Científicos mexicanos examinan el fósil completo de un lagarto que ha permanecido enterrado en un trozo de ámbar de unos 23 millones de años. El fósil fue descubierto en el estado de Chiapas, México y la criatura fue identificada preliminarmente como representante de una nueva especie del género Anolis.
Aunque éste no es el primer descubrimiento de éste tipo, es particularmente importante porque a diferencia de otros lagartos prehistóricos, éste está muy bien conservado; Motivo que haría especial el hallazgo. Tiene sus tejidos blandos y toda su piel bien conservada. Un mismo espécimen de la misma especie, también conservado en Ambar, habría sido encontrado en la República Dominicana pero poco se podía determinar con él ya que su estado de conservación dejaba mucho que desear.
Los expertos tiene la espectativa de estudiarlo para comprender más sobre el propio ejemplar y sobre la época en la que vivió.
Las criaturas quedan preservadas en ámbar cuando son atrapadas por la savia de los árboles que luego se solidifica, atrapándolas por millones de años. La mayor parte de los hallazgos de esta naturaleza son de los insectos, la muestra más antigua que se ha encontrado es de una especie de ácaro que vivió hace 230 millones de años.
Descubren los fósiles de una nueva especie de homínido de hace dos millones de años.
Tres fósiles hallados en Kenia demuestran que el este de África estuvo habitado por tres especies de homínidos al comienzo de la evolución humana. Los restos sugieren a los investigadores que en el Paleolítico Inferior (hace dos millones de años) vivió una tercera especie junto al Homo erectus y el Homo habilis.
Los fósiles pertenecen a tres individuos diferentes y se conservan en buen estado. En concreto, se trata de la cara y algunos dientes de un niño de alrededor de ocho años; una mandíbula inferior casi completa que perteneció a un individuo adulto, y un fragmento de otra mandíbula inferior que conserva varios incisivos pequeños.
El descubrimiento, del que informa la revista Nature, es obra de un equipo de científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Alemania y arroja nueva luz sobre los primeros momentos de la evolución humana tras la escisión de los primates.
Los huesos aparecieron durante una excavación en el yacimiento de Koobi Fora, una región rocosa del norte de Kenia próxima al lago Turkana, rica en enterramientos y hace dos millones de años era un hábitat ideal para los primeros homínidos, con temperaturas cálidas y mucha vegetación. Continuar leyendo «Descubrimiento de una nueva especie en Koobi Fora, Kenya»
Los restos óseos del museo privado Ritos Andinos, en el distrito de Andahuaylillas, región Cusco, corresponden a dos infantes de la época prehispánica sometidos a procesos de deformación craneana, reveló hoy la Dirección Regional de Cultura (DRC).
La antropóloga Elva Torres, responsable del Gabinete de Antropología Física de la DRC Cusco, señaló que el primer individuo en estudio corresponde a un infante que presenta pérdida de los miembros inferiores post mortem. Especificó que mantiene tejidos blandos como la piel en el cuello y tórax cubriendo la columna vertebral, costillas y parte del brazo derecho. El cráneo, indicó, presenta deformación de tipo anular y se puede apreciar huellas de las almohadillas deformadoras en el frontal y occipital, así como huellas de bandas deformadoras en los parietales.
Asimismo, la especialista explicó que, a consecuencia de la deformación craneana, las cavidades orbitales se agrandaron y aún se aprecia parte del globo ocular en la órbita derecha. Respecto a las suturas craneales, señaló que están en proceso de cerrarse, incluyendo la fontanela, proceso ocurre durante la infancia aunque puede durar más tiempo dependiendo de muchos factores.
La dentadura presenta datos específicos respecto a la edad del infante, ya que muestra dientes primarios tanto en los maxilares como en la mandíbula. Los segundos molares se encuentran en proceso de erupción, lo que indicaría que el individuo tenía entre tres y cuatro años, refirió al mencionar que la mandíbula muestra una eminencia normal que estaba en proceso de crecimiento.
Con relación a la segunda osamenta, mostrada al lado de la primera, corresponde a un infante de cero a un año, con el cráneo incompleto, pues sólo se encuentran los huesos parietales y occipitales articulados a la parte posterior del cráneo.
También presenta restos de textiles que lo envolvían, refirió la especialista. Torres señaló que ambas osamentas fueron obtenidas mediante el huaqueo, por lo que se encuentran incompletas y no están asociadas a un ajuar funerario como se estilaba en tiempos prehispánicos.
El arqueólogo Domingo Farfán dijo que las deformaciones craneanas prehispánicas se realizaban con pequeñas tablas, moldes y cintos en la cabeza de los menores de tres años en distintos pueblos del Tahuantinsuyo como un indicador de posición social o como una marca de tipo religioso. Recordó que, según cronistas de la época colonial, esas prácticas fueron promovidas por el inca Manco Cápac y, posteriormente, por su nieto, el inca Lloque Yupanqui.
La DRC indicó, en una nota de prensa, que evalúa iniciar acciones legales respecto a la procedencia de dichas osamentas y de otros elementos culturales que se encuentran en Andahuaylillas y que son producto del huaqueo. El director del museo privado Ritos Andinos, Renato Dávila Riquelme, informó la semana pasada sobre el hallazgo de dos momias, una de ellas con supuestas características no humanas a dos kilómetros de la ciudad de Andahuaylillas.