Misterios: El pueblo lavanda

Corría el año 1996 y la compañía Game Freak acababa de sacar al mercado ni más ni menos que la primera edición de Pokémon Rojo y Verde. Por lo visto, informes policiales indican que, durante los meses de verano de ese mismo año, se dieron la friolera de 104 casos de suicidio en niños de 7 a 12 años (franja de edad objetivo de ventas del juego).

En todos los casos, se investigó el por qué de su comportamiento. Los padres alegaban que sus hijos estaban enganchados al juego. Se analizaron varios de esos cartuchos y en todos la memoria interna del juego situaba el último estado del jugador en Pueblo Lavanda.

Los síntomas que sufrían los niños previamente al suicidio parecían ser inducidos por la música que sonaba al entrar en Pueblo Lavanda. Al parecer, la melodía poseía unos picos de intensidad tonal que sólo los niños pre-púberes pueden escuchar. La combinación de sonidos estridentes y agobiantes producían en los jugadores fuertes dolores de cabeza o incluso migrañas, acompañadas de insomnio. El siguiente estado que se padecía era irritabilidad, acompañada de insomnio, adicción al juego y, en muchos casos, sangrado de nariz. Finalmente, los afectados sufrían náuseas y vómitos, y una depresión muy fuerte (algo impropio en niños de esa edad).

Era esa pérdida de apego a la vida y ese malestar lo que llevó a muchos niños al suicidio. Se informó a Game Freak de los supuestos efectos producidos por esa música, y corrigieron la melodía en las siguientes versiones del juego incluídas las versiones (Rojo y Azul de Europa y EE.UU) que todos conocemos. Nuestra melodía es muy parecida, al parecer sólo carece de un supuesto “murmullo” que causa melodías bitonales en la canción original, incluyendo los tonos que nosotros ya no podemos escuchar debido a la edad.

Detalle de la Patología – «Lavender Town Tone»

Los síntomas predominantes relacionados a lo que se conocería como el «Lavender Town Tone» incluyen dolores de cabeza y migrañas, sangrado de ojos y oídos, cambios de humor e irritabilidad, adicción a los juegos, actos violentos sin provocación, aislamiento y incapacidad de responder a contacto humano, y en aproximadamente 67% de los casos, tendencias suicidas. Los síntomas se manifestaron en niños de entre 7 y 12 años de edad que habían alcanzado el área del juego conocida como «Lavender Town», y en su mayoría, portaban audífonos al jugar.

Parece ser que, los desarrolladores del área Lavender Town buscaban crear un área que «dejaría una impresión en el jugador», de acuerdo con Seki Uchitada, quien era un miembro del equipo de desarrollo. Seki clamó que al momento de desarrollar el juego, gran parte del equipo estaba interesada en convertir Lavender Town en un área diferente al resto del juego.

Escuchar la música (Menores de 15 años!)

Leyendas : la isla de San Borondón

La misteriosa isla de San Brandán

La Isla Brasil es una isla fantasma situada en algún lugar del océano Atlántico y conocida de diversas formas desde su primera aparición en la mitología irlandesa, alguna vez identificada con la isla de San Brandán.

En el mapa de Pizigani de 1367 con el nombre de isla de Braçir es triple; en mapas posteriores se conocerá con los nombres de Braxil, Brazille y otras variantes, con las que llegará todavía al mapa de Jefferys, publicado ya en el siglo XVIII. En el controvertido mapa de Vinlandia, se identifica con la isla de San Brandán situada frente a las costas de Francia: «Magnæ insulæ Beati Brandani Branziliæ dictæ».

En 1498 Pedro de Ayala, embajador de los Reyes Católicos ante la corte inglesa, informaba de que desde hacía siete años buscaban la isla navíos ingleses.

Tales expediciones pudieron de hecho iniciarse hacia 1480, en relación con la búsqueda de caladeros de bacalao. También hablaba de esas expediciones hacia 1498 John Day, un mercader inglés, en carta dirigida probablemente a Cristóbal Colón, donde afirmaba que los marinos de Bristol habían llegado a ella, situándola por tanto en el Atlántivo Norte, próxima a Terranova y en relación con las expediciones de Juan Cabot.

Se dice que fue descubierta por los portugueses a su llegada a Brasil tras el descubrimiento de América, aunque el primer nombre que dieron al territorio del actual Brasil fue el de «Terra Sanctae Crucis». Según ellos, su posesión colonial estaba separada del resto del continente suramericano por los ríos Orinoco, Paraguay, Río Paraná y Río de la Plata, pretendiendo así todos los territorios encuadrados entre tales ríos. Esta denominación fue mantenida prácticamente hasta mediados del siglo XVIII. Se cree que los habitantes de estas islas tenían una forma de vida muy avanzada a la de la época, y consideraban a los irlandeses, franceses, y británicos como salvajes. Un día la isla desapareció al parecer por un tsunami, ya que se hundió.

La Isla de San Borondón

Mito, leyenda, tradición y misterio oceánico que deambula errante por los mares de La Palma. En el año 480 de la Era del Señor nació Brandán en Irlanda. Desde muy joven entra en la orden benedictina. Cuentan que un día que navegaba en busca de tierras que evangelizar, cuando el crepúsculo se apoderaba de la noche, encontró una isla. Los navegantes saltaron, a esa supuesta tierra firme a descansar de jornadas en un mar tenebroso y desconocido.

