En un anuncio oficial de la administración del presidente Barack Obama, se dió a conocer que en diciembre de éste año se revelará la verdad sobre la existencia de seres extraterrestres.
Durante años, se ha mantenido en secreto por diversas razones todo aquello que tiene que ver sobre la posible existencia de vida más allá de nuestro Planeta, aunque ahora y a pesar de que algunos sectores de poder todavía pretenden ocultar la realidad, el próximo mes, el presidente de los Estados Unidos, después de haber mantenido reunion secretas durante más de un año, deliberando sobre los OVNIS y la vida en otros planetas, mostrará al mundo la verdad.
El investigador de la NASA, Richard Hoagland, hizo públicos los resultados del bombardeo llevado a cabo en la luna el 9 de Octubre de éste año, en donde fue descubierta una antigua base en el polo sur de la misma.
Hoagland concluyó que el proyecto LCROSS de la NASA es parte de una campaña cuidadosamente construida para preparar a la población para la divulgación inminente. “El Presidente de los Estados Unidos pronto dará a conocer que los científicos han descubierto ruinas en la Luna”, afirmó.
Otras fuentes señalan que se habrían producido encuentros entre funcionarios de los EE.UU. y un grupo de visitantes extraterrestres. Tendremos que esperar hasta finales de éste año para ver como sigue ésta historia…
El gran secreto…
Puede resultar interesante relacionar ésta nueva información, con el relato del libro de William Cooper– “Operation Majority”. Un video de Bill, que nos induce a pensar en otra realidad, tal vez más conspirativa, pero no menos legítima.
Conspiración sobre un ataque extraterrestre?
Una psicografía de Parravicini – Año 1940
Ante las constantes visitas de navieros extraterrestres la ciencia negará, luego dudará y por fin dirá ¡Verdad es!. Y nuestra sapiencia ha quedado atrás. ¡Siglos nos vigilan y contemplan!. Benjamin Solari Parravicini – 1940
Un campo de 50 hectáreas del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, próximo a las localidades de Villa Iris y de Jacinto Arauz, apareció con un centenar de extraños círculos, donde la hierba está quemada, y hasta el momento el origen del fenómeno es un verdadero misterio.
En el lote de 50 hectáreas, propiedad del productor rural Sergio Forestier, se pueden ver al menos 100 circunferencias de distintas dimensiones, que oscilan entre los dos y los 17 metros de diámetro.
Las flores amarillas que hay diseminadas en todo el lote dentro de los anillos se ven secas, como quemadas, y en lo que queda de las cincuenta hectáreas las plantas se mantienen verdes y florecidas. [Leer Noticia Completa]
Cuando el físico Enrico Fermi se encontraba trabajando en el Proyecto Manhattan, cuyo fin era el desarrollo de la bomba atómica estadounidense, enunció la que hoy se conoce como Paradoja de Fermi.
El científico estaba atormentado por la contradicción que existe entre los cálculos que demuestra que hay una enorme cantidad de planetas capaces de alojar civilizaciones inteligentes en el universo, y la ausencia de evidencia de dichas civilizaciones. ¿Es la raza humana la única civilización avanzada en el Universo?
Una de las cuestiones que más inquietan a la humanidad es la existencia (o no) de otras civilizaciones en el Universo. A lo largo de los siglos, hemos pasado de sentirnos que eramos el centro del Universo, a quedar relegados a un simple y común planeta que orbita una estrella ordinaria en los suburbios de una galaxia -la Vía Láctea- que tampoco tiene nada de especial. Esta situación ha permitido especular con que los acontecimientos que dieron lugar a la vida en la Tierra hayan tenido lugar en miles de millones de sitios más. Al fin y al cabo, si nuestro planeta no tiene nada de especial, no hay motivos para creer que sea el único lugar capaz de haber desarrollado organismos inteligentes. Sin embargo, y a pesar de la tecnología que el hombre ha creado a lo largo de siglos, hemos sido incapaces de encontrar evidencia alguna que pruebe la existencia de otra civilización extraterrestre.
A principios de la década de 1940, en medio de una conversación informal con sus colegas del Proyecto Manhattan -que terminó poniendo a punto las bombas atómicas que se arrojaron sobre las ciudades japonesas- Fermi planteó esta cuestión. Si bien Drake no publicaría su famosa ecuación destinada a proporcionar un valor concreto a la cantidad de planetas habitables que existen hasta 10 o 15 años más tarde, los científicos tenían elementos para suponer que la Tierra no era el único planeta del Universo. Era esperable que alguna de esas civilizaciones, sobre todo las que fuesen miles o millones de años más antiguas que la humanidad, hubiesen desarrollado una tecnología lo suficientemente avanzada como para recorrer la Galaxia o, al menos, intentar enviar alguna clase de mensaje a las demás civilizaciones del vecindario. Sin embargo, y a pesar de algunas historias de OVNIs y abducciones carentes de pruebas, nunca habíamos (ni hemos) encontrado rastros de vida extraterrestre inteligente, como sondas automáticas, naves espaciales alienígenas o transmisiones de radio.
La Paradoja de Fermi puede resumirse de la manera siguiente: “La creencia común de que el Universo posee numerosas civilizaciones avanzadas tecnológicamente, combinada con nuestras observaciones que sugieren todo lo contrario es paradójica, y nuestro conocimiento o nuestras observaciones son defectuosas o incompletas.” No es raro que Fermi, un físico abocado al desarrollo de una bomba nuclear, se plantease este problema. El científico creía que la respuesta a su paradoja había que buscarla en su propio trabajo. Tarde o temprano, razonaba Fermi, toda civilización lo suficientemente avanzada desarrolla con su tecnología el potencial de autoexterminarse, tal y como él mismo creía que estaba haciendo la humanidad al desarrollar armas de semejante calibre. El hecho concreto de no encontrar pruebas relativas a la existencia de otras civilizaciones extraterrestres le hacían pensar en que un trágico final le esperaba a la humanidad.
El campo magnético terrestre se encarga de protegernos del “viento solar”
Para intentar explicar la paradoja algunos echan mano a la hipótesis de la Tierra Rara. Esta teórica sugiere que la vida es tan extraña en el Universo debido a que -contrariamente a lo que creemos- hay una gran escasez de planetas similares al nuestro. La Tierra sería un planeta especial, y por eso es uno de los pocos que alberga vida. Uno de los argumentos esgrimidos para defender esta postura, se relaciona con la posición que la Tierra ocupa en la Galaxia. Los brazos espirales de la galaxias contienen un gran número de novas, cuya radiación es perjudicial para la vida superior. Sin embargo, el sistema solar está en una órbita muy especial dentro de la Vía Láctea: una órbita casi circular, a una distancia en la que se mueve prácticamente a la misma velocidad que las ondas de choque que forman los brazos espirales. La Tierra ha estado en esta ventajosa posición durante cientos de millones de años. Ese es el lapso en el que ha existido vida superior en la Tierra. Continuar leyendo «Vida extraterrestre : La paradoja de Fermi»