Un anuncio demasiado realista está poniendo nerviosa a la gente en Hollywood

La marquesina de una parada de autobús en Boulevard Santa Monica, en Hollywood, está siendo protagonista de todas las conversaciones en el barrio. Y es que la gente que se sienta a esperar el autobús se está llevando unos sustos de muerte.

La imagen de una persona metida en una bolsa de plástico, que de lejos parece un simple anuncio, es espeluznantemente realista: al acercarte te das cuenta de que incluso respira y se mueve.

Estamos acostumbrados a ver todo tipo de cosas escalofriantes en la televisión, pero una cosa es eso y otra muy distinta toparte de bruces, mientras estás tranquilamente en la calle, con un hombre plastificado cubierto de gelatina y respirando por una máscara.

Se trata de un anuncio para publicitar Altered Carbon, una serie de ciencia-ficción que acaba de estrenar Netflix y que está basada en una exitosa novela de Richard K. Morgan. La trama está ambientada en un futuro en que la mente de las personas se almacena en unas pilas y los cuerpos son meras fundas que se cultivan y se pueden cambiar.

El anuncio representa uno de esos cuerpos-funda metido en su fluido de cultivo, pero el realismo es tan extremo que la gente se pone muy nerviosa al verlo y se acerca a tocarlo con sus propias manos. ¡Hay quien llega a creer que es un actor real al que han pagado un dineral para meterse ahí dentro!

No es la primera acción impactante que se ha llevado a cabo para promocionar esta serie, que promete ser uno de los éxitos de la temporada. Hace unas semanas montaron una exposición en una feria de tecnología e hicieron creer a mucha gente que ya estaba disponible la tecnología para poder implantar nuestra mente en otro cuerpo. Sintiéndolo mucho, la inmortalidad aún no ha llegado pero, entretanto, podemos disfrutar de esta ambiciosa historia que no está dejando a nadie indiferente.

Que ves en ésta imágen?

A primera vista notarás, a mano izquierda, los contornos del rostro y cabello de una mujer, así como algunos rasgos de su cara, en particular un lunar en la punta de la nariz.

Pero si te detienes en ese lunar durante unos 15 segundos y luego desplazas la mirada al recuadro en blanco a la derecha, debes poder contemplar la imagen de una mujer joven, bonita, de pelo oscuro.

Se trata, desde luego, de una ilusión óptica, que funciona mediante el uso de una técnica llamada “imagen negativa persistente».

Los fotorreceptores del ojo

Esto se explica mediante el mecanismo de los fotorreceptores del ojo, que identifican colores y los codifican en términos que nuestro cerebro puede entender.

Los seres humanos tienen tres “canales” de color, uno con escala de grises, otro de rojos y verdes y el tercero de azules y amarillos. Al mirar un color específico, las células del canal donde se encuentran se activan, pero después de un corto periodo de tiempo se debilitan.

«Esto sucede cuando los fotorreceptores, principalmente las células del cono en sus ojos se estimulan en exceso y fatigan, haciendo que pierdan sensibilidad”.

En la vida cotidiana normal, no notarás estos cambios porque los diminutos movimientos de tus ojos impiden que estén sobreestimulados.

Cuando los fotorreceptores se cansan, suelen identificar el color opuesto más fuerte del mismo canal. Por ejemplo, si miras fijamente demasiado tiempo una imagen color magenta luego verás una estela de color verde.

Por lo tanto, en esta ilusión óptica nuestras células receptoras de azul se cansan, lo cual estimula el tono opuesto, amarillo. Esto nos permite ver un tono más natural de piel y equilibra lo que sería el equivalente a un negativo de película fotográfica para revelar la otra imagen que corresponde a la mujer hermosa y evasiva.

Esta explicación, sin embargo, no aplica al famoso vestido dorado o azul– que sacudió internet hace poco, y que todavía tiene a los expertos rompiéndose la cabeza.

Solo 1 de cada 4 personas ve todos los colores que hay en este gráfico

¿Crees que tienes vista de águila? ¿Presumes de que no se te escapa ningún detalle? ¿Encontrabas a Wally en apenas segundos? ¿Veías rápido el famoso barco en tres dimensiones mientras tus amigos se quedaban bizcos? Pues aquí hay una nueva prueba para ti, y no es nada fácil.
Mira este gráfico y dinos cuántos colores ves.

Si ves 20 matices o menos, eres un dicrómata. Es decir, tienes la misma vista que un perro o un gato. Tus ojos solo tienen dos tipos de conos, cuando lo habitual es tener tres. Los conos son las células fotosensibles responsables de la percepción del color, y se encuentran en la retina. Los dicrómatas suelen ver colores como el azul, el negro o el beige, pero tienen problemas con el rojo o el amarillo. El 25% de la población ve de esta forma.
Si ves entre 20 y 32 matices, eres un tricrómata. Tienes los tres tipos de conos en tus ojos, por lo que puedes ver rojos, púrpuras/azules y verdes. Disfrutas de los colores porque los puedes apreciar. Aproximadamente el 50% de la población es tricrómata.
Si ves entre 33 y 39 matices, eres un tetracrómata. Tus ojos tienen 4 tipos de conos, y eres capaz de distinguir los matices del amarillo, algo de lo que no son capaces los tricrómatas ni los dicrómatas. Puedes ver todo el espectro de colores sin problemas. Solo un 25% de la población es tetracrómata.
Si ves más de 39 matices… ¡Te lo estás inventando! Porque en el gráfico no hay más de 39 matices, y es probable que la pantalla de tu ordenador o la de tu móvil sea incapaz de mostrar bien más de 34. A menos que te llamen ‘cDa29’, la etiqueta con la que la científica Gabriele Jordan llama a una mujer que es capaz de distinguir 99 millones de colores.