El silencio y la oscuridad atrajeron a los marineros que se entregaron al sueño, mientras, Brandán rezaba, observaba el cielo y el camino de los astros, hasta que se dio cuenta que lo que creía por tierra firme se movía hacia Oriente. Con el alba reunió a sus compañeros y les dijo: «no dejemos de dar gracias al Soberano y Dueño de todas las cosas, a este Dios cuya Providencia nos ha preparado en medio de los mares un nuevo bajel que no tiene necesidad ni de nuestras velas, ni de nuestros remos». Estaban navegando sobre el lomo de una gran ballena.

El viaje continuó lentamente durante 40 días, por mares abiertos y confiado en la Divina Providencia. Por fin la ballena, a la cual llamaban Jasconius, les arribó a una isla exuberante, altanera, con alegres cantos de mirlos y otros pájaros desconocidos, aguas de mar cristalinas donde los peces de mil colores jugaban con la espuma. Todo era quietud, paz, soledad en esa isla de limpias arenas negras, surcada por riachuelos, con extraños carneros, poblada de ricos frutos y de gratos aromas. ¿Sería el Paraíso? Siete años la habitaron. Y a ese paraíso de isla la leyenda le puso el nombre de San Barandán o San Borondón.

Y el mito y el misterio siguió corriendo los siglos, hasta que el mismísimo Cristóbal Colón en su diario de abordo anotaba el 9 de agosto de 1492 juraban muchos hombres honrados «…que cada año veían tierra al Oeste de las Canarias, que es al Poniente; y otros de La Gomera afirmaban otro tanto con juramento». Y el almirante puso rumbo al poniente, por donde aparecía San Borondón, en busca de tierras firmes. La isla aparece y desaparece llamando a navegantes y aventureros. Se hicieron expediciones en su busca que afirmaban haber estado en ella. Errante, viajera, inestable y misteriosa. Una veces la han visto por el poniente de La Palma, más al norte o al sur, entre El Hierro y La Palma, otras frente al Puerto de Tazacorte.

Los palmeros continúan mirando al horizonte en busca de esa isla de aves y plantas exóticas, seres extraños, arroyo cristalinos, aromas dulces, tiempos apacibles y frescos, nieve en el reino del aire, mar limpio repleto de peces de mil tonalidades, gigantescos dragos que parecen dragones, montañas de formas redondas, barrancos abismales.¿Será La Palma la misteriosa y mítica isla de San Borondón y la otra, que aparece y desaparece en el horizonte, un espejismo?.

Enigmas y misterios del Vaticano!

Existió la Papisa Juana?

Una antigua y misteriosa leyenda medieval nos habla de la época de las penurias y la hambruna en la Polonia del siglo X, tiempos de invasiones y epidemias. Continúa diciendo la leyenda que solo los curas y los niños en aquellos duros tiempos podían subsistir, y que una mujer joven y pobre que no quería prostituirse, se colocó un hábito de un sacerdote muerto por la peste y se dedicó a mendigar como un hombre. Juana se llamaba esta mujer y, como era muy lista, se dio cuenta de que los clérigos que más ganaban eran los que se dedicaban a predicar la palabra de Dios en las plazas y en las iglesias de los pueblos.

Juana, inteligente y astuta, se transformó en un orador magnífico, hasta el punto que acudían gentes en pequeñas peregrinaciones para escuchar su palabra. Sus hábitos la confundían con un monje y ella nunca dijo ser mujer; su fama siguió creciendo y dicen los escritos que al cabo de un tiempo fue nombrada obispo y en la imaginación popular de obispo a cardenal solo hay un paso… y de cardenal a Papa, solo un poco de suerte.

Prosigue contando la leyenda que durante algunos años, ejerció muy bien sus deberes papales pero que una vez, como mujer que era, sucumbió ante la belleza de un paje y a raíz de este hecho quedó embarazada. Estando a punto de dar a luz y habiendo durante todo el tiempo ocultado su condición femenina y su ingravidez, se dirigió con el «Anda Papal», a la Iglesia a celebrar la Fiesta del Corpus Christi. Quiso el destino que en aquel momento diera a luz. Existen varios finales diferentes de esta leyenda. En alguno se afirma que la Papisa Juana fue linchada en el lugar por la multitud, otro apunta que terminó sus días junto con su hijo en un castillo papal confinada de por vida y en otra versión de la leyenda se habla de que murió en la pobreza junto con su hijo.

El enigma del Papa Juan pablo I

Cuando murió Juan Pablo I en el año 1978, solamente con 33 días de Pontificio, bastaron unos minutos para que el mundo tuviera la noticia. Murió a causa de un infarto agudo de miocardio según un comunicado del Vaticano. ¿Fue esto lo que ocurrió realmente? ¿Cómo se podía saber el motivo de la muerte a partir solamente de un examen externo del cadáver? ¿Fue una muerte natural o un asesinato?

Los más susceptibles creen que fue asesinado a causa de una conspiración del cónclave de obispos por motivos exclusivamente religiosos. Esta es la única razón por la que el Vaticano impide toda investigación. Consideran que es preferible el ocultamiento antes que verse en la alternativa de confesar que la propia Iglesia asesinó a su Papa. Continuar leyendo «Enigmas y misterios del Vaticano!»