Las “Tepas” del Tepozteco

Hace algún tiempo decidí emprender junto con algunos compañeros del colegio una expedición al estado de Hidalgo, México, donde se encuentra un pequeño pueblo llamado Tepoztlán, un lugar famoso por estar lleno de historias acerca de sucesos paranormales. Lo primero que llamo nuestra atención fue el hecho de que ningún camión de ruta llegara directamente al pueblo, la única forma de acercarse era ir en auto particular o tomar un pequeño vehículo colectivo que salía unos kilómetros atrás.

Al llegar al pueblo comenzamos a hacer preguntas a los lugareños, y se nos hizo increíble la cantidad y variedad de leyendas que se cuentan en el lugar, pero hubo una en especial que llamo nuestra atención por ser la más conocida entre la gente. Los relatos hablaban acerca de esferas de fuego que se podían observar todas las noches dando vueltas alrededor del cerro Tepozteco localizado a menos de un kilometro del centro de Tepoztlán.

El conductor del taxi que no llevo hasta el pie del Tepozteco, lugar donde íbamos a pasar la noche en casas de campaña, nos conto que esas bolas de fuego eran una clase de brujas conocidas como “tepas”, que en el día tomaban forma de animales y caminaban entre la gente marcando a quienes serian sus futuras presas mediante un piquete, una mordida o un rasguño, y durante la noche regresaban a su forma humana, se quitaban las piernas y las colocaban en cruz frente a la chimenea para poder volar por el pueblo y llevarse a sus víctimas. También agregó que sus víctimas preferidas eran los recién nacidos, a los cuales podían observar a través de los espejos y que debido a esto todos en el pueblo tenían la costumbre de tapar con sabanas todos los espejos de sus casas para así evitar que las tepas notaran la presencia de los niños. Continuar leyendo «Las “Tepas” del Tepozteco»

Aparición de un ser alado en mexico

Un misterioso animal alado apareció por sorpresa la noche del lunes 23 de junio del 2003, en una finca campestre ubicada por la carretera Nacional a la altura de Los Cavazos (México). A la mañana siguiente el Sr. Adán Canales propietario del inmueble descubrió que uno de sus gansos africanos había desaparecido.

La insólita historia de lo que ocurrió esa noche es relatada a continuación por el propio testigo: «Generalmente llego a mi casa alrededor de las 22:30 horas ya que trabajo todo el día en la ciudad de Monterrey. Mi hobby son los animales y es por esta razón que tengo perros, palomas, gansos, gallos y gallinas de varias razas.

El incidente se inició a las 23:15 horas aproximadamente. El furioso ladrido de los perros y el alboroto que producían las aves de corral me alertaron sobre la presencia de un intruso. En esos momentos me encontraba en la cocina así que abrí la puerta y observé a los perros brincando en su afán de alcanzar a un bulto que se encontraba sobre la barda trasera. Estaba muy oscuro para ver detalles y aquel bulto me pareció como la mitad superior de una persona. Todo indicaba que alguien trataba de introducirse a mi casa saltando la barda y solo era visible de la cintura para arriba. .

Encendí las luces del patio y todo volvió a la normalidad por algunos minutos. Después escuche un sonido extraño muy difícil de describir, lo más cercano a ese ruido sería como una especie de quejido emitido por un animal mamífero. Algo parecido al sonido que emiten los caninos o felinos grandes al quejarse. .

Volví a asomarme por la puerta de la cocina y vi perfectamente, ya que las luces estaban encendidas, que un animal desconocido saltaba desde la barda por encima de los perros hasta un punto mas allá de la alberca. Aquel salto fue impresionante. El animal había brincado una distancia de 12 a 15 metros sin la menor dificultad.

Los perros estaban encerrados y no podían seguirlo. La luz le daba de lleno y pude observar con toda claridad que tenia alas como las de los murciélagos. El cuerpo de este animal incluyendo las alas carecían de plumas. Continuar leyendo «Aparición de un ser alado en mexico»

Leshii, el demonio del bosque

Los bosques del este de Europa constituyen el dominio del leshii, poderoso ente sobrenatural al que corresponde cuidar de los animales y las plantas que habitan en ellos. Con semejante función, no es de extrañar que trate a los humanos de forma extremadamente maliciosa y hostil.

El leshii posee la capacidad de cambiar de aspecto a voluntad. Su tamaño varía entre el de una hierba y el de un árbol. Puede adoptar la apariencia de cualquier animal, y también la de un ser humano, incluso la de uno conocido por la persona a quien se aparece, aunque en estos casos siempre hay algún detalle que lo delata, como, por ejemplo, llevar el abrigo abotonado al revés, tener los ojos blancos o carecer de cejas.

Pero el leshii puede presentarse también bajo su propia forma. A este respecto, existen dos descripciones típicas. Una lo presenta con aspecto de fauno o demonio, es decir: patas de macho cabrío, dos cuernos brotando de su frente, pelo cubriéndole casi todo el cuerpo… La otra lo retrata con una apariencia más vegetal, con la piel rugosa como la corteza de un árbol y el pelo (al igual que el de las rusalkas) verde como la hierba.

De todas maneras, lo más habitual es que les juegue malas pasadas a sus víctimas sin dejarse ver. Todo el que se adentra en el bosque debe permanecer alerta, ya que el leshii probablemente intentará conducirlo hacia un precipicio o un pantano, borrando caminos, cambiando señales de su sitio, haciéndose pasar un amable lugareño o imitando todo tipo de sonidos, incluidos el llanto de un bebé o los lamentos de un agonizante. Puede lanzar asimismo terroríficas carcajadas. Todo sirve con tal de llevar al viajero hacia su perdición.

Cuando alguien se siente bajo el influjo del leshii, lo mejor que puede hacer consiste en caminar de espaldas o ponerse la ropa al revés. Solo así logrará regresar al camino.

A veces el leshii se limita a gastar bromas pesadas, como, por ejemplo, soplar polvo sobre los ojos del viandante, o quitarle el sombrero mediante el mismo método. Y es que el leshii está muy asociado al viento. Sus apariciones son frecuentemente precedidas por una fuerte ráfaga de aire, y se dice que danza en los torbellinos junto a su mujer. Continuar leyendo «Leshii, el demonio del bosque»