Misterios del cerebro : Los sabios autistas

La expresión «Idiot savant» o sabios idiotas, es utilizada para definir a aquellas personas, con retraso mental o autísmo de diferentes grados, que son capaces de realizar algún tipo de proeza mental. La literatura científica registra la presencia de éste tipo de síndrome desde que en el año 1887, J. Down, a quien debe su nombre el «síndrome de Down», etiquetara con ese término a un autista re­trasado mental que podía recitar de memoria el clásico libro – Decadencia y ruina del Im­perio Romano – de Edward Gibbon. Más tarde la afección fue rebautizada como el «Síndrome del Sabio», ya que la idiotez es en realidad el tipo de retraso mental más profundo, considerada a partir de un CI (Coeficiente Intelectual) menor a 25.

Los Savant son individuos que nos demuestran que en realidad conocemos muy poco sobre el cerebro humano y sus infinitas posibilidades. Los sabios autistas suelen sobresalir como calculistas extraordinarios o se convierten en verdaderas enciclopedias vivientes con una prodigiosa memoria fotográfica, son músicos virtuosos o pintores deslumbrantes. Debajo puedes leer algunas historias de sabios-autistas:

La increible memoria de Kim Peek

Kim Peek nació el 11 de noviembre de 1951 en Salt Lake City y murió el 19 de diciembre de 2009. Peek fue posiblemente uno de los Savant más famosos de la historia e inspiró el personaje de Dustin Hoffman en la película Rain Man, dirigida por Barry Levinson.

Hasta su muerte Kim recordaba con una increible exactitud el 98% de los 12.000 libros que había leído. Entre otras cualidades sorprendentes, Peek podía leer dos páginas en 8 segundos ocupando un ojo por cada página simultáneamente y demoraba apenas una hora en memorizar un libro, reteniendo de un modo preciso e instantáneo información sobre datos históricos, geografía, literatura o cualquier tema.

Al terminar de leer un libro, Peek no tenía idea cuando le preguntaban de que se trataba, pero podía recitar cualquiera de sus páginas, incluso meses después de haberlas aprendido.

En el 2004 la NASA examinó a Peek con una serie de exámenes mientras se le grababa mediante tomografía y resonancia magnética para intentar recrear una visión tridimensional de la estructura de su cerebro. Fue la primera tentativa no-invasiva mediante el uso de tecnología moderna para intentar descubrir por qué una persona con un cerebro discapacitado es capaz de hacer tales cosas, ya que se supone que existe esa capacidad latente en cualquier cerebro.

EL Arte de Stephen Wiltshire

Stephen Wiltshire es un artista inglés que fue diagnosticado con autismo a la edad de tres años. Es conocido por su habilidad para retratar con una exactitud increible, paisajes que apenas vio por escasos minutos. En el siguiente video, Stephen Wiltshire es llevado en helicoptero por Roma y posteriormente pinta de memoria la vista aerea con una fidelidad espectacular.

Calculadoras humanas

Un caso de sabios-idiotas sucedió en Estados Unidos durante la década del sesenta: Dos hermanos gemelos, John y Michael, diagnosticados autistas, se hicieron famosos cuando la televisión los presentó como «calculadoras humanas». Podían calcular casi instantáneamente y de manera precisa, el día de la semana de cualquier fecha particular, en un rango de 40.000 años hacia el pasado o el futuro.
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¿Y si?

Los asteroides, los planetas rocosos, en fin, hasta nosotros mismos estamos conformados por mucho o poco de todos los elementos de la tabla periódica, los que sabemos se formaron en estrellas de la primera o segunda generación desde el Big- Bang.

Si la inflación, luego del Big-Bang, sucedió a mayor velocidad de la luz, ¿como la gravedad encontró a estos materiales tan lejos, para formar los discos de escombros y gases para constituir los sistemas estelares-planetarios que hoy conocemos y en uno vivimos?

No es una pregunta fútil, porque cuando estalla una nova, o mejor una supernova, los materiales se lanzan en todas direcciones a unos 11.000 kilómetros por segundo. Estos materiales, difícilmente tendrían tiempo para estar disponibles “en el lugar” necesario.

