Los juegos Olímpicos y la superstición china del símbolo 8 (ocho).

Mañana 08/08/08, se realiza la apertura oficial de los juegos olímpicos, y no es para menos que en China se eligiera esa fecha para dar inicio a uno de los eventos de mayor envergadura. El número 8 ha sido considerado por numerosas culturas y religiones como el número de la prosperidad y la fortuna y su forma arábiga, permite relacionarlo con lo eterno, ya que el ocho acostado, simboliza en matemáticas al infinito.

Entre los chinos cantoneses, la expresión «ocho» significa enriqueserce y su significado es tan importante, que lo utilizan en diferentes índoles: Así, la astrología china tiene 8 signos, su gobierno 8 ministros imperiales, su sistema de orientación se compone de 8 puntos cardinales y 8 son las montañas cósmicas que reverencian.

Los gnósticos lo consideran un símbolo de gran importancia, ya que el ocho está representado por dos «s» invertidas, una que sube y la otra que baja. Por lo que es usado para representar las leyes gnósticas de la evolución y la involución.

Para los indúes y los budistas el 8 también representa un guarismo, ya que existen ocho chakras, ocho símbolos de la larga vida e incluso Buda, enseñaba un noble camino de ocho senderos para alcanzar el nirvana.

Quisás la cábala más notable es la expresada en la Biblia, En Levítico 14.23 se lee: «Al octavo día, los llevará al sacerdote a la entrada de la Tienda del Encuentro para su purificación delante de Yahveh».

Tal es la superstición en relación a éste símbolo que en China, un auto o teléfono cuya patente o número, respectivamente, contengan varios números 8, sale considerablemente más caro.

Leyendas urbanas; La luz mala.

La «luz mala» o «farol de mandinga» es una superstición muy conocida en Argentina. Es un mito con trascendencia religiosa que se extiende por casi todo el Noroeste Argentino.

En algunas épocas del año (generalmente las más secas) se suelen ver de entre las pedregosas y áridas quebradas de los cerros del oeste tucumano, cuando los últimos rayos del sol iluminan las cumbres de los cerros y el intenso frío de la noche va instalándose en los lugares sombreados, una luz especial, un fuego fatuo; producto de gases exhalados por cosas que se hallan enterradas conjugados con los factores climáticos; Con terror y morbosidad, los lugareños la denominan «luz mala» o el «farol del diablo».

En algunas épocas del año, en especial en las más secas, se suele ver a lo lejos; El día más propicio para verla es el día de San Bartolomé, el 24 de agosto, porque es el día en que Lucifer (El Diablo) esta más libre de los poderes celestiales.

La luz mala, es muy temida, porque se la considera maligna, o bien el alma de algún difunto que no ha pagado sus deudas…

Cuando aparece la luz mala se debe hacer lo siguiente:

«si la luz blanca que aparece en la falda del cerro es buena, donde entra hay que clavar un puñal y al otro día ir a cavar… va a encontrar oro y plata. Si la luz es roja huyan o recen el Rosario, se dice que es luz mala, tentación del diablo».