Criogenización en los años 70′ para curar enfermedades

En este magnífico blog, he leído un artículo sobre criogenización, generalmente sobrantes de fertilizaciones «in vitro» a las que deberían agregarse las criogenizaciones de células madre y cordones, que forman «bancos» cada vez más concurridos.

Voy a agregar un tema que se pasó por alto, debido a que estas cosas involucran a personas harto conocidas y queridas por mucha gente y su desarrollo aún hoy es secreto.

En los años 70′, el Dr. B. Coquet, ex médico de la Marina, muy amigo de mi padre (y cosa muy rara, del ex -presidente J. D. Perón) le refirió que conocidos médicos de su círculo, estaban realizando extraordinarias investigaciones para un organismo extranjero.

Muchas personalidades con grandes problemas en salud, todos los años se estaban asistiendo por «criogenización amable».

Este proceso consistía, que en personas con afecciones genéticas o adquiridas, por el lapso de un mes, más o menos, les hacían que sus cuerpos descendieran sus temperaturas de a poco hasta los cuatro grados centígrados, previa un tipo de anestesia, y de la administración de un anticoagulante que enviaban los rusos, extraídos de ciertos peces previniendo así ciertos trombos generalizados.

Se los mantenía entre 3 a 5 ° C de temperatura, por alrededor de 28 días, monitoreando su balance fisiológico y proveyéndoles las sales y minerales de norma, según los «vademecums» usuales en el mundo. (Estaban además canalizados).

Cuando volvían a la vida normal sus parámetros eran los esperados para personas sanas Su aspecto cambiaba enormemente, parecían hasta veinte años más jóvenes y estaban… sanos.

Dos personajes que todos los años se hacían este tratamiento, hasta que murieron- No en este proceso, como dicen «malas lenguas»-, era uno Aníbal Troilo (uno de los autores y ejecutantes de tango más recordados) y el otro un popularísimo «yockey», del que una bebida espirituosa toma su nombre y que en su juventud, fuera amigo de Carlos Gardel.

En mi biblioteca atesoro dos libros sobre estas experiencias criogénicas que el doctor Coquet regalara a mi padre. Era un deber para mí hacer esta acotación. :)

En otro artículo acercaré mis trabajos sobre las células madre que se relacionan ampliamente en este tema y que presentara en el Plan Estratégico, para su desarrollo

El misterioso triángulo de las desapariciones

Cada tanto vuelven a desaparecer barcos y aviones en este particular sitio del Océano Atlántico. ¡Más de 320 siniestros! – (Aqui una lista de algunas de las desapariciones en el Triángulo de las Bermudas) Esta zona que abarca desde las Islas Bermudas, llega a Puerto Rico y toca la localidad de Melbourne en la Florida ha producido pérdidas humanas y de navíos, en forma inexplicable para la mayoría.

Se ensayaron, sin embargo, explicaciones para las desapariciones en el mar y sobre él. Todos los casos, generalmente debido a comunicaciones radiales, sabemos que estas se entrecortan, que las brújulas magnéticas dejan de marcar correctamente y los compases giroscópicos, fallan al no tener la asistencia de los motores eléctricos que le dan su rápido movimiento.

En el mar, se desatan terribles olas gigantes, asociadas hoy, a fenómenos metereológicos y vibraciones vinculadas al magnetismo de una fuente oculta. Se han tratado de explicar estos fenómenos por la corriente del Golfo, por el desfiladero del fondo oceánico, por el óxido silícico que crea anomalías magnéticas, por las burbujas del metano de descomposición abisal, por vientos poderosos que provocan inusitadas olas gigantes, pero ni esto último, remotamente puede explicar las pérdidas de las aeronaves.

En el aire aparecen tormentas envolventes de gran desarrollo vertical. Su aparición es súbita y siempre la acompaña una neblina entre gris a algo amarillenta o violácea según las referencias.

Relato revelador de un piloto

Es notable el relato del hasta ahora único aviador que atravesó una tormenta así y pudo contar que le sucedió, amen de poder probar su relato por su plan de vuelo y los lugares por donde pasó y la hora de los mismos.

El aviador Bruce Gernon, salió manejando su monomotor de las Islas Bermudas. Pasó sobre Bímini, sin novedad, aparecen nubes enormes pese al pronóstico de buen tiempo, trata de evadirse, pero se encuentra rodeado por las nubes, ve un claro, como una caverna dentro de la nube, penetra por esta y observa una salida al fondo, enfila hacia allí y sale de entre las nubes, volando arriba de Miami.

Lo sorprendente para él es que en tres minutos, por su reloj hizo casi 200Kmts., con su avión que solo puede alcanzar los 320 Kmts. por hora. La velocidad para este recorrido sería de más de 3000 Kmts por hora!

Sigue relatando que todo el fuselaje tenía una capa de neblina grisácea, pegada al mismo como una burbuja. El túnel dentro de las nubes estaba demarcado con curvas, haciendo un trazo tórico (como las que marcarían las aletas de un enorme tornillo.)

Las dos brújulas del avión, no funcionaban, la electricidad fallaba, como el motor. Por momentos, todo se veía gris desde las ventanillas, del color de la extraña y pegajosa niebla.

Sintió un empujón leve al penetrar por el túnel y durante esos minutos se sintió flotar sobre el asiento del avión, pese a estar atado con el cinturón de seguridad.

Al salir de estas nubes, el avión funcionaba perfectamente y al aterrizar se encontró con la sorpresa que el tanque de combustible todavía tenía mucha nafta y que luego calculó que, durante ese rápido recorrido, casi no gastó combustible.

La explicación en un programa emitido por el Canal Discovery, sería que el avión se encontró dentro de un plegamiento espacio- temporal. Se calculó que la fuerza magnética necesaria para impulsar cosas en un “tubo” de tal envergadura, estaría en el orden de varias bombas atómicas.

Los que han sido abducidos, dicen que al acelerar y desacelerar, por las ventanillas de los ovnis se ve esta neblina gris. Muchas naves extraterrestres tienen estas neblinas, a veces rodeándolas, en forma de estelas tóricas.

La pregunta ¿es quién maneja estas fuerzas, desde donde y para qué? – Si supiéramos volar así, el viaje estelar sería algo común.

El Mar del Diablo

El Mar del Diablo, también llamado el Triángulo de Formosa, se encuentra frente a las costas de Japón en una región del Pacífico alrededor de la isla Miyake, unos 110 kilómetros al sur de Tokio. Al igual que el Triángulo de las Bermudas, el Mar del Diablo no aparece en ningún mapa oficial, pero el nombre es utilizado por pescadores japoneses. La zona es conocida por extrañas desapariciones de barcos y aviones – al menos por las de los Estados Unidos.

Otro mito es que, como el Triángulo de las Bermudas, el Mar del Diablo es la única área donde la brújula apunta hacia el norte verdadero y no hacia el norte magnético.

Una teoría popular es que la actividad volcánica en todo el ámbito, en particular un volcán bajo el agua, podría ser responsable de las desapariciones.