El enigma de los trépanos egipcios

Hace ya más de un siglo, que a petición del arqueólogo y egiptólogo William Matthew Flinders Petrie (1.835-1.942), el ingeniero de la Antigua presa de Asúan, especialista en herramientas industriales y petrografía, Benjamín Baker, elaboró el conocido como «Informe Baker».

Este informe aparece en la obra de W.M. Flinders Petrie, «Pyramids and Temples of Gizeh», y trata sobre la utilización de antiguas herramientas por parte de los canteros y artesanos egipcios. Las conclusiones a las que llegó B. Baker después de exhaustivos análisis y ensayos sobre el terreno fueron rotundas y sorprendentes, pudiéndose deducir de todo ello afirmaciones como la siguiente: «…si un ingeniero moderno fuera capaz de reproducir la herramienta antigua no solamente se haría millonario, sino que revolucionaría la industria moderna…». ¿Cuáles fueron las razones para que B. Baker llegara a esta increíble afirmación?.

En 1.883, W.M. Flinders Petrie (Ilustración Derecha), presentó en el Instituto Antropológico de Londres un estudio sobre los taladros efectuados sobre bloques de roca de gran dureza, tales como el granito y la diorita. Entre éstos, aparecían los trépanos que se pueden observar en dos bloques de granito rojo de unos 12 centímetros de diámetro, que se encuentran en la Gran Pirámide, el primero de ellos tirado en el suelo, a la izquierda de la entrada original, situada por encima de la utilizada actualmente para acceder a su interior, y que fue realizada por Abdullah Al Mamún a la búsqueda de los tesoros que diferentes leyendas señalaban en el interior de la Gran Pirámide, y el segundo de los bloques, en el Pozo de la Cámara del Caos, a una considerable distancia del primero.

Entre varios de los datos técnicos aportados por Petrie, se podía ver el de un trépano realizado sobre un bloque de granito con un diámetro de 5,6 centímetros, y en el que se apreciaba en su interior un surco en espiral de cinco vueltas, con una diferencia de una a otra de 2,3 milímetros, lo que viene a significar casi un metro de avance en un sólo intento de perforación. En el caso de los bloques de la Gran Pirámide, las cifras también eran desconcertantes, pues se apreciaba que en cada vuelta el trépano se introducía 2,5 milímetros en la roca de granito rojo, un dato inexplicable si tenemos en cuenta que con nuestra más moderna tecnología, los trépanos de diamante sintético solo logran un avance de 0,05 milímetros por vuelta, exactamente cincuenta veces menos que los supuestamente primitivos y rudimentarios trépanos egipcios.

En otro de los trépanos observados de 11,43 centímetros de diámetro, y realizado en un durísimo bloque de diorita, se podía apreciar que el surco en espiral alcanzaba las 17 vueltas, nada más y nada menos que 6 metros de una sola tirada. Entre la sorpresa y la incredulidad, siguieron apareciendo nuevos datos de trépanos de todo tipo de diámetro, desde los 70 centímetros a incluso los minúsculos de 1 centímetro de diámetro, pero no por ello con menos efectividad a la hora de penetrar en la dura roca. Continuar leyendo «El enigma de los trépanos egipcios»

El radón y sus efectos sobre la salud

En muchos artículos me he dedicado a hablar de determinadas fuentes radioactivas, generalmente artificiales, que se unen a una natural y muy perniciosa, logrando así un efecto combinado potenciado, para producir diversos tipos de cánceres.

Los estudios experimentales realizados con animales que han sido irradiados, así como los realizados con personas, que por diversos motivos han sido sometidas a fuertes dosis de radiación, han puesto de manifiesto que las radiaciones ionizantes constituyen un agente cancerígeno. La aparición del cáncer suele ocurrir al cabo de varios años de haber recibido la irradiación, siendo un efecto tardío, probabilístico o estocástico. La probabilidad evidentemente aumenta con la dosis.

Como ya se ha comentado anteriormente, la toxicidad del radón es debida a su radiactividad; al tratarse de un gas inerte no se metaboliza, pero sí puede disolverse en los tejidos. Las partículas a que emite producen ionizaciones en el seno de la materia celular por poseer una gran energía cinética que se disipa en el seno de la misma, mediante la creación de iones, de radicales libres o rompiendo las moléculas clave como puede ser el ADN. Las células irradiadas pueden experimentar modificaciones profundas llegando ser destruidas.

