Existen los Poderes Psíquicos?

El siglo XIX, su ímpetu innovador, descubridor de nuevas del saber, creó a mediados del siglo la época de la metapsíquica, que constituyó el embrión de la parapsicología moderna. Esta última se considera que comenzó a principios de los años 30 con las experiencias del laboratorio sobre percepción extrasensorial, en la Universidad de Duke.

Unos años más tarde, comenzaría la investigación; también con el método estadístico, de otro fenómeno denominado psicoquinesis o acción de la mente sobre la materia.

Así llegamos al punto en que nos preguntamos ¿qué es la parapsicología?. La definimos como la ciencia que estudia los fenómenos paranormales. Pero…. ¿qué son estos fenómenos? Son aquellos fenómenos producidos por la mente humana que se consideran al margen de las facultades calificadas como normales por la ciencia de hoy.

Clasificación de los fenómenos parapsicológicos

Los fenómenos parapsicológicos, se encuadran dentro de dos grandes clasificaciones:

  • Fenómenos psigamma – o de conocimientos de percepción extrasensorial (Pg)
  • Fenómenos psi-kappa – o de acción de la mente sobre la materia (P.K)

A su vez, los fenómenos psigamma comprenden la telepatía o conocimiento del pensamiento de otras personas, la clarividencia o conocimiento de objetos y hechos a distancia y la precognición (conocimiento de hechos futuros). Naturalmente este conocimiento no es realizado mediante los medios sensoriales conocidos.

Y los fenómenos psi-kappa, por su parte, pueden ser clasificados en: psicoquinesia, que, a su vez, comprende en su sentido más amplio diversas manifestaciones de como la fotografía psíquica, los poltergeist y los encantamientos.

En ambos casos se trata de una acción mental directa sobre la materia, distinta de la que realizamos habitualmente con nuestros órganos periféricos. Dicho de otra manera, la mente, por medios desconocidos, podría alterar la materia e influir sobre su posición, estructura, etc; unas veces consciente y otras inconscientemente. Es importante esta última distinción, ya que el sujeto no siempre conoce el objetivo sobre el que tiene que influir y sin embargo, lo logra.

Uri Geller

Durante el verano de 1971 en Israel, los jóvenes comenzaron a hablar de un nuevo ídolo. No era un cantante ni un deportista sino un joven mago teatral de escasos 24 años. Alto, delgado y guapo; Su nombre era Uri Geller. En su número teatral reparaba relojes descompuestos, doblaba carachas masajeándolas suavemente con los dedos y rompía anillos de metal sin necesidad de tocarlos. Los comentarios sobre su “magia”, llegaron a oídos de un conocido investigador psíquico norteamericano Andrija Puharich, quien se trasladó a Israel para investigar. El 17 de agosto de 1971 Uri Geller estaba actuando en una discoteca de Jaffa, y Puharich fue a verlo.

Lo primero que le llamó la atención fue el hecho de que Geller era un actor nato, y aunque el espectáculo, en general, decepcionó a Puharich, el último “truco” le impresionó más. Geller anunció que rompería una anilla sin tocarla, y una mujer del público ofreció una anilla de su vestido. Geller le dijo que la mostrara al público y después que la apretara con fuerza en la mano. Luego colocó su propia mano sobre la de ella y la dejó allí unos segundos. Cuando la señora abrió la mano la anilla estaba rota en dos trozos.

Después del espectáculo, Puharich preguntó a Geller si estaba dispuesto a someterse a varias pruebas científicas al día siguiente. Hasta aquel momento, Geller se había negado, pero aquella vez asintió. Continuar leyendo «Uri Geller»