Estrategias de Autocontrol en el Juego: Evitando la Dependencia de las Máquinas Tragamoneda

El juego puede ser emocionante pero para algunas personas se convierte en un problema grave de adicción. La ludopatía afecta a millones en todo el mundo; exploraremos estrategias de autocontrol para evitar la dependencia de las máquinas tragamonedas y otros juegos de azar.

1. Introducción

¿Qué es la ludopatía?

La ludopatía se define como un desorden mental en el que la persona no puede controlar su necesidad de jugar, a pesar de los efectos negativos que esto pueda generar.  Según estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 1-3% de la población mundial sufre de ludopatía, y este número está en aumento.

2. Conocimiento de las Emociones

Reconocer los factores desencadenantes emocionales

El juego compulsivo está vinculado con emociones como estrés, ansiedad o depresión. Por ejemplo, si alguien se siente estresado por problemas financieros, en lugar de recurrir al juego, debería considerar alternativas como el ejercicio o la meditación, especialmente al buscar casinos bonos de bienvenida.

Técnicas de autoevaluación emocional

Una técnica útil para controlar las emociones relacionadas con el juego es llevar un diario de emociones. Anotar cómo te sientes antes, durante y después de jugar puede ayudarte a identificar patrones y tomar medidas para evitar caer en comportamientos compulsivos.

3. Establecimiento de Límites Financieros

Fijar un presupuesto claro y realista

Una forma efectiva de controlar el juego es establecer límites financieros claros desde el principio, decidiendo cuánto estás dispuesto a gastar antes de comenzar y no exceder ese presupuesto. Por ejemplo, asignar $100 a tus actividades de juego mensuales y detenerte una vez alcanzado ese límite para evitar gastar más en juegos de azar.

Métodos para controlar el gasto durante el juego

Puedes controlar tu gasto en el juego usando tarjetas prepagadas en lugar de efectivo para un seguimiento más preciso, y establecer límites de tiempo para tus sesiones de juego, como jugar solo durante una hora en cada visita al casino.

4. Uso de Herramientas de Autoexclusión

Explicación de la autoexclusión y su función

La autoexclusión en Mr Bet permite a los jugadores prohibirse el acceso a los casinos y otras plataformas de juego, siendo útil para controlar los impulsos de juego. Algunos casinos ofrecen programas donde los jugadores pueden registrarse para ser excluidos por un período específico, como seis meses o un año.

Cómo aplicar la autoexclusión en casinos en línea y establecimientos físicos

En muchos países, los casinos en línea están obligados por ley a ofrecer opciones de autoexclusión a sus clientes. Esto significa que puedes solicitar ser excluido de jugar en un casino en línea durante un período de tiempo determinado.

5. Práctica de la Moderación y la Diversificación

Importancia de la variedad en la experiencia de juego

En lugar de centrarte exclusivamente en las máquinas tragamonedas, prueba otros juegos como el blackjack, la ruleta o el póker.

Estrategias para evitar la monotonía y el exceso de tiempo en un solo juego

Para contrarrestar el juego compulsivo, alterna entre diferentes juegos y establece límites de tiempo para cada sesión, como máximo 30 minutos en una máquina tragamonedas antes de cambiar o tomar un descanso.

6. Buscar Apoyo y Recursos

La relevancia de compartir experiencias con otros

Ya que compartir experiencias y desafíos puede proporcionar perspectivas diferentes y soluciones efectivas. Participar en foros en línea te conecta con personas en situaciones similares.

Organizaciones y recursos disponibles para ayudar a quienes luchan con la adicción al juego

Existen numerosas organizaciones y recursos dedicados a ayudar a aquellos que luchan contra la adicción al juego. Por ejemplo, la Asociación Nacional de Juego Problemático (NCPG, por sus siglas en inglés) ofrece asesoramiento gratuito y servicios de referencia a personas con problemas de juego.

7. Conclusiones y Reflexiones Finales

Para concluir, mantener el autocontrol durante el juego es crucial para prevenir la adicción y garantizar una relación saludable con esta actividad. Reconocer y manejar adecuadamente los factores emocionales desencadenantes, establecer límites financieros precisos, emplear herramientas de autoexclusión y buscar apoyo cuando sea preciso son pasos fundamentales para disfrutar del juego de forma responsable y evitar los riesgos asociados con la ludopatía.

La increible historia de Victor

Durante 3 años Victor Hubbard no se movió nunca del mismo lugar. Lloviera o hiciera sol, esta hombre sin hogar siempre estaba en la esquina de las calles Nasa Road y El Camino Real de la localidad de Kemah (Texas, Estados Unidos).

Ginger Prouse pasaba por esa zona diario. Y siempre se fijaba en Victor. Cada vez que le veía -lo normal era que fueran al menos cuatro veces al día- se preguntaba así misma por qué el vagabundo no buscaba un sitio más resguardado. Hasta que un buen día decidió parar su coche y preguntarle directamente a él.

Hubbard le explicó que su madre le había abandonado, que sufría un trastorno mental y que no tenía un lugar en el que vivir. Que estaba esperando a que su progenitora volviera al mismo sitio en donde la había visto por última vez.

En vez de darle unas monedas o compadecerse de él, Ginger decidió dar un paso más por Victor. Así, creó la página de Facebook ‘This is Victor’ (Os presento a Víctor), en el que presentaba a su nuevo amigo a todo el pueblo de Kemah, para que todo el mundo conociera su historia. Y no solo eso, también para que alguien le pudiera ayudar.

La respuesta fue lenta, pero esperanzadora. Muy pocos se pusieron en contacto con Ginger, pero los que lo hicieron aportaron mucha ayuda. En pocos días, esta cocinera de profesión organizó un pequeño grupo de voluntarios que fueron donando ropa, dejando sus cuartos de baño para que Victor se duchara, limpiando su ropa o incluso cocinando para él.

Pero lo más importante llegó cuando la propia Ginger decidió dejar su casa para que Victor pudiera dormir en ella. Y no solo eso, también le empezó a pagar las visitas a un médico especialista en salud mental, para que pudiera ayudar a su nuevo amigo.

A los pocos días, Ginger inició una colecta online para poder recaudar fondos que sirvieran de trampolín a Victor para que recuperara su vida. Y desde que su historia se hiciera famosa, ha conseguido más de 15.000 dólares (unos 14.000 euros).

Victor, que ahora se encuentra mucho mejor, ha conseguido trabajo como ayudante de cocina de Ginger. Y no solo eso, gracias a que el grupo de Facebook This is Victor tiene miles de seguidores, ha conseguido volver a tener contacto con su familia. Primero con un tío y finalmente con su adorada madre.

En declaraciones concedidas a la CBS, Victor asegura que el reencuentro con su progenitora fue emocionante “Hablé con ella y percibí que había logrado algo muy importante”. Pero ella ya no es la persona más importante en su vida. “Ginger me salvó la vida. Me ha ayudado de verdad. Es como una bendición”, asegura.

El experimento más polémico de la psicología

Una historia digna de los clásicos de terror del cine. Sin embargo, sucedió en realidad, en un experimento considerado como “el más cruel en la historia de la psicología”. Se trata de la historia del canadiense David Reimer, que fue castrado de forma accidental cuando apenas tenía 8 meses de edad para después tener que pasar por un tratamiento experimental para una reasignación de género que implicaba la remoción de sus testículos y la creación de un conducto vaginal.

Los gemelos idénticos David y Brian Reimer llegaron al mundo en 1965 en la ciudad de Winnipeg, Canadá. En Canadá, de la misma forma que en su país vecino, la circuncisión es una práctica bastante regular, los padres de David y Brian decidieron, por recomendación médica, someter a sus pequeños a la operación. Hasta ahí todo iba perfecto, pero el cirujano no pudo presentarse a la operación de David y el procedimiento fue llevado a cabo por su asistente. De forma inaudita, se suscitó una falla con el cauterizador eléctrico, un hecho que dejó el miembro de David totalmente chamuscado. Posteriormente el órgano pasó a un estado necrótico, pudriéndose en pocos días para finalmente desprenderse del cuerpo del pequeño.

El desarrollo de la cirugía de reconstrucción genital se encontraba en una fase muy prematura, lo que le auguraba pocas opciones al pequeño David. No obstante, sus padres se enteraron de la existencia de un médico en Baltimore, Estados Unidos cuya teoría defendía la inexistencia de una sexualidad innata, por consiguiente era posible cambiar la sexualidad del niño a través de una terapia de reorientación. John Money era un sexólogo con buena reputación, cuyas ideas sobre la superioridad de la influencia ambiental con respecto a la biológica le habían valido el reconocimiento dentro de los círculos ambientalistas de estudio de la Psicología. Money estaba convencido de que la educación determinaba la conducta de las personas.

Cuando los padres de David decidieron solicitar un consejo a Money, este vio una oportunidad inigualable en el caso, ya que tendría a su disposición un voluntario para análisis y experimentos, David, y otro voluntario perfecto pare el control, Brian, con el que compararía las diferencias que surgirían según la educación recibida, pues estaba claro que a un nivel genético David y Brian eran prácticamente idénticos.

Money le aconsejó a la familia Reimer que David debía ser sometido a una operación de construcción de un conducto vaginal artificial, y que debía recibir una educación según su nuevo género: es decir, la educación que recibiría cualquier niña. A partir de aquí el pobre David pasó a ser llamado Brenda. Así, los preceptos que tenían que cumplir los padres eran muy sencillos: bastaba con tratar a Brenda como si fuera una niña y nunca mencionarle el asunto de su sexualidad artificial.

Los padres no tuvieron mejor idea que aceptar y ejecutar el plan. Sin embargo, Brenda odiaba los juguetes para niña como las muñecas, y acostumbraba a arrancarse y rasgar todos los vestidos. El temor de los padres era que algún día Brenda se diera cuenta de su verdadera sexualidad que no hacía nada más que aumentar, pero los problemas apenas y estaban comenzando. Conforme Brenda crecía, los efectos hormonales comenzaron a hacerse visibles, pese a su tratamiento de feminización con estrógenos. Así, comenzó a desarrollar una musculatura y estatura poco femeninas. Según cuenta su hermano Brian, el único rasgo distintivo entre ambos era la larga cabellera de Brenda, y partiendo de la inconsciencia de los niños, ya podemos imaginar la crueldad y el ridículo con que Brenda era tratada durante su etapa de estudiante.

Frecuentemente, los hermanos asistían a consulta con John Money para que su desarrollo fuera supervisado. Según relataron ambos hermanos tiempo después, la terapia del doctor Money tuvo consecuencias perturbadoras para ambos. En su biografía, David Reimer narra cómo el médico les mostraba imágenes de índole sexual, que eran, según Money, necesarias para reorientar su sexualidad. Uno de los episodios más estremecedores de las terapias, según lo relatado por David, sucedía cuando el Dr. Money les obligaba a despojarse de sus ropas contra la voluntad de los pequeños, y obligaba a Brenda a permanecer de rodillas mientras Brian realizaba movimientos y toques pseudo-sexuales contra el trasero de su hermana, en una escena que denominaban ensayo sexual. Brian nunca logró superar aquellos años. Sin embargo, el médico siempre negó estas prácticas.

Durante varios años, el Dr. Money se refirió al desarrollo de los Reimer como el caso “John / Johana”, describiéndolo como un caso exitoso del desarrollo del género femenino, y valiéndose de este supuesto triunfo para apoyar la viabilidad del cambio de sexo y de reconstrucción quirúrgica, aun en los casos de no intersexualidad.

La experiencia de los niños en sus visitas al Dr. Money era traumática, en lugar de terapéutica, y cuando él comenzó a presionar a los padres para que finalmente hicieran la cirugía de construcción de una vagina en Brenda, la familia decidió interrumpir las visitas de supervisión. Desde los 22 meses de vida y hasta sus primeros años como adolescente, David orinó a través de un orificio que los cirujanos hicieron en su abdomen.

Brenda fue creciendo y su vida deteriorándose progresivamente. Se negaba a tomar estrógenos y sus intentos de suicidio se convirtieron en un serio problema. Cuando el Dr. Money fue alejado de la familia su padre finalmente decidió contarle toda la verdad de su historia. Después de escuchar el relato, Brenda volvió a cambiar de sexo, se convirtió, de forma oficial, en un hombre nuevo, se inyectó testosterona, se realizó una mastectomía doble y dos operaciones de faloplastía.

David incluso se casó años después con una mujer llamada Jane Fontaine y se convirtió en padrastro de tres hijos, pero poco tiempo después su historia se hizo pública, y terminó por perder su empleo y a su mujer. Poco años después, su hermano Brian se suicidó con una sobredosis de antidepresivos, según los informes, debido a una profunda culpabilidad que sentía por haber salido bien en la operación de circuncisión, y por los años de frustración viendo el sufrimiento de su hermano.

David tuvo una vida infeliz y miserable y no tenía por qué haber sido víctima de un sexólogo oportunista y demente. Si hay algo que podemos aprender de esta historia, es que el determinismo siempre debe ser cuestionable. Somos el resultado de un cúmulo de combinaciones, circunstancias y coincidencias que terminan por dar forma a nuestra manera de ser, y esta forma de ser no debe ser nunca un escenario donde personas ajenas se adjudiquen méritos o virtudes.

La mañana del 5 de mayo de 2004, David se detuvo en el estacionamiento de un supermercado y cometió suicidio dándose un tiro en la cabeza con una escopeta recortada. Tenía tan sólo 38 años de edad.