Duendes y Hadas…

La idea sobre la existencia de los duendes y hadas, es común en las más diversas culturas. Éstos, son seres que cuentan con el don de poseer cierta magia y poderes. Los duendes, específicamente, son seres elementales de la Naturaleza. Y aunque son difíciles de contactar, muchas personas aseguran haberse encontrado en algún momento de su vida cara a cara con ellos. Son típicos habitantes del continente europeo, aunque no faltan quienes afirmen que también existen en Sudamérica.

En cambio, cuando nos referimos a las hadas, quizás no sepamos explicar el significado preciso del término, pero sí todos entendemos a qué nos referimos. Y nos guste o no, y para bien en la mayoría de los casos y para mal en algunos, los duendes y hadas están en este mundo con nosotros

Los duendes son seres de escasa y diminuta estatura; miden entre los treinta centímetros y un metro de altura. Su hábitat natural generalmente son los bosques, aunque algunos habitan en los jardines y los fondos de ciertas casas, propicias para ello. Ya que a estos simpáticos hombrecillos les agrada la compañía de los niños así como a las hadas(por su pureza de corazón), para jugar con ellos. Son de buen carácter; estando por lo tanto casi siempre de buen humor. Aunque también existen duendes malvados, capaces de hacerle daño a los humanos, si éstos los enojan. Por ese motivo es conveniente evitar ofenderles, por ejemplo: dudando de su existencia, de sus poderes o burlándose de su apariencia.

La anciana de los Duendes. Estado de México

Todos alguna vez hemos escuchado hablar de esas extrañas criaturas de minúsculo tamaño que nos roban los zapatos en la noche o nos juegan macabras travesuras en la oscuridad.

Existe un caso muy famoso en la localidad de Indeco Santa Clara (Estado de México), el cual nos relata la Sra. Romina Gutiérrez Lerdo, una anciana de 78 años de edad originaria del estado de Coahuila. La mujer afirma haber sido visitada desde su niñez por duendes que en un principio salían del cuarto contiguo a la habitación en la cual dormía, y que posteriormente al cambiarse de domicilio y hasta la actualidad los ve de vez en cuando salir del cuarto de baño ubicado en la segunda planta de su actual residencia. Sé que esto puede sonar a locuras de una anciana que ha perdido lucidez debido a su avanzada edad, pero gracias a algunos conocidos de mis padres logre ponerme en contacto con ella para poder escuchar de la fuente original la famosa historia de los duendes. Estas son las palabras de la Sra. Romina:

“Si, todavía me acuerdo como si hubiera pasado hace una semana, esas cosas no se te olvidan nunca. Fue una época muy difícil para mí, mis papas no entendían lo que me pasaba, me empecé a quedar toda flaca, y no quería comer por el miedo. Me acuerdo que todas las noches me despertaba en la madrugada por que los escuchaba salir del cuarto donde hacían las tortillas, eran como 5 o 6, y se reían, todos se reían, me quitaban las cobijas y se reían, yo me tapaba los ojos para no verlos, pero siempre la curiosidad me ganaba y los abría, estaban bien feos, eran como ancianos pequeños. “

La Sra. Romina me explico que al principio creyó que solo se trataba de un sueño o alguna alucinación suya, pero una noche logro confirmar que eran reales: Continuar leyendo «La anciana de los Duendes. Estado de México»

Las “Tepas” del Tepozteco

Hace algún tiempo decidí emprender junto con algunos compañeros del colegio una expedición al estado de Hidalgo, México, donde se encuentra un pequeño pueblo llamado Tepoztlán, un lugar famoso por estar lleno de historias acerca de sucesos paranormales. Lo primero que llamo nuestra atención fue el hecho de que ningún camión de ruta llegara directamente al pueblo, la única forma de acercarse era ir en auto particular o tomar un pequeño vehículo colectivo que salía unos kilómetros atrás.

Al llegar al pueblo comenzamos a hacer preguntas a los lugareños, y se nos hizo increíble la cantidad y variedad de leyendas que se cuentan en el lugar, pero hubo una en especial que llamo nuestra atención por ser la más conocida entre la gente. Los relatos hablaban acerca de esferas de fuego que se podían observar todas las noches dando vueltas alrededor del cerro Tepozteco localizado a menos de un kilometro del centro de Tepoztlán.

El conductor del taxi que no llevo hasta el pie del Tepozteco, lugar donde íbamos a pasar la noche en casas de campaña, nos conto que esas bolas de fuego eran una clase de brujas conocidas como “tepas”, que en el día tomaban forma de animales y caminaban entre la gente marcando a quienes serian sus futuras presas mediante un piquete, una mordida o un rasguño, y durante la noche regresaban a su forma humana, se quitaban las piernas y las colocaban en cruz frente a la chimenea para poder volar por el pueblo y llevarse a sus víctimas. También agregó que sus víctimas preferidas eran los recién nacidos, a los cuales podían observar a través de los espejos y que debido a esto todos en el pueblo tenían la costumbre de tapar con sabanas todos los espejos de sus casas para así evitar que las tepas notaran la presencia de los niños. Continuar leyendo «Las “Tepas” del Tepozteco»