La historia del Niño Buda nepalí.

Durante un par de años, miles de personas y muchos reflectores se han ocupado de observar lo que hace Ram Bahadur Bomjan, un joven muchacho de 18 años quien, un día de primavera se sentó a meditar en el hueco de una gran higuera y permaneció ahí por diez meses, sin comer ni tomar agua.

El pequeño Buda nepalí.

Bomjan o Palden Dorje (su nombre budista) es un vecino de la aldea de Ratanapuri, en el Distrito de Bara, 250 Km. al sur de Katmandú. Sus amigos dicen que siempre fue un chico normal, aunque no faltan los que lo recuerdan más por su carácter taciturno, a diferencia de la ruidosa y alegre inquietud que mostraban sus cuatro hermanos.

En busca del Nirvana?

Segun trascendidos, Bomjan empezó su meditación tras regresar de un paseo por Lumbini, el sitio donde nació el Buda. Dicen que adelgazó mucho. No es, en absoluto, normal que una persona sobreviva más de cuatro días sin beber agua. Algunos dijeron que estuvo bebiendo un líquido lechoso que obtenía de la raíz del árbol. Él mismo aseguró que se alimentaba de hierbas y que durante su ayuno no comió otra cosa. Su madre, Maya Devi Tamang, declaró que ella a veces iba a verlo pero que él no le hablaba. Sus parientes y amigos sostenían que seguiría meditando durante seis años hasta alcanzar la iluminación (El Nirvana).

Los fieles de Palden Dorje.

En verdad creen que este chico es un santo y como tal lo veneran. Dicen que es una reencarnación del Buda Shakyamuni y como prueba argumentan, entre otras cosas, que la madre del Buda también se llamaba Maya Devi. Dicen que Bomjan es inmune al fuego y a las mordeduras de las víboras. Ya en alguna ocasión el chico ardió espontáneamente y no le quedó marca alguna. También lo mordieron las víboras un par de veces, sin que eso le afectara. Por supuesto, eso despertó la curiosidad de los científicos.

La reencarnación de Buda en el siglo XXI : Verdad o fraude?

Los sucesos casi milagrosos que describen los seguidores del joven Buda nepalí, llamaron extremadamente la atención de la ciencia y la comunicación. A tal punto científicos de todo el mundo querían comprobarlo. Un grupo de personas que se encargan de protejer a Bomjan se opuso alegando como único motivo que no se debía perturbar su meditación, lo cual hace imposible tocarlo. Los investigadores de la Real Academia Nepalesa de Ciencia y Tecnología finalmente desistieron de investigar, dadas las dificultades para hacer su trabajo como deseaban. En tanto, un equipo de la empresa Discovery Channel lo grabó en un video ininterrumpido durante 96 horas y en ese tiempo no se movió en absoluto. En diciembre del 2005, un comité de nueve personas del gobierno lo observó de cerca durante 48 horas y no lo vieron tomar agua ni alimentos. Ambas escuadras de escrutiñadores se pudieron acercar hasta tres metros, siempre sin tocarlo.

Las desapariciones del pequeño Buda en el 2006 y 2007.

El 11 de marzo del 2006 el “niño buda” había desaparecido del lugar en donde había pasado meditando los últims 10 meses. Sencillamente ya no estaba. La opinión pública desató una serie de especulaciones en torno a dicha situación. Se dijo que las autoridades habían presionado a la familia y los “manejadores” del chico y que los habían asustado al advertirles que si se descubría que aquello había sido un montaje fraudulento los castigos serían severos. Sus adeptos, en cambio, suponían que se había ido a meditar a lo profundo del bosque, en un sitio menos accesible a la tremenda oleada de turistas y curiosos. Lo cierto es que del muchacho no se supo nada hasta que de nuevo se le vio en otro lugar de Nepal, el 26 de diciembre de ese año. Sin nada relevante que señalar volvió a desaparecer el 8 de marzo del 2007.

La reaparición de Bomjan; El niño Buda de Nepal.

Entre los últimos acontecimientos, se supo que unos agentes de la policía lo habían encontrado meditando en el espacio cerrado de una plaza. También lo han grabado conviviendo con sus seguidores. Como es habitual, se soslaya el aspecto medular de su práctica y su filosofía y seguramente sólo sabremos otra vez de él en cuanto realice una nueva y osada austeridad o cuando ejecute un vistoso milagro.

El código secreto de la Biblia.

En 1994, una prestigiosa revista científica dedicada a la Estadística publicó un artículo titulado: «Secuencias equidistantes en el libro del Génesis». Sus tres autores son: El Físico Doron Witztum, EL matemático Eliyahu Rips y el informático Yoav Rosenberg.

