Territorios olvidados de la Argentina

Nos referimos al Territorio Nacional de los Andes y al Territorio Militar de Comodoro Rivadavia, absorbidos por otras provincias.

Durante el proceso de organización, los territorios que no integraban ninguna provincia se consideraron nacionales a partir de una ley dictada en 1862. Todos estos territorios nacionales son hoy provincias argentinas, como las antiguas gobernaciones de Misiones, Formosa, La Pampa, Chaco y la Patagonia, y el primitivo Territorio Nacional de los Andes, que en 1943 fue dividido entre Salta, Jujuy y Catamarca.

Su Capital era el pequeño pueblo de San Antonio de los Cobres, unido por el Tren de las Nubes a la capital de Salta y a la Ciudad portuaria chilena de Antofagasta. (el ramal en suelo chileno está abandonado desde hace años).

Se encuentra en la confluencia del torrencial y altamente erosivo río Toro, que desciende desde la Puna, con el arroyo San Antonio de los Cobres, en la parte más baja de la espectacular Quebrada del Toro que sirve de ancestral acceso a la Puna de Atacama por la ruta nacional 51 y por el famoso Tren de las Nubes.

Su clima es seco, de noche es frío y con vientos constantes. El poblado es muy antiguo recibiendo su nombre de los abundantes yacimientos cupríferos existentes en sus inmediaciones.

Entre sus atractivos turísticos se encuentran el Viaducto La Polvorilla, uno de los espectaculares tramos del Tren de las Nubes, perteneciente al ex Ferrocarril General Belgrano y fue – construido por el estado nacional argentino siguiendo el Plan de Fomento que debía unir a todas las capitales provinciales y territoriales argentinas. Continuar leyendo «Territorios olvidados de la Argentina»

Vaticinios sobre el fin del mundo

Finalmente llegó el año 2012 y con él, una profecía que genera una especie de insertidumbre que para algunos se traduce en temores y para otros en una noticia recursiva que como tantas, seguramente quedará en la historia de las predicciones sin cumplir.

En muchos medios ya explicaron que los Mayas no vaticinaron el fin del mundo con la magnitud del apocalipsis, sino que posiblemente, durante el año en curso, el verdadero «fin» o el verdadero cambio, radicaría en lo espiritual más que en cualquier catástrofe que pudiera poner fin a la raza humana. El cambio, es segun lo aceptado por la mayoría de índole espiritual y no material.

Pero las profecías mayas no son las únicas que han dado letra a los que de alguna manera eligen creer en que el futuro es un estado que se puede adivinar. Por la red abundan distintas profecías que indican que éste año es el elegido por excelencia para éste tipo de sucesos.

Así, desde hace ya varios años, el belga Patrick Geryl, un esoterista muy dedicado, sigue sosteniendo que a finales del año en curso los polos van a invertir su posición de manera abrupta, provocando en dicho evento una serie de catástrofes que culminarían con la vida en el planeta. Por su parte, Luis De Jesús de Miranda, líder del movimiento «Creciendo en Gracia», anuncia a viv voz, desde Miami, que él y su iglesia se convertirán en «seres inmortales» a mediados de año. Y la profeta norteamericana Nancy Lieder, quien desde su sitio ZetaTalk jura estar en contacto con alienígenas Grises, dice que el último de una larga tradición de «planetas errantes» colisionará con la Tierra el 21 de Diciembre.

Ante la variedad, es lógico pensar que alguna de éstas predicciones deben estar equivocadas, y más razonable entender que ninguna de ellas puede suceder. En el artículo de Yahoo Noticias, se explican con mayor detalle todas ellas, aunque las mismas tienen sus fundamentos, es un poco ilógico creer que todas pueden llegar a ocurrir. Es decir, si habláramos probabilísticamente, todas tienen la misma posibilidad de ocurrencia, aunque dicha la probabilidad es en verdad casi nula.

En éste contexto, yo mismo me arriesgo a realizar mi propia profecía: «El año 2012 transcurrirá con su habitual ritmo y con millones de eventos que nadie puede conocer con certeza, y a su paso, irán quedando a atrás aquellas afirmaciones proféticas sobre el fin del mundo»

La nube que detuvo el tiempo

Todos habréis escuchado más de una vez alguna historia que cuenta como algunas personas han sufrido en sus vidas una especie de paréntesis o lapsus espacio-temporales. A veces son saltos en el tiempo, otras veces son pausas en las que el tiempo parece no avanzar para ellos. En la mayoría de los casos, estas experiencias se preceden de extraños fenómenos atmosféricos en los que los protagonistas se ven envueltos. Hoy os contaré uno en especial que sucedió en España hace unas décadas y que a día de hoy, todavía permanece envuelto en las mismas incógnitas que se generaron el día en que sucedieron los extraños acontecimientos.

Todo ocurrió un 31 de enero de 1978, en los cielos grises y nublados del País Vasco. El vuelo 502 de la compañía española Aviaco, con el mando del comandante Carlos García Bermúdez, surcaba los cielos cubriendo el trayecto entre Valencia y Bilbao. Cuando se aproximaban al aeropuerto de Sondika (Bilbao), un espeso y opaco manto de nubes se situó a un kilómetro de altura. Continuar leyendo «La nube que detuvo el tiempo»