¿Qué tienen en común los signos del zodíaco y la clarividencia o el esoterismo?

El título de éste post surgió ésta mañana, cuando me encontraba sentado en el bar de la esquina de mi oficina leyendo el periódico local y me topé con el horóscopo. No es muy común que yo crea en que un trozo de papel pueda adivinar algo de mi pasado o del futuro de alguien, pero aun así me dispuse a leerlo, en principio, sólo por curiosidad: “Alguien desconocido traerá una excelente noticia”… La frase del horóscopo para el signo de Capricornio, se quedó misteriosamente grabada en mi memoria, como si se tratara de un recuerdo vivido. Decía algo más, estoy seguro de ello, pero honestamente no recuerdo exactamente cuáles eran las palabras que sucedían a la frase anterior. Naturalmente resté importancia a la cuestión y continué con el día lunes de la manera habitual.

Al caer la tarde, cuando ya estaba a punto de marcharme de un día que había resultado bastante largo, oí que el teléfono sonaba en la habitación contigua. Me apuré a atender la llamada ya que mi compañero no estaba en su puesto de trabajo, puesto que se había marchado un rato antes, y podía tratarse de un llamado importante para él, o para la empresa, pero antes de que llegara a atender, el teléfono dejó de sonar. Cuando me disponía a regresar a mi lugar de trabajo oí que comenzaba a sonar nuevamente y ésta vez conseguí atender la llamada.

Una voz algo ronca se presentó ante mí como el Sr. Martínez, (Alguien que yo no conocía) comunicándome que esa misma mañana, había encontrado mi billetera en el bar de la esquina de Irigoyen y Rivadavia. Precisamente el bar en el que había estado leyendo el diario, ésta mañana, mientras desayunaba.

Inmediatamente toqué el bolsillo trasero de mi pantalón y en efecto, la billetera no estaba allí. Por fortuna, dentro de la billetera, guardo siempre una tarjeta personal con la dirección y el teléfono de mi trabajo. Gracias Sr. Martínez, me ha dado Ud. una excelente noticia, le dije. Inmediatamente recordé el vaticinio de la sección del horóscopo del periódico de ésta mañana.

¿Casualidad o Magia?

Dependerá de cada uno el creer o no de las profecías, vaticinios o videntes. Aunque parezca increíble, ésta historia realmente sucedió y por más que intente explicarlo de alguna manera racional y alejada de lo sobrenatural o mágico, no me es posible.

¿Será que los horóscopos son capaces de adivinar nuestro futuro? O tal vez aquella frase quedó tan grabada en mi subconsciente que me sugestionó de tal manera que olvidé la billetera con la certeza de que una persona noble y honrada la encontrara y me trajera esa buena noticia que decía el horóscopo? – A veces se trata sólo de creer o reventar, como bien dice el dicho. En éste caso, puedo decir que pese a estar confundido al respecto, algo de esotérico sucedió, porque lo que decía mi horóscopo se cumplió.

¿Y tú lector, que piensas? – Si crees que fue una casualidad o si por el contrario crees en los horóscopos, te invito a compartir con nosotros tu opinión!

Adivinos ancestrales

Durante siglos y a pesar de 500 años de influencia de la cultura occidental, los mayas, han mantenido la costumbre de leer su destino a través de semillas de colorín y de maíz, recibir señales divinas mediante palpitaciones en su propio cuerpo y de descifrar los designios de los dioses en los días «parlantes» del calendario.

Hoy es posible realizar consultas telefónicas con adivinos altamente calificados, con tarotistas como Miguelana en sitios como: www.eltaroteconomico.com

Incluso hasta nuestros días, los sacerdotes de los Altos de Guatemala son capaces de percibir la realidad oculta mediante el estudio del tiempo y del calendario sagrado, utilizando para ello, técnicas de interpretación.

El hombre y los calendarios

Los calendarios no sólo son herramientas de medición del tiempo, sino también magníficos instrumentos de conexión entre el tiempo cósmico y el tiempo humano.

Son puertas que le permiten al hombre acceder a los misterios del cosmos y al mismo tiempo acordar los compases de las actividades humanas a los ritmos de los astros.

Éste es también el caso de los calendarios mesoamericanos, que siguen vigentes en muchas comunidades de esta región cultural, ya sea como medición del tiempo o como ventana de observación del mundo.

