La «sirena momificada» del museo de Buxton

Los estudiantes de la Universidad inglesa de Lincoln están tratando de llegar al fondo del misterio de una sirena momificada descubierta en el siglo 19.

La Sirena de Buxton

La sirena de Buxton, es una creación extraordinaria que data del siglo 19 y que en apariencia se compone por partes de distintos animales unidos entre sí. El cabello de la mítica criatura es de origen humano, mientras que la cola parece ser de un pez.

«Ella pudo haber venido de Japón y el Lejano Oriente», dijo Anita Hollinshead, una de las estudiantes del proyecto. «Los pescadores de esa zona, construían éste tipo de críptidos y los vendían como auténticas sirenas para incrementar sus ingresos»

Docentes y alumnos de dicha Universidad estarían realizando pruebas de ADN para descubrir los orígenes de ésta pieza momificada que el museo de Buxton conserva desde hace más de diez años.

Los exámenes de rayos X han demostrado que la parte superior del cuerpo de la sirena es una estructura de madera y las costillas están hechas de alambre.

«Los dientes son huesos tallados y creemos que los ojos son en realidad una especie de concha de moluscos», dijo la Sra. Hollinshead.

En algunos otros casos similares, se demostró que la parte superior de los cuerpos pertenecían a simios, sin embargo, este no es el caso de la Sirena de Buxton. El equipo seguirá realizando pruebas para determinar como está hecha la piel de la sirena.

La investigación, sugiere que hasta el año 1982, la sirena Buxton estuvo con otro ejemplar de su especie, «un tritón» en el Instituto de Historia de la Medicina, en Londres. El tritón está ahora en el Museo Horniman, también en Londres.

La sirena y el tritón se reunirán en el Museo de Buxton y la Galería de Arte para una exposición del 19 de marzo al 13 de mayo del año 2012.

El gigante de Cardiff

El gigante de Cardiff es un fraude que nació para hacerle una broma a un ministro fundamentalista que creía en las palabras de la biblia donde dice que los gigantes poblaban la tierra. De esta manera George Hull, un neonorquino ateo, decidió crear el gigante y burlarse del ministro y a posteriori, de todo el mundo.

1869 «exhumación» del gigante en una modesta granja en la pequeña villa de Cardiff, cerca de Siracusa, al norte del estado de Nueva York.

El “Gigante de Cardiff” apareció excavando un gran pozo, las palas comenzaron a chocar contra algo y poco a poco fue asomando una enorme silueta que parecía un hombre petrificado. Tres metros de alto, un metro de ancho de hombro a hombro, y unos pies de 53 centímetros.

El gigante se convirtió en un gran negocio, las largas colas para ver a la supuesta maravilla bíblica no cesaron.
George Hull confesó la verdad el primo de Newell. En 1866, compró bloque de yeso y lo hizo tallar a unos escultores de Chicago, Luego, el mismo Hull le dio el toque final: pinchandolo con agujas de tejer para conseguir una piel de aspecto poroso, luego bañó al gigante de yeso con unos ácidos, para que pareciera más antiguo, y por último el gigante quedó bajo tierra durante un año, hasta que, finalmente, fue desenterrado por los sorprendidos excavadores.

Engaños y criptidos : La sirena de Fiji

Uno de los mayores engaños en la historia de los críptidos fue sin duda la conocida sirena de Barnum o sirena de Fiji. Corría el año 1842 cuando este anunciaba a bombo y platillo el hallazgo científico más importante de la historia. Para ello se sirvió de una nota publicada en el Heraldo de Nueva York.

El Dr. J. Griffin (Levi Lyman), que se hacía pasar por un notable investigador y naturalista, y el cual era cómplice de Barnum, se hallaba en posesión de un ser mitológico, de un gran descubrimiento que procedía de las Islas Fiji: Una auténtica sirena.

La curiosidad atrajo a los periódicos y se convirtió en la comidilla de Nueva York. Barnum, cegado por la codicia y su espíritu emprendedor, no dejó pasar la oportunidad de hacerse rico a costa de todos aquellos incrédulos. A través de una serie de cartas, Barnum y el Dr J. Griffin mantenian regularmente su contacto, y estas eran mostradas a los medios por Barnum y consiguiendo así la atención necesaria para el gran debut. Barnum, para terminar de acallar los rumores de los incrédulos, cedió un grabado que decía haberle enviado Griffin de la sirena, donde se mostraba a una bella dama con cola de pez. Continuar leyendo «Engaños y criptidos : La sirena de Fiji»