Evolución: De donde venimos?

Desprendimiento genético

La teoría más aceptada es que los chimpancés son los más cercanos genéticamente al hombre, pero hace poco se ha establecido una nueva teoría que modifica en mucho este concepto.

La Biología de estas especies nos comunica lo siguiente:

El grupo de los grandes monos antropoides apareció en el Oligoceno, período durante el cual vivían en África los géneros Propliopithecus y Oligopithecus. A partir del primero se diferenció un género que hizo su aparición en Europa durante el Mioceno medio, hace unos 12 millones de años: Pliopithecus, que suele considerarse como un hilobátido, es decir, perteneciente a un linaje que se separó hace unos 15 millones de años del tronco de los grandes antropoides y que dio lugar a los actuales gibones. Antes de esta separación, pero también en el Mioceno inferior, apareció en África de género Dryopithecus, representante de un grupo –los driopitecinos- que reúne formas estrechamente emparentadas con los póngidos y orangutanes y con los homínidos actuales. A lo largo del Mioceno, este género fue invadiendo Eurasia, donde se diversificó en múltiples especies, subgéneros e incluso géneros. .

A partir de Dryopithecus, el registro fósil es más fragmentario. Sabemos que el linaje de los orangutanes, iniciado según parece con Sivapithecus, se diferenció del tronco común hace unos 12 millones de años. También sabemos que los gorilas se diferenciaron del tronco general de nuestros antepasados hace unos 8 a 10 millones de años. Pero no sabemos con certeza si el linaje de los chimpancés se separó del nuestro hace 5 ó 6 millones de años, entre otras cosas porque no se han encontrado los fósiles que permitan afirmarlo. Entretanto, el fósil más antiguo en nuestro propio linaje es Ardipithecus ramidus, que apareció hace unos 4,5 millones de años. A partir de este último se diferenciaron los australopitecos, en particular Australopithecus afarensis, A. anamensis y A. africanus, que han sido sucesivamente invocados como nuestros ancestros más directos. Continuar leyendo «Evolución: De donde venimos?»

Creación de las nuevas especies

En este artículo enfocaremos nuestra visión en dos lugares bastantes distintos: Uno sobre la tierra y otro en el agua.

Las aves de las islas Galápagos (América) y los peces del Lago Victoria y los cercanos (en África.)

En la ilustración se notan algunos de los cambios que una sola especie, produce gradualmente con los años, adaptándose al entorno donde nace. Esto es muy notable en animales complejos y de generaciones de rápida sucesión, anuales al menos.

Esta observación genial, en el lugar apropiado, (las islas Galápagos se encuentran en el Océano Pacífico, a 1000 kilómetros de las costas de la República del Ecuador) fue el elemento principal que inspiró en Charles Darwin su extraordinaria teoría. (Variaciones en los pinzones de Darwin, aves del tipo de los gorriones comunes).

No es dable observar esta particularidad en especies que poseen grandes lugares físicos para su desarrollo y con hábitat similares, además con menores tasas de reproducción.

Por ejemplo, también es extraordinaria la evolución que en un hábitat acotado, como en un lago, donde también puede hacerse la evolución. Una sola especie de pez, al ir ocupando un nicho diferente del hábitat, va en sucesivas generaciones, acumulando tantas diferencias que en algunos años pueden dar variedades de la especie y en algunos siglos, reales especies diferentes, que en ciertas condiciones han permitido la existencia viable de modificaciones genéticas de tal grado que interrumpen la inter-fertilidad.

En los Lagos Malawi, Tanganica y Victoria, existen unos peces cíclidos, de agua dulce, tropicales y de hermosos colores. El antepasado común en los tres lagos, era un habitante del fondo, que para poder colonizar todos los lagos ha creado diferencias en el tamaño de sus cuerpos, de su forma de incubación, del mayor tamaño de sus huevos, el menor cantidad de puestas, etc.,

Estrategias que les han permitido estar presentes en todos los nichos posibles.

Se repite el hecho en los tres lagos, pero es menos notable esta evolución en el Lago Victoria de más cercana creación. Lo que demuestra lo rápido que el medio externo influye en la mayor reproducción del acerbo alélico, natural heredado o fruto de diversas modificaciones y mutaciones, pero de cualquier forma, un cierto tiempo parece ser estrictamente necesario.

Existe un pez “espinoso”, que habita el mar originalmente, pero que ha colonizado las aguas dulces, transformándose en otra especie, con pérdida de placas óseas, aumentado su tamaño y cambiando sus hábitos alimenticios. Se lo ha estudiado tanto que se ha identificado un alelo en los genes, como responsable de estos cambios.

Como vemos, la creación de nuevas especies, en ciertas condiciones, pueden operarse bastante rápidamente, demostrando la plasticidad de lo viviente para acomodarse a un mundo cambiante y pletórico de violentos encontronazos.

Fruto de esta capacidad radiativa ha dado el mundo que nos rodea ¡y a nosotros mismos!

Inteligencia artificial

El largo camino para conseguir el pensamiento lateral humano dentro del pensamiento eminentemente lógico artificial, aun después de décadas de sutiles intentos, no se ha conseguido, ni copiando la fisiología y neurología de la mente humana, ni lograr sintetizar la nube estadística de los valores posibles e imposibles en la creación de estructuras creativas artificiales.

Es así que a finales de los ´90 se han tratado de unificar estos dos caminos, con un tercero que se definió en la labor mental humana.

Unas dos décadas antes se comenzó a hablar del pensamiento lateral y no solo vertical o en línea en que hasta entonces se percibía el trabajo cerebral. Es así que debemos referirnos a un gran investigador:

Eduardo De Bono, en 1970 acuñó el término «Pensamiento Lateral» para diferenciarlo del pensamiento lógico que él llamó vertical. De Bono encuentra en el pensamiento lógico (fundamentalmente hipotético deductivo) una gran limitación de posibilidades cuando se trata de buscar soluciones a problemas nuevos que necesitan ideas no pensadas antes.

El pensamiento lateral actúa liberando la mente del efecto polarizador de las viejas ideas y estimulando las nuevas y lo hace a través de la perspicacia, la creatividad y el ingenio, procesos mentales con los que está íntimamente unido. En lugar de esperar que estas tres características se manifiesten de manera espontánea, De Bono propone el uso del pensamiento lateral de manera conciente y deliberada, como una técnica.

De Bono clasifica los problemas en tres categorías:

Problemas que requieren para su solución más información de la que se posee, sabiendo que tal información puede conseguirse por algún medio.

Problemas que no requieren más información. Son los problemas que necesitan una reordenación o reestructuración de la información disponible.

Problemas en los que lo característico es el no reconocimiento de la existencia del problema. En estos casos lo importante es darse cuenta de que tenemos un problema, reconocer que podemos solucionarlo y definir esta posibilidad como problema concreto.

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