De los tres calendarios usados en la época prehispánica, el tun de 360 días, el jaab de 365 días y el tsolk’iin de 260, los dos primeros fueron suplantados casi completamente por el calendario gregoriano y por las festividades marcadas por los santos católicos.

En algunas comunidades del área maya, las actividades rituales se realizan según los augurios positivos o negativos de los días de la semana cristiana.

Por ejemplo, no se pueden curar mujeres embarazadas ni el martes ni el viernes, según la implicación negativa de estos días en Europa, ya que «en martes o viernes, ni te cases ni te embarques».

Por otro lado, estos días específicos están dedicados a ciertas ceremonias, como la lectura del huevo o las limpias y las sobadas en Yucatán.

La adivinación Maya

La base de la adivinación entre los pueblos mayas actuales, sobre todo en las tierras altas de Guatemala, esta en la interpretación de los 20 signos calendaricos llamados genericamente como way o doble anímico.

El elegido es entrenado por nueve meses es decir los 260 días a fin de obtener el sagrado titulo de Ah Kin o sacerdote del tiempo.

Al final por medio de una ceremonia donde se coloca un altar con 20 conjuntos — atoles acompañados de sus panes y respectivas velas— con otros 5 al centro dispuesto como el glifo del sol o del dia lamat de este calendario—donde se aprecian las posiciones solares relevantes del tránsito solar a lo largo del año— que se acompañan además de una cruz de madera y los implementos de adivinación del futuro adivino: collar y aretes de jade, un saumerio, las semillas de colorines (tzité), las piedras y cuarzos, poom (incienso) y sonajas; todo dispuesto sobre un pequeño mantel del color correspondiente con el dia de nacimiento del aspirante. Al final de la ceremonia que dirige un Ahkin anciano se le entrega al nuevo adivino sus instrumentos en un bulto llamado baraj; a partir de ese momento acepta su responsabilidad de interpretar los designios del cielo.

Autoconocimiento a través de la lectura del Tarot de Marsella

El tarot además de ser una herramienta de predicción o adivinación del futuro próximo o lejano, tal y como lo realizan astrólogos y astrólogas conocidas como Jimena La Torre, representa en sí mismo una excelente herramienta para el autoconocimiento. La manera más profunda de emprender un viaje a nuestro interior a través de la simbología que está impregnada en el interior de su esencia.

La lectura del tarot es el vaticinio de lo intuitivo. Es adivinar, dejando que la intuición hable y de ese modo vincularnos con nuestras cartas, dejando el espacio y el tiempo para ir al «ahora» donde se revela lo que siempre estuvo ahí pero que hasta ese momento no teníamos capacidad de ver. A través de este ejercicio vamos descubriéndonos, pasando a ser el objetivo principal el de entender lo que nos está pasando y no el de realizar predicciones que hasta a veces parecen no tener ningún sentido.

Ello, en cuanto a la utilización del tarot de Marsella para obtener el autoconocimiento.

Vamos a explicar una tirada del tarot de Marsella, de igual manera que ofrecen tiradas de tarot de forma online, podemos hacerlo también desde nuestra casa, si contamos con un juego de naipes de Tarot, que nos permitirá realizar éste autoconocimiento. De manera muy simple vamos a conocer algunas de las cuestiones que nos están atravesando en éste momento. Como por ejemplo quienes son las personas importantes en éste momento de nuestras vidas, los proyectos o situaciones que deberíamos estar generando para nuestro bienestar y los desafíos venideros, entre otras cosas.

Esta tirada, corresponde a un ejercicio de autoconocimiento del libro de Jaime Hales «El Tarot, 78 puertas para avanzar por la vida»

Esta tirada se hace solo con los Arcanos Mayores.

Las cartas se dividen en tres grupos.

  • 1-7
  • 8-14
  • 15-21 + el loco

Una vez en cada grupo se revuelven suavemente concentrándonos en aquello que nos interesa.

Sacamos una carta de cada montón.

La carta del primer montón me dice cuál es la figura arquetípica que esta dominando mi momento.

La carta del segundo montón me dice cuál es la tarea que en este momento debo asumir para mi crecimiento personal.

La carta del tercer montón me dice cuáles son los desafíos que debo enfrentar.