Regresión a vidas pasadas

La práctica psiquiátrica iniciada por el Doctor Brian Weiss y sus seguidores enseñan estos lineamientos:

La Ley de causa y efecto

Es una ley universal que se cumple casi permanentemente en el macrocosmos. Todo efecto tiene una causa de inicio por más pequeña que sea o varias. Muchas veces confundimos el efecto, con la causa, y no es así. En la medicina alopática, corrientemente, suele confundirse este concepto. En ello, está mucha la frustración de la investigación científica en la cura de las enfermedades, otro tanto en la homeopatía, pues muchas veces los trastornos viene impresos en el momento de transmigrar el alma o directamente por una genética obligada. Todo conflicto vincular, o sicológico o de condición social tiene una o varias causas. Muchas veces esa causa es una opción nuestra incorrectamente tratada.

Muchas veces una herida de un enfrentamiento deja su huella a través del tiempo, en la piel del nuevo cuerpo que tomamos. Por ejemplo: manchas en el cuerpo, pueden ser restos de registros etéricos de heridas sufridas en vidas anteriores, o sea que al momento de encarnar en la concepción del cuerpo, nuestra memoria total, nos puede beneficiar con las buenas experiencias adquiridas o por situaciones karmáticas, que nos colocan obstáculos en el camino de nuestro perfeccionamiento. Una relación actual de carácter conflictivo, puede ser la continuación de un problema no resuelto en el pretérito de una pareja, (vivido en otro tiempo.) Podría incluso sobrevivir a cambios de parámetros y de géneros. También los efectos se transforman en causas, y pueden multiplicarse.

El Karma

Los problemas no resueltos en una vida, se transforman en “materias pendientes” para ser resueltos en la vida presente o futuras. Temas, relaciones, trabajos para con el prójimo, aprendizajes emocionales, etc. Eso es karma, una resolución pendiente que siempre se puede negociar. El error es pensar que el karma no es mutable. El karma es maleable y se puede negociar, pedir revocamiento de su peso, y cerrar la cuenta de todo lo que aparece como disturbio. Continuar leyendo «Regresión a vidas pasadas»

Los secretos de la humanidad destruidos por el hombre

La historia de la humanidad es mucho más vieja de lo que se conoce actualmente. La Mesopotamia y el Egipto antiguo fueron, para la ciencia actual, la cuna de la civilización de nuestro planeta, sin embargo, existieron otras fuentes escritas provenientes de civilizaciones ancestrales que se remontan a más de 10 mil años de antiguedad. La historia contemporanea nos demuestra que en varias oportunidades, y por diferentes motivos, el hombre se encargó de ocultar gran parte de éste legado, imposibilitando su estudio y comprensión por parte de quienes desean fervientemente conocer la verdad. Aunque ésta necesidad de algunos hombres por ocultar verdades no es propia de los tiemos modernos, ya desde tiempos remotos fue la práctica utilizada para ocultar la verdad, detrás de muchas mentiras eternas.

Así, Julio César fue responsable del primer incendio de la Biblioteca de Alejandría, en donde el letrado Ptolomeo Sóter había juntado 700 mil volúmenes, que constituían entonces la totalidad de la tradición transmitida y del saber humano. Cuatro siglos después ocurrió el segundo incendio, y quedó definitivamente quemada en el año 641 por orden del califa Omar, un jefe musulmán. El emperador chino Tsin Che Hoang, en el año 240 A.C. hizo destruir todos los libros con la sabiduría antigua. En el siglo III en Roma, fueron destruidos los libros con formulas para hacer oro. En el Nuevo Testamento (Hechos de los Apóstoles) se cuenta que San Pablo conoció en Éfeso todos los libros que trataban de «cosas serias» y los quemó públicamente. El escritor Jacques Weiss en su libro «La Synarchie» cuenta que una monjas de Irlanda hicieron quemar 10 mil manuscritos rúnicos en cortezas de abedul, que contenían todas las tradiciones y anales de la raza céltica. Tras la conquista de América, los obispos españoles del siglo XVI quemaron cientos de textos de los pueblos aborígenes, aunque gracias a la intervención de un franciscano francés llamado Jacques de Testera se detuvo la destrucción, se perdió igualmente un caudal cultural enorme de los indígenas americanos, entre ellos, seguramente el de la cutura Maya, cuyas características se ignoran precisamente por falta de elementos que la describan. El virrey del Perú Francisco de Toledo, en 1566 tomó todos los géneros incas y tablillas pintadas con gran riqueza narrativa: ciencias, profecías, etc., e hizo arrojarlo todo a la hoguera. Buda quiso revelar a todos los misterios sagrados, pero los Sacerdotes y Brahmanes se opusieron a esa divulgación, que fue juzgada sacrílega. Los Brahmanes mutilaron voluntariamente sus frases escritas para limitar la extensión de la fechoría, guardando para ellos lo esencial y dejando el esoterismo a los profanos.

Estos son algunos ejemplos de que la historia fue creada convenientemente en función de la necesidad de algunos grupos selectos, cercionando la historia para la posteridad.

Las religiones como el factor evolutivo humano

No se les escapa hoy a los que leemos diferentes historias del mundo, la importancia que han tenido la conformación de las religiones, mitos y tabúes en la consecución paulatina de asociaciones que derivaron en la civilización.

Es evidente que entre las especies animales ha existido unas fuerzas innatas que determinan asociaciones e interacciones-en más o en menos que propenden a conservar la especie a través de las eras y evolucionar radiando hacia donde fuera posible.

Entre los primates y homínidos también esto ha sido una regla, en parte innata y en parte conciente y en buena parte aprendida.

Es así que se establecen ciertas reglas, ciertos códigos, que acompañan a la genética en la conformación de las características generales de un conjunto dado de individuos.

Me ha parecido muy interesante las opiniones vertidas por el psicólogo Jonathan Haidt

En su libro Hipótesis de la felicidad, en donde llega a conclusiones parecidas.

– ¿De dónde vienen las reglas morales? De la razón, afirman algunos filósofos. De Dios, aseguran los creyentes. Rara vez se considera otra fuente como la que hoy defienden hoy algunos biólogos: de la evolución de las especies. Continuar leyendo «Las religiones como el factor evolutivo humano»