El poder de penetración de las partículas a es muy pequeño; al ser partículas muy pesadas. Si la radiación es externa, pueden ser detenidas por la epidermis que actúa de blindaje para el cuerpo, pero si penetran en el organismo por inhalación, que es lo que ocurre con el radón, quedan detenidas en el tracto respiratorio cuyos tejidos están mucho menos protegidos que otros, pudiendo lesionar o destruir sus células. Si se tiene en cuenta, además, que en un ambiente donde exista radón se encuentran también sus descendientes, que son metálicos y pueden quedar fijados en las paredes del sistema respiratorio, las partículas a que emiten ellos y todos sus descendientes depositan toda su energía en el pulmón, potenciando la acción del radón disuelto en los tejidos del sistema respiratorio, y desarrollando con el tiempo un cáncer de pulmón.

La bibliografía al respecto aconseja para prevenir la inhalación en demasía de este pesado gas:

No permanecer mucho tiempo en sótanos. Por ser más pesado que los gases atmosféricos, siempre se condensa en los lugares más bajos.( Se mide en estos lugares 10 o más veces Radón que en la Planta Baja.)

Preferir pisos de madera para reducir al mínimo los materiales de construcción en contacto con el aire de los ambientes. Mejor, las paredes revestidas de madera.

En lo posible mantener ventilado el interior de los edificios, las corrientes de aire dispersan al Radón y le da menos posibilidad de ionizar nuestras células.

El Radón es un gas inerte químicamente, pero muy reactivo físicamente por su degradación: Uranio _Radio_ Radón y finalmente Plomo. (Este último no es radioactivo, pero es un elemento nocivo para los pulmones y para nuestra salud en general: saturnismo).

Según las estadísticas del gobierno norte-americano, es este el tercer motivo, luego del tabaco y los gases de combustión en desencadenar Cáncer!

El Valle de los hombres sin cabeza

El Valle de Nahanni

Al nordeste del Parque Nacional Nahanni de Canadá, se encuentra el extenso valle de Nahanni. El área es accesible sólo por barco o avión y es el hogar de muchas maravillas naturales, como sumideros, géiseres y una cascada de casi el doble del tamaño de las Cataratas del Niágara. Existen muchas historias en torno a éste valle. John Buchan, el autor de Los 39 escalones, dijo una vez que el valle era un lugar de fantasía para los pilotos que lo sobrevolaban. En el pasado, algunos creian que el valle estaba lleno de oro. Otros, que el lugar era caliente como el infierno, debido a las aguas termales. Muchas historias sobre misteriosas desapariciones en el lugar trascendieron a lo largo de los años. Los indios, incluso, dijeron que era el hogar de los demonios.

La garganta de más de 300 km de extensión se ha convertido en un misterio, debido a una serie de horribles muertes y desapariciones, muchas de ellas realmente inquietantes, ganándose el apelativo de «El Valle de los hombres sin cabeza». Las anomalías en torno a éste sitio comenzaron en 1908, cuando los Hermanos Macleod llegaron en busca de oro. Nada extraño fue visto o escuchado por los hermanos durante un largo año de búsqueda, hasta que sus cuerpos encontrados decapitados cerca de un río.

Nueve años más tarde, un suizo de apellido Martin, correría la misma suerte que los hermanos Macleod, durante su estadía en el valle, mientras se abocaba a la búsqueda del preciado metal. Su cadáver fue encontrado sin cabeza, del mismo modo que los anteriores. En 1945, hallaron a un minero de Ontario en su saco de dormir con la cabeza cortada de sus hombros.

Los escépticos de lo paranormal, no tardaron en encontrar explicaciones lo suficientemente racionales como para tranquilizar las mentes inquietas. Las mutilaciones podrían tratarse o bien de un oso pardo, o más probablemente a la pugna del oro con los indios hostiles. Sin embargo, la ocurrencia de otros sucesos realmente extraños en la zona, se suman a los ya conocidos misterios del valle.

Algunos años antes de las primeras muertes ocurridas en el lugar, la zona estaba habitada por la tribu de los Naha, quienes habrían desaparecido abruptamente y sin dejar rastros. Otros indios de la zona han evitado el valle durante siglos, alegando un mal que atormenta a desconocidos. Muchas partes del valle permanecen sin explorar, y algunas historias sostienen que en el lugar existe una entrada a la «Tierra Hueca». Otros creen que el valle es el hogar de un mundo perdido, con exuberante vegetación y un clima tropical, debido a las aguas termales y a las corrientes de aire caliente que emanan de ciertos sectores, así como minas de oro sin explotar y sasquatches errantes.