El terremoto de Japón y las profecías de Parravicini

Una impresionante psicografía de Benjamín Solari Parravicini que data de año 1939 parece haber pronosticado el terremoto que sacudió a Japón.

En el dibujo, publicado en la página 123 del libro «Profecías inéditas y finales de BSP», de Pedro Romaniuk (Ed. Larín, 2007) aparecen figuras que posicionan geográficamente el epicentro de un suceso de gran magnitud en Japón junto a una frase:

«Ruido de ruidos ensordecerán las alturas. La bomba F».

Las especulaciones sobre el gráfico llevan a pensar que «la bomba F» podría hacer alusión tanto a una fusión nuclear, como la que se sospecha que se desencadenó en los reactores de la central nuclear Fukushima, o también al nombre de la ciudad en cuestión donde se encuentran los reactores. También podría tratarse del término Fujita que los japoneses emplean para medir la magnitud de una catástrofe.

Las predicciones de Parravicini, el «nostradamus argentino» se han ido cumpliendo a lo largo del tiempo con relativa certeza y numerosos libros se han publicado acerca de sus más de mil dibujos premonitorios.

Entre sus profecías, Parravicini anunció la guerra de los seis días entre Israel y sus vecinos, la asención de Franco al poder en España, la carrera espacial entre USA y Rusia y hasta la crisis económica argentina del 2001, asegurando que se trataría de un experimento que luego se llevaría a cabo en el mundo entero.

Las profecias de Julio Verne

Julio Gabriel Verne, (08/02/1828 – 24/03/1905) – Es considerado el padre de la ciencia ficción y un gran visionario, ya que describió en sus novelas, mundos futuros y aparatos increibles que supieron cobrar vida incluso muchos años después. Aunque algunos, pensaran en el pasado, que sus ideas eran propias de una imaginación portentosa, otros nos sorprenderíamos en el futuro, de ver sus inventos y sus predicciones hechas realidad en nuestro presente. Estas características lo postulan como uno de los profetas con más aciertos en la historia de la humanidad.

Pero, fue Julio Verne realmente un profeta o su gran genialidad estuvo ligada a una serie de casualidades afortunadas. Verne logró anticiparse con más de un siglo de antelación a numerosas situaciones como el primer viaje a la luna, o la invención del fax.

Adivinó, entre otras cosas que las grandes ciudades del futuro estarían iluminadas por luces eléctricas de gran potencia. Profetizó la llegada del hombre a la Luna un siglo antes de que el Apolo 11 la hiciera realidad. Predijo la existencia de un tren metropolitano que, con diferentes líneas, recorrería la capital francesa en el siglo XX. En 1863, adelantó la existencia, a finales de nuestra centuria, de un equivalente al actual correo electrónico. Habló de un sistema de comunicación a distancia automático y secreto.

El Nautilus, creado en 1870, con el que el Capitán Nemo navegaba bajo los mares del mundo en 20.000 leguas de viaje submarino, parece ser el prototipo del primer submarino atómico construido por los Estados Unidos en el año 1955. Y en relación a los viajes lunares, estimó la longitud y el diametro de su bala de cañon en cifras casi idénticas a la cápsula norteamericana. También fijó la velocidad de «escape» en unos 11.000m/s, con poco error a la velocidad verdadera. Para Julio Verne la ubicación de su «cañon sideral» en el momento del disparo debía estar en algún país que se extienda entre los 28 grados al norte y los 28 grados al sur del Ecuador. El paralelo 28 de latitud norte cruza el continente americano un poco más abajo de Cabo Kennedy. El sitio de lanzamiento para la ficción de Julio Verne estaba a menos de 140 millas del lugar real donde se hizo el lanzamiento del Apollo II»

Acerto al anticipar el vuelo experimental de los perros en la investigación astronáutica; y que sean precisamente tres los viajeros del espacio que él se inventa, lo mismo que ocurriría un siglo después con los tripulantes del «Apollo», y que sus tres protagonistas caigan a la Tierra en un punto del Océano Pacífico casi exacto al que fue escenario del amerizaje de Amstrong, Aldrin y Collin.

El estado de ingravidez en el espacio exterior lo imaginó con una certeza y una serie de detalles reales que asombran; y también pensó que sería Estados Unidos quien lograra la gran hazaña. Por eso colocó en su bala a dos norteamericanos y un francés…con poco error ya que dos de los tripulantes del triunfal viaje a la Luna son norteamericanos y uno, Collins, es nacido en Roma. Es decir, no es estadounidense sino latino (siquiera por el lugar de nacimiento). Continuar leyendo «Las profecias de Julio Verne»

A veces me pregunto…

Muchas veces tengo flashes, cosas que sin casi elaboración, se transforman en artículos.

Siento un gran impulso, no puedo dejar de escribir.

Hoy me pasó, sentí que debía escribir sobre un artista, que también sentía este tipo de «destellos», a los que al final, no pudo sustraerse.

Desde hace un tiempo, yo no solo no evito esta tendencia «paranormal», sino que la he venido fomentando, con ejercicios akáshicos y estados mentales especiales.

Así se pueden plasmar muchos relatos que se enriquecen con esta veta, a lo normalmente adquirido.

Sus muchos biógrafos aseguran que Don Benjamín Solari Parravicini, solía anticipar hechos de la vida cotidiana. Y algo más. En sus muchos dibujos, a los que agregaba textos más o menos claros, una gran cantidad de «intérpretes» han venido dando diversas explicaciones y con el paso de los años, les han arrimado sucesos, de lo más diversos, siempre dando a entender que son profecías cumplidas.

Así casi todos los acontecimientos importantes terminan siendo presentidos por él y lo que es peor, se va perfilando una interpretación filosófica neocristiana «parravicinesca».

Así, según una enorme cantidad de adeptos le atribuyen la escritura de otro Apocalipsis, una buena cantidad de la humanidad «castigada» por Dios, guerras atómicas, cánceres generales debido al estroncio de la leche, planes de dominación de la masonería inglesa y otro sinfín de disparates.

Hoy se sabe que el cambio de los polos magnéticos es un hecho más o menos habitual en la historia terráquea. La «uranización» de la Tierra es un hecho con cada terremoto y corrimiento notable de las placas tectónicas y su correlato de distribución de las masas.

El final de las religiones no lo asocia a un mayor conocimiento científico y a la cercanía del gran evento del inicio de las relaciones interplanetarias. La caída de Roma, el papado y el Cristianismo, no es el fin del mundo, es el comienzo de conocer verdades y no simples mitos. Para el, el Demonio es la principal causa.

Por eso me pregunto, como escribí en el título: Porqué no veo tan importantes sus profecías en mis experiencias akáshicas?