Un drone espía capta espeluznantes condiciones de granjas de cerdos

Las delicias de la carne de cerdo son, para quienes gustan de ella, un placer mayúsculo. Como también lo fue, al parecer, la sorpresa de un cineasta que, provisto de nuevos y polémicos equipos de alta tecnología, registró lo que fue, al mismo tiempo, una revelación, un escándalo y una decepción. Al menos para él y muchas otras personas preocupadas por la brutal forma en que se producen algunos de los alimentos que se consumen en las naciones desarrolladas.

Mark Devries es un cineasta peculiar, autor de documentales como ‘Speciesism’, que justamente documenta cómo se cría a los animales que se transforman en alimentos. Y sus hallazgos han sido sorprendentes para muchos: la idílica imagen de la granja donde el ganado pace, crece y al final es trasportado al lugar donde se convertirá en filetes se ha ido y su sucesor no tiene nada de inocencia pastoril y sí mucho de estridencia industrial. Entusiasta de la tecnología, Devries ha utilizado un avión no tripulado –de los conocidos como drones– provisto de cámaras para mostrar la realidad de lo que son, según los documentos de este cineasta, verdaderas ‘fábricas’ de producción de carne, deshumanizadas y contaminantes.


La inmensa laguna fecal de una granja industrial de cerdos. (YouTube/mark Devries)

El drone de Devries voló sobre varias de esas granjas industriales y descubrió que en ellas se encuentran enormes lagunas artificiales llenas de residuos fecales de los cerdos que, hacinados en grandes edificios, sobreviven casi sin moverse mientras son engordados, sus heces y orines colectados y drenados entre esas lagunas. Luego, de acuerdo al documental, cuando los residuos acumulados llegan a cierta cantidad, son simplemente ‘rociados’ a los alrededores y, con ello, afectan a los habitantes de poblados cercanos. Continuar leyendo «Un drone espía capta espeluznantes condiciones de granjas de cerdos»

Las bacterias están aprendiendo a resistir a los desinfectantes

Uno de los métodos más habituales para desinfectar es utilizar cloro. Generalmente en forma de clorina, tal y como ocurre en piscinas o en el suministro de agua potable. Principalmente porque funciona muy bien. O al menos hasta ahora, ya que un equipo de investigación ha encontrado bacterias capaces de resistir a la clorina.

El modo en que funciona este desinfectante es bastante sencillo. Las proteínas, para poder funcionar correctamente, necesitan tener una forma determinada. No sólo importa la secuencia concreta de aminoácidos, también el plegado tridimensional.

Esta forma se ve afectada por muchos factores. Esto es lo que aprovechamos para desinfectar, ya que la clorina cambia la configuración de las proteínas y hace que colapsen. De esta manera impide su función, y si las proteínas no funcionan la célula se muere. Bien sean bacterias, algas, o células animales o vegetales.

De hecho, la clorina es tan efectiva que es un mecanismo habitual del sistema inmune. La gran mayoría de los animales somos capaces de generar clorina como mecanismo para defendernos de infecciones.

Pero a todo se adapta la naturaleza. Durante un experimento relacionado con el sistema inmune, los responsables del artículo se encontraron con que una cepa de una bacteria intestinal, Escherichia coli, era capaz de impedir que la clorina colapsase sus proteínas. Continuar leyendo «Las bacterias están aprendiendo a resistir a los desinfectantes»

Energía eléctrica de las olas

La Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL) brasileña desarrolló un prototipo para generar energía eléctrica de las olas. El mismo fue instalado en las costas de Porto do Pecém, en São Gonçalo do Amarante (estado de Ceará).

“Esta pequeña generación de energía representa un gran avance, ya que la costa brasileña presenta buenas condiciones para el uso de la energía, debido a su proximidad a los consumidores en las ciudades con alta densidad de población”, aseguraron desde ANEEL. El desarrollo ubica a Brasil entre el selecto grupo de países que obtienen electricidad de las olas.

La energía generada a partir de las olas que rompen en la costa de Brasil tiene el potencial de producir 87GW de electricidad. Una prueba de 10 minutos que tuvo lugar el día 24 de junio, produjo electricidad suficiente para abastecer los sistemas auxiliares de la planta (iluminación y aire acondicionado), indicó ANEEL en un informe.

El prototipo de 50 kilowats fue construido totalmente con tecnología brasilera. Fue instalado y desarrolado por el laboratorio de tecnología submarina COPPE, con sede en Río de Janeiro. Se lo concibió en módulos para que permita expandir la capacidad de la planta. ANEEL afirma que el ”fácil proceso productivo” le da una ventaja sobre los demás en el mercado. Continuar leyendo «Energía eléctrica de las olas»