El famoso vampiro Sava Savanovic aterroriza Serbia

Hace algunos días se derrumbó el molino en el que vivía el conocido vampiro serbio Sava Savanovic y los vecinos de los alrededores están realmente preocupados porque saben que Sava está buscando un nuevo hogar! El propio Consejo local emitió un comunicado advirtiendo a todos de esta nueva amenaza.

Aunque mucha gente no lo crea, en lugares como Serbia, Bosnia, Bulgaria y otros países de la región, los habitantes creen en Vampiros. La cultura popular está colmada de relatos referidos a éstos legendarios críptidos y muchos aseguran que en verdad existen.

«La gente está preocupada, todo el mundo conoce la leyenda de este vampiro y piensa que ahora él está sin hogar, y que posiblemente esté buscando otro lugar para vivir y a nuevas víctimas. Todos estamos aterrados», aseguró el alcalde del pueblo Miodrag Vujetic al Daily Mail.

El consejo del pueblo pidió que las familias pongan ristras de ajo en sus puertas para protegerse, ya que, según cuenta la leyenda, los vampiros no soportan su olor; y la venta de este producto creció muchísimo en esta semana. Otros, sin embargo, decidieron colocar cruces en todas las habitaciones de la casa, que también parece ser una defensa efectiva.

«Entiendo que las personas que viven en otras partes de Serbia se están riendo de nuestros miedos, pero aquí la mayoría de la gente no tiene duda de que los vampiros existen», sentenció el alcalde Vujetic.

El molino derrumbado estaba inactivo desde finales de la década de 1950. Desde hace varias décadas, sin embargo, como propiedad de la familia Jagodici, fue explotado como visita turística para todos aquellos interesados en la leyenda del vampiro serbio.

Se sabía que estaba deteriorado, pero por miedo a «molestar al vampiro», los Jagodici decidieron en varias ocasiones no repararlo y dejar las instalaciones originales.

El enigma de los fuegos de Laroya

A mediados del siglo pasado, unos misteriosos fuegos asolaron durante varias semanas una pequeña zona de la provincia de Almería. Combustiones espontáneas que, día y noche, atormentaron y en algunos casos chamuscaron a los vecinos de Laroya.

Creo que podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que los misteriosos fuegos de Laroya siguen siendo hoy en día uno de los expedientes por resolver que tiene España. A pesar de que cuando todo ocurrió, el Gobierno tomó cartas en el asunto, ningún científico ni investigador pudo sacar nada en claro.

Laroya es una pequeña población andaluza de la provincia de Almería que se encuentra en la sierra de los Filabres a 8 kilómetros de Máchale. Todo ocurrió el día 16 de junio de 1945 sobre las cinco de la tarde. El ambiente en la población era extraño, ya que había una densa niebla, poco habitual en esas fechas, y en todas partes se respiraba una especie de olor a azufre o algo similar. La niña de catorce años María Martínez Martínez, vecina de la población, jugaba por el cortijo Pitango y, según los testimonios, pudo ver una especie de bola de color azulada “como bajar del cielo” y que prendió el mandil que llevaba puesto. El impresionante susto de la niña la hizo reaccionar y de inmediato apagó las llamas que por su cuerpo se estaban extendiendo. Los jornaleros qu trabajaban en el cortijo, alertados por los gritos de la pequeña, fueron en su ayuda. No daban crédito ante tal asombroso fenómeno.

Pero más tarde se percataron de que también a la misma hora de lo ocurrido, en la ladera contigua de la montaña, y concretamente en el cortijo Franco, comenzaron a arder de manera similar – de forma inexplicable – unos capazos y unos montones de trigo, que además estaba verde.

En ambos casos, el fuego se inició sin ninguna causa. los habitantes de Laroya estaban completamente atemorizados, pues, al no poder entender la situación, temían que volviese a producirse e incendiara a alguien más. Y así fue, al poco volvía a producirse otro extraño fuego inexplicable, y luego otro, y así muchos otros conatos que aparecían por doquier, hasta que esa misteriosa niebla en el lugar se levantó, cosa que ocurrió a eso de las once de la noche. Continuar leyendo «El enigma de los fuegos de Laroya»

Historias de Terror : El Exorcismo de Donald Decker

En Estados Unidos, en la ciudad de Stroudburg, Pensilvania, ocurrió un hecho muy extraño hace ya muchos años.

En la residencia de la familia Scrofano, súbitamente llovía con intensidad en ciertas habitaciones del interior de la casa, mientras que las demás, permanecían perfectamente secas. Cuando ésto sucedía, solía verse algunas veces una especie de humo o vapor de agua cruzando de un lado a otro de dicha habitación.

La familia, desesperada optó por llamar a la oficina del alguacil, quienes sin poder descubrir el misterio de la situación, acudieron a su jefe Stratford Kayser quien primero se disgustó con ellos, creyendo que se trataba de algo natural, y luego de ver con sus propios ojos los extraños sucesos que acontecían en aquella casa, dispuso olvidarse del caso sin poder ofrecer ningun tipo de ayuda a la familia.

Cuentan que Kayser entró en la vivienda de los Scrofano justo en el momento en que llovía en una de las habitaciones y el mismo se empapó el uniforme, mientras miraba que uno de los hijos de la familia; El joven Donald Decker, levitaba inexplicablemente. El Jefe de la policía se «encogió de hombros» y ordenó a sus subalternos que saliesen de la residencia sin dar más explicaciones, ni tampoco iniciar alguna indagatoria.

Los propietarios de la casa no sabían que hacer, por lo que acudieron a una pastora bautista; La Reverenda Becker, quien empezó por rezar y mientras esto hacía, le colocó un crucifijo al cuello de Donald Decker quien se agitaba convulsivamente y gritaba que se lo quitaran porque le estaba quemando, ante este hecho la Reverenda Becker desistió de seguir haciéndolo alegando que quizá el joven estaba «poseído» por un «espíritu maligno» y que ella no estaba facultada para deshacer la «posesión».

Ante su negativa y mientras los fenómenos continuaban sucediendo, la familia Scrofano acudió al Reverendo católico Blackburn quien después de pedir permiso a sus superiores accedió a llevar a cabo el «exorcismo» de Don Decker, llevándolo a cabo cuando llovía en forma muy intensa en la habitación donde se encontraban, pero curiosamente la Biblia que estaba leyendo el Padre Blackburn, no se mojaba mientras que todo lo que la rodeaba si lo hacía y en forma por demás copiosa.

Después de realizado el «exorcismo», cesaron todos los fenómenos sobrenaturales y el joven accedió a que se le colocara en el cuello un Rosario Bendito.