Misterios de Perú : El Candelabro de Paracas

El «candelabro» de Paracas es un enorme geoglifo cuyas dimensiones totales rondan los 183 metros de longitud, 3,2 metros de anchura entre los brazos, y una profundidad de surco de las lineas de entre 1 y 1,2 metros.

En la base del «Candelabro» aparece dibujado un rectángulo cuya profundidad oscila entre los 10 y los 60 metros, dependiendo de si las fuertes oleadas de aire de la zona vacían o llenan el surco de arena. Para construir este geoglifo se piensa que se recurrió a la técnica del vaciado y del prensado, hasta conseguir que las paredes de los surcos quedaran tan sólidamente apelmazadas que resulta muy dificil que la arena se desprenda y tape el surco.

Otro hecho curioso que revela el examen detallado de los surcos de las líneas del «candelabro» de Paracas se produce cuando, al excavar la tierra del fondo, tras unos diez o quince centimetros, aparece una costra blanquecina, muy habitual en esa zona, que se supone que era el verdadero suelo del surco y que quizás pudiera resplandecer bajo la acción del sol, siendo entonces visible a gran distancia, al modo de un moderno faro.

Esta hipótesis, la de ser una flecha indicadora para los navegantes que se dirigían a ese punto resulta la más probable, el problema reside en que al desconocer la época en la cual este geoglifo fue realizado, hace igualmente muy complicado sacar conclusiones acerca de la dirección a la que apunta el eje principal del «tridente» o «candelabro».Por ello existen otras hipótesis acerca de su función, algunas más verídicas, otras menos, que relataremos a continuación mediante un breve resumen. Continuar leyendo «Misterios de Perú : El Candelabro de Paracas»

Colón Fue El Último En Llegar a América

De acuerdo con lo que solemos creer, Cristóbal Colón descubrió América, y aunque sea esto lo que nos cuenta la Historia los indicios indican que en realidad fue el último en redescubrir lo que ya se conocía desde la antiguedad. Ver tambien : La historia cuestionada: El descubrimiento de América

La primera relación entre la civilización mediterránea y la Americana la encontramos en la cultura egipcia. Habría que preguntarse a qué se deben las altas dosis de nicotina halladas en momias egipcias, cuando la única planta con considerables dosis de esta sustancia es la conocida planta del tabaco que sólo se encontraba por entonces en América. También intriga la similitud de ambas culturas en aspectos clave de sus sociedades, tanto en la construcción de pirámides y en la momificación de sus muertos como en sus exactísimos calendarios lunares de 360 días más 5 días «nefastos». También la correlación entre dioses de ambas civilizaciones (Osiris- Quetzalcóalt, Anubis- Xólotl) nos hace pensar en colonias egipcias en suelo americano. Pero ¿cómo pudieron cruzar el Atlantico?. El aventurero Thor Heyerdhal creía firmemente que la travesía era posible, así que se construyó un barco de papiro igual a los del antiguo Egipto de hace 4.000 años, y desde Africa zarpó rumbo a las Américas. Su viaje fue un éxito, y quizás otra prueba de un antiguo periplo lo constituyen las embarcaciones que aún hoy se construyen en el lago Titicaca (Bolivia), idénticas a las egipcias salvo que en vez de papiro son de totora.

Por lo que parece, los egipcios fueron los primeros, pero desde luego no los últimos. Como extraído de una película de Indiana Jones, en Puso Alto (Brasil) se halló la siguiente inscripción: «Somos cananeos de Sidón, de la ciudad del rey-mercader…», y los Fenicios tampoco escatimaron en pintadas; así, en Ronan (Brasil) escribieron: «Tras un largo y peligroso viaje, efectuado en cuatro barcos, alcanzamos, junto a nuestros compañeros y treinta esclavos el desembarcadero…». Continuar leyendo «Colón Fue El Último En Llegar a América»

Puertas Egipcias a Otros Mundos

Los misterios egipcios encierran, de alguna manera, un momento mágico en la historia de la humanidad y la incógnita de un pasado que aún no terminamos de entender.

Se sabe que el conocimiento científico de los egipcios era realmente muy avanzado, y ésto ha quedado demostrado en cada una de las maravillas con las que han sorprendido al mundo antiguo y al moderno, además del profundo sentir espiritual hacia lo místico y lo esotérico, que muchas veces algunos han pensado que podrían estar de alguna manera relacionados con su gran sapiencia.

Siempre estuvieron muy expectantes con el tema de las otras dimensiones y con el «más allá», lugares a los que solamente podrían viajar los personajes de gran abolengo en su sociedad, tales como faraones, visires, sacerdotes, entre otros. Es por ello, que en las tumbas de estos se colocaban accesos que estaban destinados a ser los portales que los trasladarían a estos destinos de divinidades.

Hace poco se halló una puerta que tenía una antigüedad de unos 3.500 años y que al parecer perteneció al ministro principal de la Reina Hatshepsut, en el siglo XV antes de Cristo.

La tumba se halla cerca al Templo de Karnak, en Luxor, por lo que se estima que el personaje revestía gran importancia para la sociedad de entonces, lo que lo favorece con este tipo de atribuciones.

Esta puerta, de 1.75 metros de alto, está construida en granito rosado y está enmarcada con símbolos religiosos, y se sabe que había sido colocada en el lugar para que pudieran acceder a estas dimensiones reservadas para ellos, por las que podían entrar y regresar por ellas, lo cual nos lleva al tema de la reencarnación o de la existencia de otras formas de vida que aún no conocemos.

Esta misteriosa piedra que sirvió como puerta había sido removida anteriormente para ser colocada en una pared durante la época de los romanos, pero rescatada ahora para el estudio y análisis de la ciencia moderna.