El «código secreto de la Biblia» también conocido como el código de la Torá, consiste en grupos de palabras y frases que se supone que tienen un significado y que algunos creen que están colocadas intencionadamente de forma «cifrada» u oculta en el texto de la Biblia.

El código fue descubierto en la versión hebrea del Antiguo Testamento (Torah) y fue publicado por el periodista Michael Drosnin, en su libro «El Código Secreto de la Biblia», que no tardó en convertirse en Best Sellers. Según quienes investigan a fondo estos códigos secretos, la versión más antigua de la Biblia sería el único ejemplar en el que aparecen las profesías, ya que el hecho de creer que se pueden hallar en cualquira de las miles de versiones impresas en diferentes lenguas, implicaría creer que en sus traducciones se han tenido en cuenta éstos códigos con minucioso detalle y por consiguiente restaría misticismo a la situación.

El método empleado para descubrir el código es muy conocido y consiste en eliminar los espacios entre las palabras del libro, y así convertir el texto en un único extracto de 304.805 caracteres. Esta secuencia es ingresada a una computadora que se encarga de explorar esta larga tira de letras en busca de palabras y frases que se le ingresan al programa.

Comienza con la primera letra y lee todo el texto de corrido, luego saltando de a una letra, luego de a dos, y así sucesivamente hasta terminar. Seguidamente, rehace el mismo proceso comenzando desde la segunda letra, y luego desde las demás hasta terminar. Esto se denomina ELS (Equidistant Letter Sequences) que significa «secuencias de letras equidistantes», que luego se reordena para presentarlo como matriz o crucigrama.

El código predice hechos que sucedieron mucho tiempo después de que fuera escrita la Biblia. Se indican nombres completos, fechas, lugares y otras características sobresalientes de cada uno de los sucesos.

Algunos de los vaticinios del Código secreto del Torá son los siguientes:

«Shakespeare» – «llevó a escena» – «Macbeth» – «Hamlet»
«Hitler» – «hombre malvado» – «nazi y enemigo» – «matanza»
«Edison» – «electricidad» – «bombilla»
«Newton», «gravedad»; entre muchos otros hechos históricos relevantes.

En efecto, éstas supuestas predicciones escritas hace varios siglos llaman poderosamente la atención. Sin embargo, parece haber una explicación mucho más simple que la de conferirle a las escrituras sagradas semejante atribución.

La Bliblia como una inagotable fuente de Mitos y supersticiones.

En la Edad Media, algunos teólogos judíos sugerían que, como el Antiguo Testamento era la encarnación de la palabra de Dios, la disposición de aquel texto guardaba una directa relación con las cosas del mundo. Esta doctrina fue el fundamento de una serie de disciplinas conocidas como Kabbalah (de donde deriva la palabra castellana “cábala”), que consistían en el examen de textos bíblicos para comprender la trama del Universo, o modificarlos a fin de influir sobre la realidad. Según la leyenda, ciertos cabalistas llegaron a obrar milagros (como la creación de un hombre artificial, el mítico Golem) gracias a su luminosa comprensión de la palabra sagrada. Ese es, pues, el origen de la tradición según la cual Dios insertó enseñanzas codificadas a través de la transcripciones de sus mensajeros.

Explicación racional sobre el Código de la Biblia.

La principal objeción contra el código de Biblia publicado por Michael Drosnin, consiste en que un modelo similar puede ser encontrado en otros libros aparte de la Biblia. Aunque la probabilidad de hallar una secuencia en un lugar aleatorio que responda a una palabra con significado sea baja, hay tantos puntos de partida y distancias posibles que es de esperar que tales palabras aparezcan. En respuesta a un desafío explícito de Drosnin, que afirmó que sólo la Biblia podría contener secuencias, el matemático australiano Brendan McKay encontró muchas secuencias similares en Moby Dick que contenían frases relacionadas con acontecimientos modernos. Otros estudiosos, como el físico estadounidense Dave Thomas, encontraron más ejemplos en otros textos. Además, Drosnin había usado con ventaja la flexibilidad de la lengua hebrea, mezclando libremente hebreo clásico (sin vocales, donde las letras Y y W son estrictamente consonantes) con hebreo moderno (donde Y y W suelen indicar las vocales I y U), así como las variaciones en el uso de K y T, encontrando el significado deseado. Cinco años despues de que el código fuera publicado en la revista Statical Science, Vol 9 Nº 3, un grupo de matemáticos, entre ellos Brendan McKay, publican en la misma revista que diera origen a éste misterio, un razonamiento a partir del cual siempre es posible obtener códigos que parecen premonitorios, independientemente del libro que se emplee para hacerlo.