Los Casos Mas Curiosos De Siameses

Los siameses son gemelos que durante la gestación no lograron separarse físicamente por lo que nacen unidos uno al otro. A lo largo de la historia, muchos de ellos han sido explotados en circos como verdaderos fenómenos para el deleite de las miradas curiosas. Sin embargo, en los últimos años, la medicina ha sido capaz de ofrecerle a muchos de ellos la oportunidad de separarse. La siguiente lista muestra algunos de los casos más famosos de la historia.

1- Daisy y Violeta Hilton

Nacidad en 1908, Daisy y Violeta fueron las primeras siamesas documentadas en Inglaterra. Su madre las vendió a una mujer que las llevó de gira en Alemania, Estados Unidos y Australia. Aunque aparecieron en algunas películas y tuvieron su propio restaurante, las gemelas se gastaron todo su dinero y murieron pobres en 1969.

2- Lori y Reba Schappell

Unidas por el lado izquierda de cada uno de sus cráneos, estas siamesas nacieron en 1961. Aunque comparten el 30% de la cavidad ósea y un ojo ciego cubierto por un párpado común, cada una de ellas tiene su propio cerebro. Luego de terminar la Universidad, Lori trabajó durante seis años en una lavandería y Reba (quien necesitaba ir en silla de ruedas debido a su espina bífida) se convirtió en una cantante country. Ambas han decidido permanecer unidas, aunque esto significa que su edad de vida promedio es de 60 años y que, al morir una, la otra lo hará inmediatamente después. Continuar leyendo «Los Casos Mas Curiosos De Siameses»

Descubren un tiburón con dos cabezas en Florida

Un pescador de los Cayos de Florida es el responsable del descubrimiento de un feto vivo de tiburón toro con dos cabezas, algo que los científicos jamás habían visto antes.

El descubrimiento tuvo lugar hace casi dos años, el 7 de abril de 2011, pero se conoce ahora porque acaba de publicarse en el Journal of Fish Biology, después de que científicos de la Universidad del Estado de Michigan (MSU) lo estudiaran y confirmaran sus observaciones.

El pescador encontró el feto al abrir el útero de un tiburón toro -también conocido como sarda o lamia- que pescó en aguas del Golfo de México. Al darse cuenta de que estaba vivo y tenía esa particularidad se puso en contacto con un equipo científico.

Michael Wagner, de la MSU y coautor del estudio recién publicado, detalla en su análisis que el ejemplar tenía una bifurcación axial, una deformidad del embrión que comienza a separarse en dos organismos, pero no termina el proceso.

«En mitad del proceso de formación de gemelos se detuvo la división del embrión», explica Wagner, quien considera que el animal -que murió enseguida- tenía «pocas o ninguna posibilidad» de sobrevivir por mucho tiempo. Continuar leyendo «Descubren un tiburón con dos cabezas en Florida»

El increible caso de Edward Mordrake

Edward Mordrake era un inglés que tenía un rostro extra en la nuca.
De acuerdo a las historias que se cuentan de él, el rostro no podía hablar ni comer, pero podía reír y llorar.

Edward suplicó a los médicos que le extrajeran este gemelo demoniaco porque, supuestamente, le susurraba cosas horribles en la noche, pero ningún médico se atrevió a intentarlo. Edward terminó suicidándose a la edad de 23 años.

En él se dice que Edward Mordrake era heredero de una familia noble de Inglaterra, su gemelo parásito era en realidad ella y hasta se escribió una opera con su historia llamada «Poor Edward».

«Una de las historias más raras así como de las más melancólicas de la deformidad humana es la de Edward Mordrake, quien iba a ser el heredero de una de las familias más nobles de Inglaterra. Sin embargo nunca reclamó el título y se suicidó a los veintitrés años. Vivía en un retiro absoluto, evitando las visitas incluso de los miembros de su familia. Era un joven de grandes conocimientos, un buen estudiante y un músico de rara habilidad.

Su figura era remarcable por su gracia natural, y su rostro –su rostro natural- era como el de Antinoo. Pero en la parte de atrás de su cabeza había otra cara, la de una chica muy guapa, «adorable como un sueño, atroz como un demonio». El rostro femenino era una mera máscara, «ocupando sólo una pequeña zona de la parte posterior del cráneo, aunque mostrando signos de inteligencia de aire maligno».

Se la había visto sonriendo y burlándose mientras Mordrake lloraba. Sus ojos seguían los movimientos del espectador, y sus labios se movían sin cesar.La

voz era inaudible pero Mordrake aseguraba que durante la noche no podía conciliar el sueño debido a los odiosos susurros de su «gemela diabólica» como él la llamaba, «que nunca duerme, pero que me habla de tales cosas de las que sólo se oyen en el infierno.

La imaginación no puede concebir las tentaciones espantosas en las que me envuelve. Por alguna imperdonable maldad de mis antepasados estoy cosido a este demonio – porque estoy seguro que es un demonio. Yo ruego y suplico para que lo eliminéis del mundo, aunque yo muera».

Estas eran las palabras del desventurado Mordrake a Manvers y Treadwell, sus médicos. Aunque lo vigilaban constantemente consiguió procurarse veneno, debido a lo cual murió, dejando una carta en la que pedía que la «cara demoníaca» fuera destruida antes de su funeral, “para que no continuase con sus espantosos susurros en la tumba”. Por petición propia fue enterrado en tierra baldía, sin ninguna lápida o marca que dejara constancia de su tumba.”