El fantasma de Steve Irwin

Seguramente todos recordarán con cariño al ecologista australiano Steve Irwin, más conocido como el cazador de cocodrilos por su programa televisivo del mismo nombre. Irwin falleció en el mes de septiembre de 2006, en el Arrecife de Batt, cuando fue atravesado por el aguijón de una Stingray mientras rodaba un documental.

A mediados de 2009, Pino Termini, un experimentado submarinista Italiano que posee en su haber numerosas horas de buceo, llegó a Port Douglas en el norte tropical de Queensland, en su octavo viaje a aquel paradisíaco lugar, en concreto en la Gran Barrera de Coral, un lugar que aprecia y que él mismo considera su patio de recreo.

En más de una ocasión, Termini había escuchado que el Arrecife de Batt, es un lugar idóneo para sumergirse y por ese motivo decidió alquilar un barco para explorar la zona.

«Cuando había comenzado mi buceo, me sorprendí con la presencia de un buceador, en particular, porque en la superficie no había visto otros barcos a excepción del mío. Además, observe que el submarinista no tenía botella de oxigeno, ni gafas cualquier otro elemento necesario para realizar la práctica del buceo. Por un momento nadó hacia mi y fue en ese momento cuando me asuste de verdad, pues el buceador no era otro que Steve Irwin, el famoso cazador de cocodrilos. Me asuste, aunque a él se le veía tranquilo y en paz, el problema es que sabía que Irwin había fallecido hace unos años».

«He visto de todo bajo el mar, pero nunca antes un fantasma. Es como si estuviera buscando el lugar donde había encontrado su final. Parecía que estaba allí cuidando de los animales». Explico Termini sobre su experiencia.

Termini, no es un inexperto en las profundidades; Fue buceador de la Marina Italiana durante 17 años y ha estado sumergido en las aguas de medio mundo buscando siempre algo nuevo que descubrir bajo la superficie del mar. Esta vez, parece ser que descubrió algo que realmente ni él esperaba.

Fotos de apariciones y fantasmas

Misteriorso rostro de la prisión

La Prisión Crumlin Road en Belfast, Irlanda del Norte fue construida en el año 1800. La foto fue tomada en la celda de ejecución Nº 13 de aquella cárcel, despues de depositar los restos del cadáver en el ataúd. Detrás del difunto se puede observar el rostro de una fantasmal aparición.

El fantasma de la cena

La primera de las siguientes fotografías fué tomada sin flash, durante una reunión familiar. La segunda imágen fue tomada con flash y en la misma se puede ver la imágen aunque algo borrosa de una mujer que segun los testigos no se encontraba en el lugar. Además de estar fuera de foco con respecto al resto de las personas de la foto, la cabeza de la aparición es demasiado grande en comparación con los demás retratados.

Sin embargo, ambas fotografías fueron examinadas por el departamento de fotografías de la Universidad de Leicester, y por la Sociedad para la Investigación Psíquica. En ambos casos se descartó que el efecto se deba a una doble exposición.

La Sombre de la Capilla Sefton

La siguiente fotografía fue tomada en septiembre del año 1999, en la Iglesia Sefton de Merseyside, Inglaterra. En el momento de la captura solo dos fotógrafos se encontraban en la Iglesia y ninguno de ellos vio la figura que luego apareció en las tomas de una de sus cámaras.

El fantasma del abuelo

Dennis Russell tomó esta imagen a su abuela en 1997 y se sorprendió al ver detrás a su abuelo años después de haberla revelado.

Fantasmal naturaleza…

Nuestro espíritu desgrana hechos diversos, algunos muy intensos, por motivos impactantes. Algunos humanos tienen facultades mayores para producir, casi siempre involuntariamente, reacciones paranormales. Estos fenómenos generan movimientos a distancia, puertas que se abren, o cierran, desplazamientos de diversas cosas, hasta levitaciones y bilocación.

Podríamos decir que son «fantasmas» generados por seres vivos. (Muchas veces atribuidos estos a los «duendes»). Los hechos fantasmagóricos propiamente dichos, son retazos de las vidas de personas ya muertas. Las «almas en pena», no son tales. Son períodos de las vidas de difuntos, generalmente dolorosas y traumáticas, que funcionan como desprendimientos de nuestro espíritu. Actuando como válvulas de seguridad, que permite evadir cierta carga insoportable.

Las personas más propensas a generar fantasmas pesarosos, son las que repiten por largos períodos situaciones de enfermedad o reclusión. Generalmente aparecen estas manifestaciones al momento de la muerte, cuando quedan atrás, solo siendo una «esquirla» que remeda por unos momentos, algo de la entidad original que ya está en el período “entre vidas”.

Por último, están los espíritus que en su período “entre vidas”, no pueden romper lazos afectivos muy fuertes o permanecen por siglos confinados a ciertos lugares, ocasionando manifestaciones “demoníacas” muy peligrosas y hasta posesiones.

Estos karmas son muy difíciles de resolver, pues los personajes intervinientes se han desplazado mucho en la continuidad espacio-temporal. Solo intervenciones diversas externas pueden cortar la existencia anormal de estos persistentes entes.

por Manlio E. Wydler