En busca de la Torre de Babel.

La Torre de Babel es una construcción mítica mencionada en la Biblia. Según se narra en el capítulo 11 del Génesis, los hombres pretendían, con la construcción de esta torre, alcanzar el Cielo.

Yahveh, para evitar el éxito de la empresa (que se oponía a su propósito de que la humanidad se extendiera por toda la superficie de la Tierra, se multiplicara en ella y la sojuzgara), hizo que los constructores comenzasen a hablar diferentes lenguas, luego de lo cual reinó la confusión y se dispersaron.

Expediciones: En busca de la Torre de Babel.

Durante cuatro siglos arqueólogos occidentales intentaron ubicar esta famosa construcción en la zona del actual Iraq. Entre otros sitios, fue buscada en Akar Quf (al oeste de Bagdad), donde antaño existió Dur Karigalzu (las ruinas retorcidas de cuyo zigurat, identificado por algunos viajeros con la Torre de Babel, todavía desafía a los vientos que la han modelado); y en Birs Nimrud, donde se encuentran las ruinas de la antigua Borsippa, situada cerca de los restos de la antigua Babilonia, hacia el suroeste.

En 1913, el arqueólogo Robert Koldewey encontró una estructura en la ciudad de Babilonia que él identificó como la torre de Babel. Esta torre habría sido destruida y reconstruida en numerosas ocasiones, debido al cambiante destino de la zona. La destruyeron los asirios y también los arameos. Y fue reconstruida en varias oportunidades por los príncipes caldeos, entre ellos Nabopolasar (625-605 a. C.). Se estima que la construcción más antigua de la Etemenanki, «Casa del Fundamento del Cielo y de la Tierra» se construyó durante el III milenio antes de Cristo.

La base de esta torre habría sido un cuadrado de 92 m de lado, y su altura original habría sido aumentada en tiempos de Nabopolasar y Nabucodonosor II (605-592 a. C.), para hacerla una digna exponente de su poderío y grandeza. Cálculos basados en otras excavaciones arqueológicas determinaron que esta torre escalonada pudo haber tenido entre 60 y 90 m de altura.

Se conserva una muy interesante y detallada descripción de este zikkurratu (zigurat) en los escritos de Heródoto, llamado el «Padre de la Historia», quien visitó Babilonia.

Extrañas Coincidencias – Milagros, Destino y Casualidades.

Serendipias.

Todos hemos experimentado alguna vez, lo largo de nuestra vida, alguna casualidad o coincidencias que nos han asombrado momentaneamente y al cabo de alunos días hemos olvidado. Estas casualidades reciben el nombre de serendipias, aunque normalmente esta palabra se utiliza más bien para referirse a descubrimientos científicos que acontecen de pronto gracias a una asombrosa casualidad. A continuación un resumen de algunas casualidades históricas que no dejan de asombrarnos.

Perseguido por el destino I.

En 1893, el tejano Henry Ziegland abandona a su novia. El hermano de la joven, indignado, decide vengarse, por lo que va a buscarlo y le dispara. El huidizo novio logra escaparse y la bala queda incrustada en un árbol cercano. Veinte años más tarde, Ziegland quiere cortar el árbol, prueba con un hacha y con una sierra, pero le resulta muy trabajoso y decide utilizar dinamita. Cuando se produce la explosión, la bala sale despedida y lo mata en el acto.

Extraña coincidencia en Bermudas.

Un taxista de las islas Bermudas atropella a un chico que va en una motocicleta. Cuando sale horrorizado del coche descubre estupefacto que es la misma motocicleta con la que había tenido un percance el año anterior, que el chico que la conducía era hermano del que atropelló en esa ocación y que el pasajero que lleva en el taxi es el mismo que llevaba en aquel momento.

Perseguido por el destino II.

Un industrial argentino tiene que viajar desde Buenos Aires a San Carlos de Variloche. Tiene un sueño donde ve que el avión en el que viaja se estrella. Se lo comunica a su mujer y a su socio, y les dice que no quiere viajar en avión. Ambos le trasmiten la misma impresión de incredulidad, pero le dejan a su elección el modo de desplazarse. Decide irse en coche. Cuando está a medio camino escucha por la radio que el avión en el que iba a viajar se ha estrellado. Respira aliviado por su acertada elección, pero el destino no parece compartir su alegría, a pocos kilómetros del lugar, su auto pierde estabilidad y termina colisionando con otros veículos. El hombre fallece inmediatamente.

Un milagroso desenlace.

En 1950, en Beatrice, un poblado del Estado de Nebraska, los miembros de un coro religioso acuden todos los días a las siete y veinte de la tarde al ensayo diario. El día 1 de marzo los quince miembros del coro se retrasan por un motivo u otro. Un fallo en la caldera hace estallar la iglesia a las siete y veinticinco de la tarde. Todos salvan milagrosamente su vida por haberse retrasado.