Hace mucho, al escribir mi Cosmogonía, hablaba de dos límites en el Universo en expansión. El que se operaba al disminuir a menos de 1 ° K, la temperatura del espacio, momento en que los fotones se convierten en electrones y se “apagan” las luces estelares –no por la temperatura de los entes emisores, sino por el efecto Rosen-Einstein del entorno espacial- (límite Wydler II) y el postrer confín es cuando el material que se expande alcanza la velocidad de la luz, lugar del cambio de estado; siendo el inicio del Universo retractivo (Wydler I).

Esto delimitaría ciclos de expansión y retracción, entre los Big- Bangs y Big – Crunchs. Pero podría, tal vez, de alguna manera esto suceder en forma más contínua y las primeras oleadas del Big- Bang, alcanzasen a los remanentes postreros del anterior Big- Bang, antes de que llegaran al límite, no solo Wydler I, sino al Wydler II y así encontrar los materiales necesarios para formar la tercera generación de sistemas estelares –planetarios con todos los elementos conocidos. ¡Vaya consideración que nos soluciona otro problema!

Pero esto sería posible porque sabemos que la inflación se operó con “velocidades” diferenciales”, porque habría más masa de la que contabilizamos (no me gusta hablar de las masas “negras”, menos de las “energías oscuras”; todo pasa por “otro andarivel”) y como hemos visto, no darían los tiempos para contar con los elementos necesarios para la actual complejidad universal.

Que se nos presentaría una aparente no equivalencia entre los ciclos expansivos y retractivos de este sistema “retumbante”, bueno…, más adelante trataré esta anomalía.

El fin de la civilización Maya

Los cenotes, depósitos de agua subterránea o semisubterránea y la civilización maya son dos elementos inseparables, como vemos en el plano.

Según las inscripciones que estos habitantes dejaron (Popol Vuh) en las pirámides, hablan sobre los dioses celestiales, bondadosos y los que habitan el inframundo que debían permitir el paso obligado de los espíritus a este al reino celestial (Xibalba), con dioses macabros que rigen el mundo de los muertos y a los que se debía entregarse preciadas riquezas sanguinolentas (vida). Los comandan dos dioses principales: Hum Cané y Vucub Cané (Muerte y Siete Muertes).

Estos dioses eran muy celosos y pedían mucho a los humanos, para que les permitieran escapar del inframundo, luego de muertos y que dieran buenas cosechas y lluvias. Por ende los sacrificios humanos eran la moneda corriente para apaciguarlos: Primero se usaron niños, luego mujeres y posteriormente masculinos, cuando la sequía arreciaba. Los cenotes aparecen en tierras calizas, por la infiltración del agua de lluvia. Se forman cavernas, al ir disolviendo la misma los minerales. En ciertos lugares estas cúpulas cavernosas, con el paso del tiempo se desmoronan y se forma los llamados cenotes propiamente dichos.

El agua es dulce, pero cerca de la costa, la más profunda se la nota más salada. Hoy la gente se baña en ellos, el agua puede aparecer turquesa o verde, en este caso por las algas que crecen en ella. Lejos están los turistas de saber, que en el fondo fangoso hay miles de esqueletos humanos sacrificados.

Cuando se talaron todos los bosques, para usarlos como leña y para hacer lugar a la agricultura, debido al gran crecimiento poblacional de los mayas, el clima fue cambiando, llovió menos y la tierra del Yucatán, perdió fertilidad, entró a transformarse en un desierto.

Para peor, debido a las cada vez mayores carnicerías religiosas, que arrojaron “esas donaciones” dentro de los cenotes, convirtieron a los mismos en verdaderas cloacas. Usar ese agua era morir. Esto seguramente  convenció a los últimos mayas a emigrar, abandonando todo a la naturaleza que en los siguientes siglos fue restituyendo lo ocasionado por el daño humano.

Los debilitados mayas, al huir, debieron ser exterminados y algunos esclavizados por todas las tribus vecinas que durante muchos siglos fueron siervos o sacrificados en formas terribles. La venganza debió ser equivalente y en el fondo entre “hermanos” genéticos.

Eso fue el fin de una de las mayores civilizaciones de América.