lo general, siempre evade al mal tiempo, se encontró con una enorme ola que lo tomó enteramente de sorpresa y que introdujo una gran cantidad de agua incluso por los ventanales de los pisos superiores.

Tan rápido como apareció, esta enorme ola desapareció; lo extraño, que debería haber ocasionado hasta un sunami sobre las costas cercanas y nada de esto pasó. El crucero debió ser llevado a puerto, para hacerle ciertas reparaciones y desembarcar a pasajeros deseosos de no proseguir en la travesía (Costa Cruceros).

Unos años antes, dentro de la zona del triángulo de las Bermudas, un gran petrolero, de más de trescientos metros de longitud, fue barrido por una enorme ola, que apareció de repente y casi sumerge a la embarcación-como lo testifica la filmación del evento hecho por el capitán-; en minutos, como en el caso anterior, todo se había disipado.

Si las naves hubiesen sido de menor porte, el agua las hubiera hundido.

Esas olas extrañas, también aparecen en el triángulo del Dragón, del otro lado del mundo, donde desaparecen muchas naves y aviones y donde suelen verse apariciones atemporales de navíos fantasmas.

Similares cosas acontecen en los Grandes Lagos, durante furiosas tormentas, muy cerca de Chicago.

Este tipo de fenómenos son relatados por la Biblia desde la más remota antigüedad, como el escape de Egipto, por los judíos a través del Mar Rojo, donde las aguas se apartan dejando ver una zanja de paredes líquidas.

Un “milagro” atribuido a dios y hoy sospechado como un hecho portentoso, ocasionado por altas tecnologías y que aparecen muchas veces como efectos colaterales de actividades extraterrestres.

Parecería que estas enormes diferencias en la altura del mar, son debidas a un quiebre del espacio-tiempo: un sector del mar, tiene la altura que tenía en alguna otra época, y que aparece momentáneamente en ese preciso lugar, que inmediatamente acusa este desnivel y aparece la enorme ola de 25 o más metros de altura. Al interrumpirse la anomalía, todo vuelve a la normalidad, en lo referente al mar, pero no a los hechos que ese efecto provoca (las desapariciones y hundimientos).

Similares a las neblinas electrónicas violetas, que rodean a naves volantes terrestres, ocurriendo siempre la pérdida de las mismas, salvo en dos hechos perfectamente documentados. Los relatos son de los dos sobrevivientes, que han marcado las anomalías y la distorsión espacio-temporal, recorriendo distancias a velocidades desusadas y apareciendo en lugares alejados del destino final.

Esta neblina violeta aparece en el relato de muchos abducidos. Rodean a las naves extraterrestres y se asocian a cambios espacio- temporales (Cabo Valdez-Chile).