Respecto a la paradoja de Fermi

Esta se resumiría pensando que si aún no tenemos conocimiento siquiera indirecto de otras civilizaciones, podría acaso nuestra Tierra y nosotros ser un resultado irrepetible, único en la inmensidad del Universo? La fórmula de Drake, postularía la enormidad de posibles mundos habitados por criaturas inteligentes.

Este temor expresado por Enrique Fermi, aparte de ser una concepción que tiende a pensarnos como “el ombligo del mundo”, razono que por suerte hoy ya podemos pensar de una manera diferente a la atávica idea reiterada que nos persigue desde la antigüedad de «la especial creación divina del centro universal».

Para que esta paradoja aún exista se deben presuponer demasiadas cosas improbables, porque nos hace pensar en formas atadas a concepciones arcaicas de la energía: Por ejemplo se menciona la esfera de Dyson, que hace de la colecta de energía de civilizaciones muy avanzadas un asunto de técnicas tan poco elaboradas como improbables.( Rodear toda una estrella con espejos recolectores de energía , cubriéndola en una esfera amplia en órbita lo que es algo muy rudimentario en su principio y muy oneroso en su improbable construcción.)

Además, sería la propia estrella imposible de detectar como tal (y menos su civilización) sin prácticamente cosa mensurable que la delate-En especial la luz -). Creo que existirán muchas formas mejores en el futuro de aprovechamientos energéticos y que a ninguna mente hoy le es dable pensar o leer e interpretar en el Libro Akáshico un futuro tan distante. Continuar leyendo «Respecto a la paradoja de Fermi»

El Precursor

El famoso Juan Sebastián Bach, no solo anticipó muchas innovaciones en la música, logrando cúspides de composición renacentistas y clásicas, sino que era un eximio intérprete de la flauta primero, luego del violín, de la espineta y por fin del rey de los instrumentos: el órgano.

Invito a los lectores que escuchen los Conciertos transcriptos para piano y orquesta (que incluso algunos se encuentran escritos para ser ejecutados con los instrumentos solistas del violín o de la flauta).

En ellos traspasa el contrapunto del barroco y se adentra en innovaciones clásicas. Estos conciertos constan-todos- de tres movimientos. Si no tomamos en cuenta a los movimientos lentos, comprobaremos algo muy interesante.

El Concierto en A mayor, B. W. V. 1055 (movimiento primero :Allegro moderato y el tercero: Allegro ma non tanto, el Concierto en F Minor, B. W. V.1056; el primero: Presto y el tercero: Allegro moderatto; el Concierto en F Mayor, B. W. V. 1057, el primero: Allegro y el tercero: Allegro assai y el Concierto en G Minor, B. W. V. 1058, Allegro assai y Allegro moderatto ( primero y tercero respectivamente), encontramos extensos compases con variaciones que los compositores de tango y milonga han desperdigado, luego de re -elaborarlas en muchísimas composiciones y que muestran el virtuosismo de ejecutantes de bandoneón o de piano, ….y a veces de grandes cantantes.

La cúspide de la influencia «bachniana» en las variaciones tangueras y en la composición, la encontramos en el célebre Ástor Piazzola, pero ya venía dándose en muchos compositores que no podría enumerar-debido a la emoción que me embarga-por temor a olvidarme de muchos.

Pero no podría dejar de mencionar a mi «profe» de música, Eugenio García,-tanguero de ley- que me hizo notar con sus enseñanzas las conclusiones que hoy menciono.

por Manlio E. Wydler

OVNIS: Desde la antiguedad

La historia de los avistamientos de objetos voladores no identificados y de la variada fenomenología que los acompaña, puede dividirse en dos grandes etapas: una que engloba los avistamientos habidos desde épocas prehistóricas hasta nuestro siglo XX, y otra que recoge los avistamientos contabilizados en la época tecnológica, desde aquellos nueve discos volantes que avistara Kenneth Arnold el 24 de junio de 1947 junto al monte Rainier, en Washington, hasta hoy. En el artículo que sigue voy a resumir la fenomenología de la primera de estas dos etapas. Aquella en que ninguno de los objetos avistados podía proceder de la humanidad terrestre conocida

Siempre han estado

Desde los albores de la humanidad como tal, el hombre acepta como lógica la existencia de fuerzas inteligentes de seres supuestamente no humanos —dioses, ángeles, demonios y un sinfín de intermediarios— que intervienen directamente en el curso de nuestra vida sobre este planeta. Los textos y legados que en el curso de los tiempos han ido reflejando el acontecer de la historia de la humanidad están salpicados de testimonios que ilustran la presencia permanente de objetos volantes que evolucionan de forma inteligente a baja altura sobre la superficie terrestre. La lista de tales avistamientos en todo el mundo y en todas las épocas prueba que la actuación y la intervención de una o de varias inteligencias distintas de la nuestra forman parte integrante y continuada de la historia de la humanidad. Si prestamos oidos al bioquímico inglés Francis Crick – Premio Nobel en 1962 por haber descubierto la estructura del ADN -, habríamos sido creados por una supercivilización del espacio que en una época remota infectó al Planeta Tierra con un microorganismo destinado a desarrollarse en el tiempo hasta llegar a ser lo que hoy somos los seres humanos. Otros científicos secundan este supuesto, como por ejemplo Vsevolod Troitsky, de la Academia de Ciencias de la URSS, para quien la Tierra es un campo de experimentación de nuevas formas de vida, controlado por seres superiores y desconocidos para nosotros. Los más antiguos legados de la humanidad parecen refrendar estos supuestos. Aportaré solamente dos ejemplos. Continuar leyendo «OVNIS: Desde la antiguedad»