Freakies del fondo del mar : El pez Dragón

El Idiacanthus antrostomus es también conocido como el pez dragón. Los machos llegan a medir entre 5 y 7 cm, mientras que las hembras son aproximadamente cinco veces más largas. Viven a más de 2500 metros de profundidad y pertenecen al conjunto de peces denomidados «peces abisales».

No se conoce con exactitud cuantas especies de abisales existen, sin embargo, los que se han descubierto, generalmente poseen rasgos monstruosos. Algunos de ellos tienen órganos bioluminiscentes.

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Animales sorprendentes: El Calamar Gigante

Dos de las 10 fotografías más vistas en la página web de National Geographic durante el 2008 pertenecen a calamares gigantes.

Con este tipo de hallazgos puede que se reavive el interés por encontrar al monstruo marino de las leyendas de la Edad Media. ¿Pudiera ser que tales monstruos existieron realmente, y todavía existen hoy en día? Los mismos científicos que han analizado este espécimen están alimentando esta especulación.

El calamar gigante de la foto grande de arriba fue atrapado por un barco de pesca frente a las costas de la Antártida en el año 2007 y con sus 8 metros de largo, se cree que es el calamar más grande jamás capturado.

Los expertos congelaron el animal, una hembra, poco después de su captura, preservandola para su estudio. Los biólogos han descongelado ahora al calamar gigante y comenzado el análisis de sus características únicas: ganchos en los extremos de sus tentáculos giratorios y ojos tan grandes como platos soperos.

La especie se identificó por primera vez en 1925 por dos tentáculos encontrados en el estómago de un cachalote.

El calamar está siendo estudiado en el Museo Te Papa Tongarewa en Wellington, Nueva Zelanda y los científicos han mencionado que el gigante les ha sorprendido con el mayor ojo de cualquier animal en la Tierra, pues mide unos 28 centímetros de ancho.

Cada ojo tiene una enorme lente del tamaño de una naranja y capta un montón de luz en las oscuras profundidades en las que la caza (foto de más arriba a la derecha).

«Son los únicos ojos intactos de un calamar gigante que se han encontrado,» ha dicho Kat Bolstad, un biólogo de la Universidad de Tecnología de Auckland especialista en calamares, que forma parte del equipo de investigadores internacionales nombrados por el Museo para examinar a la criatura.

El pico de este animal mide 4,25 centímetros de longitud, pero picos de 4,90 centímetros se han encontrado en estómagos de cachalotes, advirtieron los científicos, lo que sugiere que el calamar gigante puede crecer mucho más grande que el estudiado ahora.

En la foto de la izquierda puede observarse la punta del tentáculo giratorio de un calamar gigante donde lleva los ganchos, siendo una critura de las profundidades con estas características únicas.

Los científicos creen que estos colosales calamares pueden crecer hasta 14 metros, pero debido a que estas criaturas viven a grandes profundidades de hasta 1.980 metros los avistamientos son muy raros.

La otra foto que ha obtenido más visitas en el National Geographic es esta extraordinaria imagen de abajo, capturada por científicos japoneses, que recoje por primera vez un registro en vivo de un calamar gigante en libertad.

El calamar gigante fue fotografiado a 900 metros bajo el Océano Pacífico del Norte en aguas japonesas, frente a las Islas Ogasawara, al sureste de Japón, donde los científicos le atrajeron hacia las cámaras con una cuerda de pescar. Los investigadores tomaron más de 500 fotografías del calamar gigante antes de que el tentáculo al que le tenían amarrado se partiera y se alejase nadando.

Los investigadores recuperaron este tentáculo del calamar después de haber escapado. El análisis confirmó que el tentáculo pertenecía a la especie, midiendo 5,5 metros de largo. Si utilizamos este tamaño como guía, el equipo estimó que el animal tenía 8 metros de largo. El calamar gigante más largo registrado mide 18 metros, incluidos sus dos tentáculos más alargados.

Muchos calamares gigantes han llegado hasta en las playas y han sido encontrados muertos o moribundos en las redes de pesca. Este espécimen de la izquierda fue encontrado en Nueva Zelanda en 1996.