La desaparición de la Estatua de la Libertad

La Estatua de la Libertad, es el símbolo más famoso de la ciudad de Nueva York, y uno de los más importantes de los Estados Unidos.

El mago ilusionista David Copperfield, lo hizo desaparecer ante miles de espectadores en 1983 demostrando su ingenio y dejando perplejos a la gente que estaba presente y a los televidentes en sus hogares.

Durante el show puso un escenario en el que la Estatua de la Libertad se encontraba enmarcada por dos columnas de iluminación; entre ellas, una cortina que subía para tapar la estatua y realizar la misteriosa desaparición.

Mientras que toda la gente se concentraba en mirar atentamente a los pilares y la cortina, el truco se llevaba a cabo.

A veces las cosas son mucho más simples de lo que parecen.

El siguiente diagrama, muestra como, cuando la cortina sube, una enorme plataforma circular se mueve sigilosamente sacando la estatua del marco de visión.

El helicóptero, obviamente hace los movimientos oportunos para ayudar a la ilusión, Las luces que alumbraban la Estatua de la Libertad, se apagaron para que el público perdiera la referencia visual. La desaparición del punto que hay en el radar, es solo una animación grabada que contribuye a la sugestión.

Como se puede ver en la parte derecha del dibujo, al bajarse la cortina los espectadores se sorprenden y son entrevistados, ya que desde su punto de vista les es imposible ver la estatua, sin saber que en realidad están viendo hacia una zona en la que hay un equipo de luces, igual al que alumbra a la Estatua de la Libertad

Después de esto, se repite el truco pero hacia atrás, se sube la cortina, mientras la plataforma gira ahora hacia el lado contrario, para regresar al punto inicial! – Y la Estatua de la Libertad misteriosamente aparece. Video en youtube

La Misteriosa Anomalía de las sondas Pioneer

La anomalía de las Pioneer es uno de los grandes misterios científicos. También conocido como Efecto Pioneer consiste en la desviación observada en la trayectoria de las sondas espaciales que han sido lanzadas al exterior de nuestro Sistema Solar (Como Pioneer 10 y Pioneer 11). Los cosmólogos han estado estudiando y discutiendo durante años las razones de estas ‘ligeras derivas’ de las sondas.

Pioneer 10, fue lanzada en 1972; Y Pioneer 11 un año después. Ahora mismo, ambas deben estar en el espacio profundo, alejadas de la vista de cualquier ingenio humano, aunque sus trayectorias son demasiado fascinantes como para ignorarlas.

Y es que hay algo que ha estado «empujando» a las dos naves, provocando que aumenten su velocidad. La aceleración es pequeña, menos de un nanometro por segundo, pero es lo suficiente para hacer sacado a la Pioneer 400.000 kilómetros de su trayectoria inicial. La NASa perdió contacto con la Pioneer 11 en 1995, pero todo hace indicar que podría estar ‘sufriendo’ el mismo proceso que su hermana gemela, y estaría muy fuera de su rumbo en algún lugar del espacio. ¿Y qué causa este desvío? Por el momento, nadie lo sabe, aunque existen algunas teorías que exlicarían ésta anomalía.

Son muchas las teorías que los investigadores han lanzado desde entonces. Algunas achacaban las desviaciones a nubes de materia oscura, las cuales frenaban y variaban la trayectoria de las sondas. Otros volvían a poner en duda a Einstein y a la conveniencia de revisar su Teoría de la Relatividad General cuando se hablaba de distancias interplanetarias. En 2011, como nos recuerda Francis Villatoro en su blog «Francis (th) E mule Science’s News», la NASA ofrecía nuevos datos que decían apuntar a la respuesta definitiva sobre el misterio de las Pionner: «el origen de la anomalía en la aceleración de las sondas Pioneer 10 y 11 es que la emisión de calor del pequeño reactor nuclear que las hace funcionar es asimétrica (anisotrópica)» que, sin embargo, como apunta Villatoro: «quedaba un pequeño porcentaje de anomalía sin explicación, como un 20% del valor». Tras un año más de investigaciones, Turyshev y sus colegas parecen haber dado con la respuesta definitiva.

Según el equipo de investigadores, la anomalía de las Pioneer tiene un origen térmico provocado por los motores de la propia sonda, en consecuencia a la emisión anisótropa de radiación térmica.

Liberan un virus de hace 30.000 años de un permafrost de Siberia

Un virus dormido desde hace unos 30.000 años fue liberado por científicos franceses al descongelar una de las capas superficiales del suelo, o también conocido como «Permafrost» en alguna zona de la Siberia.

Al parecer se trata de un virus desconocido hasta la fecha, se trata de un virus raro de enorme tamaño y el que fue denominado como Pithovirus sibericum, después de ser estudiado por los científicos.

Según los científicos autores del hallazgo, no existe peligro de contagio para los humanos y tampoco para los animales. Por lo que no existe motivo para preocuparse por el Pithovirus sibericum, aunque se trate de un virus que estuvo dormido durante 30.000 años en el hielo bajo la superficie del suelo de la Siberia.

El hallazgo de este virus que se encontraba dormido durante 30.000 años es una alerta para algunos expertos que aseguran, que algunos virus mortales y para los que no existe cura alguna podrían ser liberados como consecuencia del cambio climático, lo que esta provocando deshielos masivos en el ártico, además de las perforaciones en el hielo en busca de hidrocarburos también podría liberar algún virus que se hubiera encontrado dormido incluso por millones de años y para el cual no tendríamos conocimientos para combatir con las medicinas actuales.

Los expertos aseguran que existen virus desconocidos bajo el hielo ártico y antártico, virus desconocidos y de los cuales no tenemos referencia por haberse encontrado congelados durante miles, cientos de miles e incluso millones de años, por lo que en algunos casos no existirían ni los seres humanos cuando estos virus se encontraban en el agua o en el aire, por lo que no se sabe como afectaría alguno de esos virus en el organismo de un ser humano. La liberación de algunos de estos virus congelados puede ser un motivo para preocuparse, según los expertos, aunque remarcan que el Pithovirus sibericum hallado recientemente en Siberia, no representa un peligro para la humanidad y tampoco para el mundo animal