La recóndita y tranquila tribu indígena Yanomami localizada en la inmensa selva amazónica del sur de Venezuela, recibió la inesperadavisita de un grupo de periodistas invitados por el gobierno para demostrar que no hay pruebas de la presunta masacre denunciada a fines de agosto. Usualmente casi desnudos, en esta ocasión los Irotatheri reciben la visita ataviados con una tela roja: unos cubren sus genitales, otros adornan sus cabezas o las mujeres la usan para cargar a sus bebés. El ‘nuevo atuendo’ es un regalo de la ministra para los Pueblos Indígenas, Nicia Maldonado, que llegó días antes a la zona para investigar la denuncia.
Un indio yanomami sentado en una hamaca alimenta a un bebé boca a boca en la aldea de la comunidad Irotatheri, en Venezuela. (AP Photo/Ariana Cubillos)
Vista aérea de la comunidad Irotatheri, de la tribu Yanomami, en Venezuela. El gobierno invitó a los periodistas a un recorrido por el lugar para alejar las dudas sobre la supuesta matanza de decenas de yanonamis a manos de mineros ilegales brasileños. (AP Photo/Ariana Cubillos)
Indios yanomamis se sientan alrededor del fuego, en la comunidad Irotatheri, durante una visita de la prensa organizada por el gobierno de Venezuela. «Se calcula que en Venezuela existen unos 15.000 yanomami y otros 20.000 en el lado brasileño», señala una experta, procurando ser prudente con las cifras puesto que considera que en Venezuela no hay un censo exacto de esta población. (Foto REUTERS/Carlos Garcia Rawlins)
Algunas mujeres cubren los ojos de sus hijos en brazos cuando son fotografiadas para «evitar que pierdan su espíritu», explica el traductor. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins