Un estudio rutinario en los archivos históricos de una parroquia inglesa ha permitido encontrar unos documentos que achacan la muerte de cuatro vecinos de la zona a la acción de unas hadas malignas que los asustaron hasta morir. «Nunca me había encontrado con nada similar», manifestó la archivera Anne Rowe después de encontrar estos documentos que hacen referencia a la causa de la muerte de las personas enterradas en el cementerio y están datados entre los años 1656 y 1663 en la parroquia Lamplugh, situada en la región de Cumbria (Reino Unido).
Además del registro de esas cuatro personas «asustadas hasta la muerte por las hadas» también hay referencias a otro individuo que fue conducido por una luz fantasmal hasta el estanque en el que se ahogó y a otros siete que murieron tras haber sido embrujados.
Rowe asegura que el documento es genuino, aunque no sabe si atribuir la citada lista a las «supersticiones» de sus antepasados o a su «sentido de humor».
La gran mayoría de las defunciones registradas en los documentos se debió a causas naturales, pero también hay constancia de las de tres ancianas que murieron ajusticiadas por practicar la brujería.
Los documentos muestran, en opinión de Rowe, «una Inglaterra del siglo XVII profundamente supersticiosa. Eran tiempos socialmente inseguros en los que la gente estaba asustada por las hadas y por otros seres sobrenaturales».
Autor: Miguel Seguí
Revista Más Allá, Febrero 2007
Todo comenzó en el verano de 1971, en un hogar humilde del pequeño pueblo de Bélmez de la Moraleda, en Jaén. La casa pertenece a la familia Pereira que observa atónita como una mancha en el suelo de su casa va formándose poco a poco hasta que aparece un rostro humano. A partir de aquí podríamos concluir con que es todo fruto del azar o de la humedad pero las cosas cambian cuando en casa de los Pereira comienzan a formarse caras nuevas. En un principio el señor Pereira intentó quitar aquella primera mancha y lo consiguió. Todo estaba en orden pero al cabo de un mes aparece una mancha nueva. En esta ocasión el matrimonio decide extraer el trozo de suelo con la cara y lo conservan enmarcado.
A partir de aquí la familia notifica al Ayuntamiento el suceso e intentan darle una explicación. Para ello excavan el subsuelo de su casa pero no hallan nada; únicamente huesos. ¿Por qué huesos? La casa de los Pereira, al parecer, está situada en el emplazamiento de un antiguo cementerio que data del siglo XVIII. Este hecho vino a añadir más misterio a las apariciones de Bélmez. [Leer el artículo completo]
Para muchos esto es quizá una novedad ya que a pesar de lo importante que resulta no tuvo la difusión acorde a los grandes acontecimientos científicos. Ya desde el 1.500 A.C., según algunos registros, se hablaba de Cámaras Secretas debajo de la Esfinge y en la Gran Pirámide. Los egiptólogos del siglo XIX habiendo estudiado varias tablas y libros nos hablaban de Cámaras Secretas y de la «Sala de los Archivos», remontándonos a una edad mucho más antigua de lo que se cree.
Corría el año 1991 y dos científicos luego de arduos estudios e investigaciones concluyeron que la edad de la Esfinge era superior a los 10.000 años. El Dr. Robert Schoch (Profesor de Geología de la Universidad de Boston, EE.UU.) y el egiptólogo John West concluyeron que las profundas fisuras que se pueden observar hoy mismo no son producto de la erosión de arena y viento, sino de agua de lluvia y remontan una edad de 10.500 A.C. para esta estructura.
Dos científicos derribarían por completo los principios de la cronología egipcia y los orígenes de la civilización. Gran revuelo se armó al difundir esta noticia, que la Esfinge era anterior a la era dinástica. Sin embargo, la profundidad de las grietas y fisuras producidas por el fluir del agua, nos remontan en base a evidencias climáticas y geológicas, aportadas por rigurosos estudios científicos, a esa fecha que más tarde se repetiría también para la Gran Pirámide.
Ese mismo año, el sismógrafo Dr. Thomas Dobecki descubre realizando pruebas acústicas alrededor de la Esfinge una gran anomalía de forma rectangular bajo la pata derecha de la Esfinge. Sus dimensiones bastante grandes, de 9 metros por 12 y de unos 5 metros de profundidad. Su forma rectangular, descartaba ser una cavidad natural sino «pareciera estar hecha por el hombre» en palabras del propio Dr. Dobecki, quien dejó en claro que estaba buscando allí evidencias de «una civilización perdida y una Cámara Secreta bajo las patas de la Esfinge».
Años más tarde, las investigaciones continuaban. Numerosos arqueólogos y científicos realizaban diversas investigaciones, algunos de ellos «a escondidas» para el público en general.
Entre 1995 y febrero de 1997, usando un sofisticado escáner se confirma la existencia de una «cámara» bajo la pata derecha de la Esfinge. Era el Dr. Thomas Dobecki junto al Dr. Schor quienes descubrían no sólo esta cámara sino también un túnel que iba directo hacia la segunda Pirámide.
¿La cámara secreta de las esfinge de Gizeh esfinge?.
Lamentablemente el gobierno egipcio no autorizó a excavar en estos lugares como en otros tantos sitios donde se confirmó la presencia de distintas cámaras y túneles.
Es así que en febrero de 1997 Boris Said utilizando el escáner del Dr. Dobecki descubre un nuevo túnel detrás de la Esfinge. La tapa tenía unos 45 centímetros de grosor y unos 2.5 metros por debajo de ella había un espacio de 2.5 metros de ancho con un techo abovedado, con una inclinación descendente de 25 grados en dirección a la Esfinge.
Nuevamente el gobierno egipcio negaría los permisos para excavar. [Extraído de : El Misterio de Gizeh]