Aleshenka – La extraña criatura encontrada en Rusia en 1996

Aleshenka fue una pequeña criatura de origen posiblemente extraterrestre, encontrada en el pueblo de Kaolinovy, a pocos Kilómetros de la ciudad de Kyshtym, Rusia en agosto de 1996. Tamara Vasilievna Prosvirina, una ansiana que estaba semi-analfabeta, la encontró por casualidad cuando aun se encontrab viva. El hallazgo fue inmediatamente bautizado como el «Alien de Kyshtym» y no tardaron en trascender algunas fotografías con el retrato del enigmático descubrimiento. El aspecto inusual de ésta misteriosa criatura de inmediato instaló el debate sobre su posible origen extraterrestre.

Aleshenka, tenía unos 25 cm. de longitud, era de color gris y su cabeza desprovista de pelos tenía una serie de manchas oscuras. Sus ojos eran grandes, y poseía una pequeña nariz debajo de la cavidad ocular. Segun una de las versiones que giran en torno a ésta historia, la criatura fue conservada por Prosvirina durante un tiempo hasta que finalmente murió sin conocerce con exactitud las causas de tal evento.

Algun tiempo después de su descubrimiento, Tamara Prosvirina fue internada en un hospital psiquiátrico para su tratamiento, y el cadáver de Aleshenka fue entregado a la militsiya (policía local) por un vecino. En 1999, Prosvirina murió en un accidente de automóvil en extrañas circunstancias al intentar escapar del hospital.

Poco se sabe de lo ocurrido con los restos de Aleshenka en la actualidad. Un ufólogo local afirmó que el cadáver fue llevado en un ovni por miembros de la misma especie de Aleshenka. Algunos escépticos sostienen que fue comprado por un rico coleccionista de curiosidades. Un médico del hospital local que supuestamente había visto el cadáver alegó que correspondía al feto un ser humano normal de alrededor de 20-25 semanas, nacido prematuramente. Podría haber vivido durante varias horas, pero no varias semanas, contrariamente a las afirmaciones de Prosvirina.

Según los expertos del Instituto Vavilov de Genética General de Moscú, el análisis de ADN de la ropa en que Aleshenka estaba envuelta no reveló ninguna evidencia de que «él» fuese de origen extraterrestre. El 15 de abril de 2004, los científicos hicieron una declaración oficial de que la «Criatura Kyshtym» era un bebé prematuro humano femenino, con graves deformidades.

El Ovni que vigiló a los astronautas del Apolo XI

El secreto mejor guardado por la NASA en medio siglo de carrera espacial

Al parecer, el día 20 de julio de 1969, los humanos no fuimos los únicos que presenciamos los primeros pasos del hombre en la Luna. Hubo otro testigo: una nave «semiesférica» extraterrestre.

El periodista y escritor boliviano Eduardo Ascarrunz, es autor de una novela histórica «El Salar de Maravilla» que contiene el relato del astronauta Edwin «Buzz» Aldrin sobre el supuesto encuentro con un ovni.

El autor del libro asegura que Aldrin se lo reveló hace 12 años, pero que esperó a publicarlo, con la aprobación del astronauta, hasta que «la opinión pública estuviera preparada».

Según la obra, los astronautas informaron al centro de control de la NASA en Houston, Estados Unidos, que una supuesta nave «semiesférica» los escoltaba al llegar a la Luna. De acuerdo con el testimonio del astronauta, se produjo luego el siguiente diálogo:

Armstrong: «Aquí estamos los tres… ellos están aquí, debajo de nuestra nave… hemos encontrado unos visitantes».
Houston pidió más precisiones.
Aldrin: «Te estoy diciendo que aquí afuera hay otra nave espacial. Ellos están al otro lado del cráter».
Houston: «¿Ustedes la han conseguido filmar?»
Aldrin: «Ningún filme por el momento, las cámaras están fotografiando otros objetivos. Ellos están ahí abajo, están acercándose a la Luna junto a nosotros, viéndonos».
Houston: «¿Qué los están viendo?»
Aldrin: «Sí, no estamos solos».

Si la revelación de Aldrin es cierta, entonces ese día tiene un significado más importante aún que el hecho de haber logrado que el hombre posase sus pies en la Luna: ese día, a la hora del descenso, Armstrong, Aldrin y Collins constataron que los seres humanos coexistimos con otras criaturas en el Universo!

