Una especie extinta podría volver a la vida: El Mamut

Hemos leído en varias publicaciones que investigadores japoneses se encuentran trabajando para hacer la clonación del famoso “Mamut del Yukagir”, el cual es un animal prehistórico que vivió hasta hace algo más de 18 mil años en Siberia y que fuera una de las principales atracciones exóticas de la EXPO 2005 en Aichi, Japón.

«Prácticamente ya no quedan dificultades técnicas para clonar a ese animal», anunció el científico japonés Niochi Tsutsui durante una reunión con Alexandr Akímov, vicepresidente de la república rusa de Yakutia, donde los restos del mamífero prehistórico fueron hallados en el distrito de Yukagir, que le dio nombre.

«No obstante, vamos que sopesar cuidadosamente los «pros y los contras» antes de decidir la clonación del mamut, teniendo en cuenta las posibles consecuencias negativas que ello pueda acarrear para el mundo animal», subrayó el experto nipón.

Según informaba la agencia AFP, un grupo de científicos de Rusia y Japón anunciaron el hallazgo de células en los restos de un mamut aptas para clonar a este animal prehistórico. Piotr Lazarev, experto del Instituto de Ecología Aplicada del Norte, informó que una expedición ruso-japonesa encontró los restos del mamut (dos piernas gigantescas) el pasado verano boreal en el río Muksunuokha, una zona de congelación perpetua en la república de Yacutia, en Siberia oriental. El material mantiene intacto el ADN del animal. Según los investigadores, las células se preservaron en perfecto estado por diez mil años por ser Siberia una zona de hielos perpetuos.

Muestras de los restos del animal fueron investigados en el Centro de Virología y Biotecnología de la ciudad de Novosibirsk. Allí se detectaron células aptas para realizar una clonación. «El material que llegó es único en muchos aspectos, no sólo porque contiene intacto el ADN del mamut, sino porque las células se han preservado en perfecto estado por diez mil años”.

Se estima que los mamuts surgieron en Africa hace seis millones de años. Tres millones de años atrás migraron hacia Europa y Asia. Llegaron a América del Norte hace quinientos mil años, cruzando por el estrecho de Bering, donde se supone que para esa época los continentes asiático y americano estaban unidos por un puente de hielo.

Este animal fue importante para los hombres primitivos, ya que era una fuente de comida y abrigo. Se han encontrado numerosos refugios construidos con sus huesos y esculturas realizadas en el marfil de sus colmillos. Diversos estudios suponen que el hombre fue causa importante en la desaparición del mamut.

Se han venido encontrando ejemplares en Siberia desde 1979. En esta región, el suelo se congela a veces hasta los cuatrocientos metros de profundidad, lo que conserva los cadáveres, tanto de animales actuales como de mamíferos extinguidos al final de la glaciación.

Dado que el estado de conservación de los restos que se encuentran en estas zonas, en los últimos años se han venido multiplicado los intentos de hallar restos de tejido del que se pueda extraer el ADN y así poder clonarlos. Ya en 1999, un equipo internacional de paleontólogos recuperó un mamut momificado que vivió hace veintitrés mil años. El plan, que no pudo concretarse, era implantar un óvulo con núcleo reemplazado por uno de mamut, en una hembra de elefante asiática, que llevaría adelante su desarrollo y nacimiento.

Hasta el descubrimiento en Yakutia —realizado por científicos del Instituto de Ecología Aplicada del Norte, el Centro Científico Internacional de Moscú y el Centro Científico de la prefectura de Gifu, de Japón— no se había encontrado material genético en condiciones aptas para trabajar.

Será cuestión ahora de esperar el tan ansiado anuncio, de que pudo volverse a la vida una especie extinta. No cabe duda que esto marcará un antes y un después en la Biología y especialmente en la Ecología.

por Manlio E. Wydler

Evolución: De donde venimos?

Desprendimiento genético

La teoría más aceptada es que los chimpancés son los más cercanos genéticamente al hombre, pero hace poco se ha establecido una nueva teoría que modifica en mucho este concepto.

La Biología de estas especies nos comunica lo siguiente:

El grupo de los grandes monos antropoides apareció en el Oligoceno, período durante el cual vivían en África los géneros Propliopithecus y Oligopithecus. A partir del primero se diferenció un género que hizo su aparición en Europa durante el Mioceno medio, hace unos 12 millones de años: Pliopithecus, que suele considerarse como un hilobátido, es decir, perteneciente a un linaje que se separó hace unos 15 millones de años del tronco de los grandes antropoides y que dio lugar a los actuales gibones. Antes de esta separación, pero también en el Mioceno inferior, apareció en África de género Dryopithecus, representante de un grupo –los driopitecinos- que reúne formas estrechamente emparentadas con los póngidos y orangutanes y con los homínidos actuales. A lo largo del Mioceno, este género fue invadiendo Eurasia, donde se diversificó en múltiples especies, subgéneros e incluso géneros. .

A partir de Dryopithecus, el registro fósil es más fragmentario. Sabemos que el linaje de los orangutanes, iniciado según parece con Sivapithecus, se diferenció del tronco común hace unos 12 millones de años. También sabemos que los gorilas se diferenciaron del tronco general de nuestros antepasados hace unos 8 a 10 millones de años. Pero no sabemos con certeza si el linaje de los chimpancés se separó del nuestro hace 5 ó 6 millones de años, entre otras cosas porque no se han encontrado los fósiles que permitan afirmarlo. Entretanto, el fósil más antiguo en nuestro propio linaje es Ardipithecus ramidus, que apareció hace unos 4,5 millones de años. A partir de este último se diferenciaron los australopitecos, en particular Australopithecus afarensis, A. anamensis y A. africanus, que han sido sucesivamente invocados como nuestros ancestros más directos. Continuar leyendo «Evolución: De donde venimos?»

Memoria Genética: Técnicas que se repiten

La Biología es una ciencia que expande nuestros conocimientos respecto a los seres vivos y sus interacciones.

Hoy ya empezamos a conocer temas biológicos, más allá de nuestra Tierra. No solo las posibilidades en vida microscópica en nuestros planetas y satélites del sistema Solar, Sino de los extraterrestres vistos, y estudiados en accidentes de naves aliens, rescatadas más o menos enteras, de sistemas muy lejanos de la Galaxia.

Pero también cuentan, y mucho las técnicas de que se valen muchas especies para “agendarse” su diario sustento.

Así vemos cardúmenes de peces, que tratan de parecer un solo ser para confundir a los atacantes. Los atacantes, la forma que utilizan para eludir esta contrariedad. Las especies que aprovechan las oportunidades para lograr sus fines.

Así, vemos a los delfines, haciendo unos círculos de arena, en zonas poco profundas, alrededor de cardúmenes de peces, rápidos para escabullirse, y que como si fueran redes, asustan a los peces que saltan del agua en cierto lugar, donde está el resto de los delfines, con sus bocas abiertas esperándolos.

Las ballenas francas, rodean los cardúmenes con burbujas, haciendo otro tipo de red virtual y luego, se engullen a estos peces concentrados en un lugar estrecho y paralizados por el terror.

Estas técnicas nos recuerdan a los de los pescadores humanos, que detectan los cardúmenes con radar y sonar, despliegan sus redes y terminan procesando lo pescado.

No es tanto debido a la memoria genética, sino a la memoria colectiva que se va agrandando con el paso de sucesivas vidas pasadas integrando diversas especies y luego muchas generaciones de humanos.

Si, las vidas pasadas se integran también, no solo con nuestras vidas pasadas como humanos, sino como animales diversos.