El periodista agregó que la NASA probablemente impuso el secreto para evitar que el suceso «echara sombra al superobjetivo de la misión Apolo XI: llegar a la Luna antes que su gran contendiente en la carrera espacial, la entonces Unión Soviética».

Aldrin fue el segundo hombre que pisó la Luna el 20 de julio de 1969, minutos después de que lo hiciera Neil Armstrong, en la histórica y polémica misión Apolo XI

Vímanas: Los OVNIS de la antigua India.

Vímana es, según la creencia hindú, una mítica máquina voladora que aparece en la literatura de la India. Las referencias sobre éste increible artefacto se hace presente en numerosos textos antiguos. Las vímanas podían volar por el aire, por debajo del agua e incluso viajar a otros planetas.

Existe la creencia instaurada de desde tiempos remotos nuestro Planeta Tierra ha sido visitado por por extraterrestres, sin embargo, pocas pruebas existen para demostrar ésta teoría.

Las descripciones en los Vedas (la antigua literatura india), especialmente en el Majábharata y el Bhágavat Puraná muestran vímanas de diferentes tamaños y formas, como un carro o carroza de los dioses, como un mítico automóvil aéreo, a veces funcionando como un mero asiento o trono fijo, otras veces moviéndose por sí mismo y cargando a su ocupante a través del aire. Otras descripciones hacen del vímana más como una casa o palacio (se cuenta de uno que tenía siete pisos de altura).

Relatos en textos antiguos

La cultura de la India es particularmente rica en antiguos textos que describen naves voladoras de las más variadas formas, colores y tamaños a las cuales llaman vímanas o pushpaka, nombrados en antiguos textos, algunos difíciles de datar, tales como el Majábharata, el Ramaiana, el Kirataryuníia, y el Samarangana Subtrahara.

Las vímanas del Ramaiana

En las páginas del Ramaiana, un gran poema épico hindú atribuido el poeta Valmiki, se encuentran alusiones a carros voladores que habrían sido utilizados en el curso de las guerras entre los dioses del panteón hindú.

Mientras se iban desarrollando estas cosas, Rama, el Kakutsida, le dijo a Vibhishana: «Ocúpate de procurarme un pronto regreso a mi ciudad. El camino a Ayodhyá es muy difícil de recorrer». A lo que respondió Vibhishana: «Hijo de monarca de la Tierra, yo cuidaré que te conduzcan a tu ciudad. Hay un carro llamado pushpaka, carro incomparable, resplandeciente como el Sol y que marcha por sí mismo. Montado sobre ese carro, él te conducirá sin inquietud hasta Aiodhiá».

Tras estas palabras Vibhishana llamó urgentemente al carro parecido al Sol, acompañado por su hermano y por la ilustre videhana, encendida de rubor. El raghuida, ya montado, le dijo a Sugriva: «Apresúrate a subir en el carro con tus generales, Sugriva. Sube también con tus ministros, Vibhishana, monarca de los rakshasas». Al instante, Sugriva con los reyes de los simios, y Vibhishana con sus ministros, llenos de alegría, montaron en el gran carro pushpaka. Cuando todos estuvieron embarcados, Rama ordenó al vehículo que partiese y el incomparable carro de Kuvera se elevó hacia el mismo seno de los cielos. El carro volaba como una gran nube empujada por los vientos. Desde allí paseando su mirada por doquier, el guerrero descendiente de Raghú, dijo a Sita la mithiliana, la del rostro bello como el astro de la noche: «Mira, ya veo el palacio de mi madre… ¡Ayodhyá! ¡Inclínate ante ella, Sita, mi videhana, hete aquí de regreso»!

Apenas la muchedumbre, presurosa, les vio llegar como un segundo sol y con tan rápida marcha, el aire fue rasgado con potentes gritos de alegría, lanzados por ancianos, mujeres y niños. Todos gritaban: «¡Aquí está Rama!». Bharata, pasando de la tristeza a la alegría, se acercó, con las manos juntas y honró a Rama: «Sé bienvenido», pronunció, con el respeto que le merecía su hermano. Pero éste se apresuró a alzarlo, lo apretó contra su pecho y lo estrechó entre sus brazos con alegría. Continuar leyendo «Vímanas: Los OVNIS de la antigua India.»